A Tarifa la bañan las aguas de un mar y un océano. Y la acarician dos vientos de desigual humor: el Levante sopla desde el Este e hincha las velas de los barcos y las tablas que los surfistas arrojan a las olas. El Poniente sopla desde el Oeste y trae rumores de lluvia y días de frescor. En esta ciudad gaditana acaba un continente y empieza otro. Solo 14 kilómetros separan Europa y África. Entre medias se extiende el estrecho de Gibraltar cuyas aguas son un ir y venir de corrientes marinas en las que habitan ballenas, orcas, cachalotes y delfines.
Tarifa posee un castillo desde donde son visibles estos y otros encantos. Es el de Guzmán el Bueno y se alza en un saliente de la ciudad, entre calles y plazas decoradas con casas encaladas, de grandes ventanas, techos altos y patios cálidos. La que presume de ser una de las grandes fortalezas de la provincia, mandada construir por el califa cordobés Abd al-Rahman III y el héroe leonés Guzmán el Bueno defendió de las amenazas de los benimeríes, una tribu norteafricana empeñada en devolver Tarifa al Islam, está salpicada de torreones, caminos de ronda y patios de armas de diferentes épocas. En su interior alberga un museo de las fronteras medievales.
Como recuerdo de que la localidad fue una ciudad fuerte y amurallada, codiciada por decenas de culturas, aún quedan en pie algunos lienzos de la primitiva muralla andalusí y una de las tres puertas que llegó a tener: la Puerta de Jerez, flanqueada por dos torreones y que da acceso a las calles del Peso y de Colón. Pero entre sus calles serpenteantes y sus plazas pequeñas y sombreadas por altas palmeras que se llenan de terrazas los doce meses del año, también se descubren otras joyas, como las iglesias de Santiago y Santa María, construidas sobre desaparecidas mezquitas, y la catedral, consagrada a San Mateo.
Pero Tarifa es una ciudad blanca que en verano principalmente se llena de colores. Son los jóvenes que toman sus calles, ataviados con ropajes chillonas, casual y surferas, que no tienen más ídolo que el viento que sopla en la vecina playa de Los Lances, un ancho arco de arena blanco lamido por las aguas del Atlántico y cuyas olas mecen a los amantes de los deportes acuáticos que llegan en busca de la ola perfecta.
Viento, agua y adrenalina se confabulan en un espacio natural protegido de gran valor ecológico, escoltado por los primeros molinos de viento que en España generaron energía eólica y por dunas móviles que, como la vecina Bolonia, hermanan estos paisajes con el norte de África, a solo un tiro de piedra de este mítico enclave sureño.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
Tarifa se encuentra a 99 kilómetros de Cádiz por la N-340.
Actividades
Los que se animen a tomar clases de windsurf o kitesurf, en la misma playa tiene su base la escuela del hotel Dos Mares (escueladosmares.com. Curso de dos horas de windsurf: 60 €; de kitesurf, 150 €). Para observar cetáceos en el Estrecho, empresas como Turmares (turmares.com), Whale Watch Tarifa (whalewatchtarifa.net) o Firmm (firmm.org), que ofrecen salidas en barco desde Tarifa por el Estrecho acompañados de biólogos, investigadores científicos y otros profesionales del mar para avistar ballenas, delfines y orcas, entre otros cetáceos.
Dónde dormir
En Misiana (misiana.com), un hotel blanco y luminoso en el centro de Tarifa con cálidas habitaciones de marcado sabor mediterráneo y vistas espectaculares. También en La Sacristía (lasacristía.net), un antiguo edificio del siglo XVII en el corazón de la ciudad reconvertido en una confortable posada-boutique que ofrece además un programa de terapias para rejuvenecer cuerpo y mente. Los bungalós Dos Mares (dosmareshotel.com), un antiguo cortijo marinero a pie de la playa de Los Lances, gustan a los amantes del surf.
Dónde comer
En Mesón de Sancho (mesondesancho.com), donde probar sus excelentes recetas de pescado y sabrosas carnes, que también es hotel. Recomendable por sus vistas y su cocina mediterránea que se disfruta en un entorno marroquí, Hurricane Tarifa (hotelhurricane.com). Y de aire balinés y cocina argentina, en un entorno con jardines y piscina a solo 100 metros de la playa de Los Lances, en Pachamama (pachamamatarifa.com).
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