Diez playas deliciosas para (no) perderse este verano

En Calafell y El Vendrell, en Salou o en Cambrils… De una punta a otra de la Costa Daurada se suceden los arenales, unos más familiares y accesibles que otros, donde pasar un día perfecto de playa en su arena de color dorado y aguas transparentes. Ideales para este verano.

EL TORN (L’Hospitalet de l’Infant)
La que fuera un paraíso para los piratas que interrumpían los convoyes de mercancías que pasaban por la zona, ahora es una playa tranquila e íntima. Un dorado arenal de 1.600 metros de longitud acotado por dos cabos rocosos que pasa por ser una de las playas naturistas más famosas de la Costa Daurada de renombre internacional. Forma parte del espacio de interés natural llamado Rojales, que acoge especies como el nardo marítimo o el águila perdicera. Un homérico cortinaje de pinos blancos sirve de telón de fondo / Foto: ©PTDT/Joan Capdevila

Más información: Turismo de Costa Daurada

PLAYA DE ALTAFULLA (Altafulla) 
El barrio marítimo de Altafulla discurre en paralelo a la vía Augusta y las botigues de mar son las antiguas casas de pescadores que tienen una visión privilegiada de la playa de Altafulla. Un arenal de algo más de un kilómetro de largo, distinguido con la bandera azul y que se extiende entre el cabo Gros y hasta cerca de la Roca del Gaià. Además de acoger el Club Marítimo de Altafulla, entre las modalidades de deportes náuticos que se pueden practicar en ella destaca la vela, que ha acogido a campeonatos del mundo / Foto: © Patronat de Turisme de la Diputació de Tarragona.

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DELS PENYALS (Mont-roig)
El municipio de Mont-Roig es uno de los más extensos de la Costa Daurada, con ocho kilómetros de costa. Es aquí donde se encuentra la playa dels Penyals, una de las menos concurridas del término. Tiene solo 430 metros de largo por 50 de ancho, es de aguas tranquilas y se localiza antes de llegar a la zona más urbanizada, hasta juntarse con la cala del Bot. En ella desconexión y contacto con la naturaleza están más que justificados / Foto: © PTDT/ Joan Capdevila.

MAS MEL L’ESTANY (Calafell)

Situada entre la zona residencial de Segur y la playa principal de Calafell –catalogado oficialmente como destino de turismo familiar–, la de Mas Mel está situada delante de los dos barrios de pescadores del mismo nombre. Su arena de grano fino, la calidad de sus aguas y su casi kilómetro y medio de longitud la hacen ser muy apreciada por las familias. Se encuentra muy cerca del paraje de las Toixoneres, donde adentrarse en la historia antigua del municipio visitando la ciudadela ibérica fundada hace más de 2.500 años.

COMA-RUGA (El Vendrell)
Justo en la desembocadura del río Riuet se localiza esta playa que es una de las tres de El Vendrell, que en sus 7 kilómetros incluye también las de Sant Salvador y el Francàs. Su arenal, la tranquilidad y transparencia de sus aguas y, sobre todo, porque estas son especialmente saludables por su alto porcentaje de yodo son sus grandes bazas. En sus inmediaciones se encuentra la reserva marina de la Masía Blanca, que durante los fines de semana ofrece visitas guiadas para descubrir un entorno natural único en la Costa Daurada / Foto: © PTDT/Joan Capdevila.

CALA LLENGUADETS (Salou)
Con 61 metros de longitud y 30 metros de ancho, la cala Llenguadets es un paraíso de tranquilidad en la capital de la Costa Daurada, poco conocida hasta la construcción del camino de ronda y accesible únicamente a pie. De arena dorada y aguas tranquilas, está rodeada de naturaleza y separada de la de Capellans por la punta de Porroig / Foto: © Rafael López-Monné/PMT Salou

CALA JOVERA (Tarragona)

Cala Jovera está situada junto al castillo de Tamarit, uno de los iconos de la Costa Daurada y el lugar en el que se dieron el sí quiero el futbolista Andrés Iniesta y su mujer Anna Ortiz. Un enclave medieval del siglo XI situado sobre un promontorio rocoso y protegido por un recinto amurallado que fue propiedad del Arzobispado de Tarragona, luego pasó a manos de los marqueses de Tamarit y finalmente fue restaurado por un coleccionista de arte americano. Cala Jovera solo tiene 90 metros de largo por 20 de ancho, pero junto con Cala Fonda y Roca Plana ha recibido el galardon de playas vírgenes del litoral de Tarragona / Foto: © PTDT/ Joan Capdevila

PUNTA DE LA GUINEU (Roda de Berà)
Es pequeña, apenas 140 metros de largo, está adosada a El Roc de Sant Gaietà –un singular saliente de un roquedal natural donde se agrupan un conjunto de casas típicamente mediterráneas y, aunque se trata de una playa de difícil acceso a pie, cuenta con pocos adeptos y servicios: socorrismo, alquiler de tumbonas, duchas, sanitarios, bar y zona de aparcamiento. Pero es que además su arena es fina y dorada, sus aguas cálidas y tranquilas y la entrada al mar se hace sin sobresaltos / Foto: © Ajuntament Roda de Berà

LA LLOSA (Cambrils)
Una doble bahía en forma de M y espigones que amansan el agua conforman esta playa de arena fina y dorada, aguas tranquilas y con todo tipo de servicios que pasa por ser una de las más populares de la capital gastronómica de la Costa Daurada. Enmarcándola un paseo marítimo que se eleva sobre el mar y por el que transitan peatones y ciclistas / Foto: © PTDT/ Joan Capdevila

ELS MUNTANYANS (Torredembarra) 
Cada una de las playas de Torredembarra tiene alguna característica que la hace única: la Paella, una zona de acantilados de dos kilómetros de largo; la de Baix a Mar, estar situada en el antiguo barrio de pescadores, y la de Muntanyans, un ecosistema dunar costero. Una excursión entre las dunas y lagunas del entorno supone adentrarse en ecosistemas casi desaparecidos del litoral catalán y además observar a las distintas especies de aves que nidifican en él. Una vez al mes en esta tranquila playa se realizan visitas guiadas para descubrir este espacio de interés natural / Foto: ©PTDT/Joan Capdevila