Experiencias para aprender el arte de vivir tailandés, de las aldeas al lujo de la ciudad
En este país asiático todo tiene su lugar, porque una noche puedes descansar en un lujoso resort o cenar en un rascacielos de Bangkok y al día siguiente escaparte a una aldea para conocer las tradiciones culturales de las comunidades locales y aprender, donde no ha llegado el marketing, a bordar telas de seda, recolectar hojas de té o entrenar a los elefantes. Porque hay momentos para todo en un viaje a este país asiático, aquí tienes una selección de propuestas singulares de una punta a otra del país.
Playa de Krabi.
En las aldeas de la provincia de Chiang Rai se puede aprender la técnica del bordado de telas.
Centro de Conservación de Elefantes de Lampang.
Máscaras en el festival del Phi Ta Khon, también llamado de los Espíritus, uno de los más antiguos de Tailandia.
Paisaje de la provincia de Loei.
En Ban Thon, en la provincia de Narathiwat, se puede aprender a hacer barcos en miniatura.
Barcos tradicionales en una playa de Krabi.
Piscina del hotel Banyan Tree Bangkok, ubicado en uno de los rascacielos más altos de la capital tailandesa.
Restaurante Vertigo, en el Banyan Tree Bangkok, uno de los primeros en ofrecer la ilusión de tomar una copa por encima del mundo.
Piscina del Anantara Chiang Mai Resort, un complejo de diseño asiático minimalista a orillas del río Mae Ping.
Four Seasons Tented Camp, de Chiang Rai.
El Four Seasons Tented Camp de Chiang Rai es un campamento exclusivo en el que sus huéspedes conviven con elefantes, exploran senderos montañosos, visitan selvas de bambú y duermen en tiendas de lujo con mobiliario artesanal.
Rayavadee, en Krabi, es un resort rodeado de playas y de selva al que accede en lancha motora.
Exterior de una villa de Rayavadee, en Krabi.
El resort Rayavadee de Krabi tiene todos los ingredientes para una relajación tropical.