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En las aguas de las Azores habitan hasta 24 especies diferentes de cetáceos.

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Delfines en las Azores.

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En barco para avistar cetáceos.

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Laguna del Parque Terra Nostra, un jardín botánico de 12 hectáreas creado alrededor de la residencia de verano del cónsul estadounidense en Azores a finales del siglo XVIII.

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Las aguas de la laguna, calderas y manantiales del valle de Furnas fluyen a altas temperaturas.

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En bicicleta de montaña por los bosques de las Azores.

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Hay otro modo de acercarse a la naturaleza de las Azores y es a lomos de un caballo, porque al paso o al trote, además de disfrutar del paisaje y las vistas al Atlántico niños y mayores pueden participar en una actividad que implica un poco de aventura.

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Azores es un paraíso para senderistas por su naturaleza desbordante.

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Senderista por los caminos de las Azores.

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Con casi cuatrocientas especies registradas y treinta que nidifican aquí, Las Azores también son un destino privilegiado para el birdwatching.

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Lagoa do Fogo, en la isla de São Miguel, en el cráter de un volcán.

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Ferraria, Azores.

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