ABU SIMBEL (EGIPTO)
Con la intención de impresionar a los enemigos nubios de Egipto y mostrar la grandeza del reino, Ramsés II hizo erigir en Abu Simbel, en la lejana Nubia, un grandioso complejo funerario formando por dos templos excavados en la roca, que hoy forman parte del Museo al aire libre de Nubia y Asuán, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Situado en la ribera del lago Nasser, después de ser trasladado de su ubicación original tras la construcción de la presa de Asuán, lo forman un templo mayor dedicado a los dioses Ra, Ptah y Amón –custodiado por cuatro colosos sendentes que representan al faraón– y el dedicado a Nefertari, su esposa favorita.