Llega la primavera y recuperamos las ganas de viajar, por si alguno las tenía congeladas. Ya estamos en marzo y tenemos cuatro fines de semana por delante para pensar en nuestras próximas escapadas. Para ponértelo más fácil nos hemos adelantado y hemos pensado en cuatro rutas que seguro te van a gustar. Si quieres más información sobre ellas, las puedes encontrar desarrolladas en el especial ¡Hola! Viajes 2017.
FIN DE SEMANA DEL 4 AL 5: DE ARTAJONA A UJUÉ (NAVARRA)
La primera ruta discurre por la Zona Media de Navarra descubriendo tres fortificaciones medievales impactantes: el Cerco de Artajona, el Palacio Real de Olite y la iglesia fortaleza de Ujué. Además, disfrutamos de que esta es tierra de excelentes vinos y de rica gastronomía, donde confluye lo mejor de la montaña y la ribera. Son las ventajas de estar en medio.
QUÉ VER
La ruta tiene como primera parada la espectacular ciudadela amurallada del Cerco de Artajona, de acceso libre y gratuito, en cuyo recinto se encuentra la iglesia-fortaleza de San Saturnino. Continúa en el castillo palaciego de Olite, para después detenerse en la iglesia de San Martín de Tours, joya del románico navarro, en San Martín de Unx, y en la iglesia-fortaleza de Santa María de Ujué, cuya fachada es una obra maestra del gótico y posee una espectacular galería abierta. Foto: Patxi Uriz.
FIN DE SEMANA DEL 11 AL 12: DESCUBRIENDO EL BARRIO DEL SACROMONTE DE GRANADA
El viejo barrio gitano del Sacromonte, salpicado de cuevas y casitas blancas donde a la caída de la noche se celebran las zambras, posee alguno de los miradores más bellos de Granada, oteros desde donde advertir la grandeza de la Alhambra, la ciudad cristiana y la vega al fondo.
QUÉ VER
El mirador de San Miguel Alto, donde admirar una de las panorámicas más bellas e inéditas del conjunto monumental nazarí, de los barrios populares de Granada y de la ciudad baja. También la abadía del Sacromonte, emplazada en lo más alto del monte de Valparaíso, y el Museo-Cueva del Sacromonte, donde se recrea la historia, usos y costumbres de los habitantes de estas cuevas. Para disfrutar de una zambra, nada como pasar por la Cueva de María la Canastera (marialacanastera.com), una de las míticas de la ciudad. Foto: Gonzalo Azumendi.
FIN DE SEMANA DEL 18 AL 19: POR LA SIERRA DE IRTA (CASTELLÓN)
Existen pocos lugares en el levante español donde pueda contemplarse la costa mediterránea tal como era antes del desarrollo turístico. Uno de ellos es el parque natural de la Sierra de Irta, al norte de la provincia de Castellón. Una sierra con dos caras: una costera de calas, torres vigía y acantilados y otra interior que esconde bosques, castillos árabes y templarios.
QUÉ VER
La ruta se puede comenzar en el Centro de Interpretación de la Sierra de Irta, en la carretera de acceso a Peñíscola desde la N-340, donde se orienta sobre las diferentes actividades y rutas. Los que se animen con el turismo activo, Barracuda Buceo (barracudabuceo.com) ofrece excursiones en barco por la reserva marina y snorkel con salidas desde el puerto de Alcossebre; mientras que Itinerantur (itinerantur.com) organiza visitas guiadas por el parque. Otro rincón especialmente encantador de la sierra es Olmeda del Mas del Senyor, donde la confluencia de aguas produce un oasis inusual en el paisaje. Foto: AWL Images.
FIN DE SEMANA DEL 25 AL 26: A GUADALUPE POR LOS IBORES (CÁCERES)
En la comarca de los Ibores hay mucho más que montañas y ricos quesos de cabra. Camino de Guadalupe se ven ruinas romanas, castaños centenarios, una cueva llena de formaciones extraordinarias y, al final, el inmenso monasterio donde se venera a la patrona de Extremadura y de la Hispanidad, la favorita de los Reyes de España.
QUÉ VER
La Cueva de Castañar, una joya geológica cacereña que, debido a su fragilidad, solo se puede visitar en grupos de cinco personas de mayo a septiembre (tel. 927 55 46 35). Antes o después, muy interesante es pasar por el vecino centro de interpretación. También hay que acercarse a ver los castaños de Calabazas, un impresionante grupo de 17 castaños centenarios en Castañar de Ibor, que asombra a quien pasea por la garganta del arroyo Calabazas. Por supuesto, la ruta tiene como meta el Real Monasterio de Guadalupe, Patrimonio de la Humanidad. Foto: Juan Carlos Muñoz.
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