Mientras el frío polar extiende sus garras desde el norte de Europa, en este rincón del globo la vida pasa por una explosión tropical con infinitas playas colmadas de cocoteros, paisajes que se dibujan con todas las gamas del azul y esa dulce cadencia de vuelta y vuelta bajo el sol. Soñemos con estar ahí, ya sea siquiera un instante. Que por algo este país de 7.107 islas es uno de los más tentadores del mundo.
Pocos destinos condensan tal cantidad de atractivos como este archipiélago de los confines de Asia, premiado con naturalezas imposibles. Desde atolones vírgenes hasta arrozales color esmeralda; desde selvas pobladas por tribus hasta metrópolis cargadas de historia; desde volcanes majestuosos hasta fondos alfombrados de coral donde campa a sus anchas el tiburón ballena. Recorremos solo algunos de los tesoros de Filipinas (es cierto, hay muchísimos más). Un buen antídoto para escapar, aunque sea a través de la pantalla, de las gélidas temperaturas que acechan a nuestro hemisferio.