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De Bruselas a Colonia y de Viena a Madrid. Con el comienzo del adviento numerosas ciudades del Viejo Continente se engalanan y acogen mágicos y tradicionales pueblos navideños en miniatura. Muchos se inauguran este fin de semana ¿a cuál te apuntas?

 

VIENA (desde el 17 de noviembre)

La magia del Adviento se respira por toda Viena, cuando esa alegría inunda sus plazas, palacios y callejuelas. Si hay un lugar imprescindible es el mercado tradicional del Christkindlmarkt, instalado, entre el 17 de noviembre y el 26 de diciembre, en la Rathaus (plaza del Ayuntamiento), en cuyos bajos del edificio los niños se entretienen cocinando pastas de Navidad o haciendo velas y los mayores oyendo los villancicos cantados por coros internacionales. También el Palacio de Schönbrunn sirve de decorado a otro mercado de navidad de la capital austriaca.

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MADRID (desde el 25 de noviembre)

Bajo una original iluminación, la Plaza Mayor madrileña, que está celebrando su IV Centenario, acoge entre 25 de noviembre y el 31 de diciembre, el mercadillo más famoso y tradicional de la ciudad, con decenas de puestos ¬donde comprar figurillas artesanales para el belén, abetos y adornos para decorar la casa, además de artículos de broma y disfraces y un clásico tiovivo.

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BRUSELAS (desde el 24 de noviembre).

En la capital belga hay cosas que no cambian cada Navidad, como el mercadillo navideño y el árbol gigante instalados en la Grand Place, la noria, los tiovivos, el desfile… Este año todo arranca el 24 de noviembre. Y también el espectáculo de luz y sonido que tendrá lugar en la Grand Place. Durante cinco semanas, hasta el próximo 31 de diciembre de 2017, este lugar, especialmente, y muchos otros rincones de la ciudad, vibran con el Festival Placeres de Invierno (plaisirsdhiver.be)

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COLONIA (desde el 27 de noviembre)

Esta ciudad alemana tiene siete mercados navideños: el de Alter Markt –con carrusel, teatro de títeres y pista de hielo-, el de Neumarkt –el más antiguo de la ciudad, que te trasladará al reino de los ángeles–, el de Rudolfplatz, frente a la histórica Puerta de Hahnentorburg; el Markt der Heinzel, dedicado a los duendecillos, y, sobre todo, el que se instala en la plaza de la catedral, formado por más de un centenar de casetas de madera donde entretenerte, entre el 27 de noviembre y el 23 de diciembre, comprando piezas artesanales o degustando delicias locales.

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COPENHAGUE (desde finales de noviembre)

Los jardines de Tivoli, en el centro de Copenhague, dejaron hace tiempo de ser un lugar de paseo en verano para dejarse envolver, cuando llegan estas fechas, de la magia de la Navidad. Miles de luces adornan los edificios históricos y jardines y de repente surgen pueblos en miniatura de cuento, atracciones, tiendas de deslumbrante decoración y un lago convertido en pista de patinaje.

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ESTOCOLMO (desde finales de noviembre)

Deambulando por las calles y plazas adoquinadas de Gamla Stan, el casco antiguo de Estocolmo, uno tiene la impresión de formar parte de una escena de Cuento de Navidad de Charles Dickens, con el aroma a castañas asadas, a galletas de jengibre y vino caliente y los puestos del mercado que se monta aquí desde principios del siglo XX engalanados y abarrotados de elementos artesanales navideños, juguetes hechos a mano y artesanías locales típicas. El mejor lugar para admirar y disfrutar de un mercado navideño tradicional es el entorno de Skansen, un museo al aire libre donde podrás fabricar tus propias velas, hornear pan y contemplar a auténticos artesanos en acción. Y otro con un toque propio de la realeza el de la plaza Stortorget.

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PRAGA (desde el 29 de noviembre)

El mercadillo de Adviento de la plaza de la Ciudad Vieja de Praga, que este año estará abierto entre el 29 de noviembre y el 6 de enero, tiene un encanto particular. En sus coquetos puestos se pueden degustar los manjares tradicionales, como el rollo de almendra (trdelník), la antigua bebida aguamiel y el espeso chocolate caliente, así como comprar adornos navideños, velas, dulces de navidad o pan de miel. Y todo ello al son de los villancicos. Otros mercadillos para descubrir son el de la plaza de Wenceslao, el de la plaza de la República y el de la Paz.

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NURENBERG (desde el 1 de diciembre)

A su encantador casco antiguo medieval rodeado de murallas y con una de las zonas peatonales más grandes de Europa, esta ciudad alemana suma el encanto de su Christkindlesmarkt, uno de los mercados navideños más antiguos del mundo, que este año abre sus puertas entre el 1 y el 24 de diciembre. A los niños está dedicada la Ciudad de Navidad, en la Hans-Sachs-Platz -donde los pequeños visitantes pueden hacer galletas o pintar cristal, escribir una carta con sus deseos al Christkind o montarse en el carrusel y la noria- y la Sternenhaus, en la Heilig-Geist-Saal, que ofrece un colorido programa cultural y narrativo.  El mercado de las Ciudades Hermanadas, en la Rathausplatz, y la procesión de los niños son algunas de las atracciones que se suman a este evento anual.

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TALLIN (desde finales de noviembre)

Dice la leyenda que la capital de Estonia fue la primera en tener un árbol de Navidad. Sea o no verdad, lo que sí es cierto es que Tallín –cuyo casco antiguo está declarado Patrimonio de la Humanidad- es un decorado de cuento en esta época, con sus pintorescas casas y callejuelas nevadas, su flamante castillo, sus templos y palacios, su gran plaza mayor y sus mercadillos.

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LJUBLJANA (desde diciembre)

A ambas orillas del río Ljubljanica se descubre la sumamente elegante arquitectura de la capital de Eslovenia que, de noche y engalanada de luces navideñas, como se decora cuando llega el mes de diciembre, muestra un encanto único. Un escenario de color espectacular y lleno de magia.

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