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© Age FotostockROTHENBURG OB DER TAUBER
En el estado de Baviera, Rohenburg Ob Der Tauber es uno de los pueblos más bonitos de Alemania y una joya medieval dentro de la Ruta Romántica. Un paseo por las calles empedradas de este pueblo al que rodea su muralla lleva a su corazón, la Marktplatz o plaza de Mercado, donde destaca el ayuntamiento (Rathaus), con su torre de casi 60 metros de altura, y la Ratsherrntrinkstubem, donde está Clock Tower, una antigua bodega convertida en oficina de turismo.
Para los que quieran una visita origianl el Criminal Museum (kriminalmuseum.eu/en/), el museo más grande de Europa dedicado a las torturas medievales que pretende dar a conocer cómo era la justicia en el Medievo. Mucho más agradable será pasarse por los jardines de Burggarten con magníficas vistas del valle y la ciudad.
Los castillos más bonitos de Alemania (además de Neuschwanstein)
© Age FotostockQUEDLINBURG
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco por su conjunto de más de 1.400 casas de madera con vigas entramadas construidas desde el siglo XV, esta ciudad alemana es el principal exponente del país en este tipo de construcción. Situada a orillas del río Bode y embutida en el macizo de Harz, en ella además no puedes perderte su casco antiguo, la plaza del mercado, el ayuntamiento barroco, el castillo y su iglesia diocesana.
Los cascos históricos más bellos de Alemania, todos Patrimonio Mundial
© Getty ImagesCATEDRAL DE COLONIA
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, esta catedral de estilo gótico es el principal símbolo de la ciudad de Colonia y la iglesia más grande del país. Contiene once campanas, cuatro de ellas medievales y en su interior se custodian los restos de los tres Reyes Magos. Todo el que visita la catedral asegura que es más impresionante de lo que imaginaba, otro motivo para viajar a Alemania.
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© Age FotostockBADEN-BADEN
Es uno de los lugares más prestigiosos para la práctica del turismo wellness. Situada a los pies de la Selva Negra, esta ciudad-balneario cuenta con fuentes medicinales y lujosos resorts que se benefician de las aguas curativas que brotan a 2.000 metros de profundidad, como su moderna Terma Caracalla, el histórico baño romano irlandés Friedchsbad y sus exclusivos hoteles con spa. Además, este enclave posee unas vistas privilegiadas a paisajes infinitos para descubrir sin ninguna prisa.
Las grandes ciudades balneario de Europa que son Patrimonio de la Humanidad
© Age FotostockMITTENWALD
Se trata de un encantador pueblo de montaña a orillas del río Isar y en el estado de Baviera cuyo encanto radica en que su población mantiene sus costumbres y vestimentas tradicionales, todo un reclamo turístico. Como lo es también la fabricación de violines, violas y cellos, a los que se ha dedicado un museo propio.
© Age FotostockCASTILLO DE NEUSCHWANSTEIN
A poco más de 100 kilómetros de la ciudad de Múnich, rodeado por los bosques frondosos de Baviera y enclavado en lo alto de un risco, este castillo es una demostración de fantasía con formas oníricas y extravagantes de aires medievales que mandó construir el rey Luis II de Baviera, al que apodaban como el rey loco por su carácter soñador. Tal es la magia que desprende que sirvió de inspiración nada menos que a Walt Disney para crear el castillo de la Bella Durmiente. Uno de los lugares más bonitos y visitados de Alemania.
Neuschwanstein, el sueño del rey loco que inspiró a Walt Disney
© Age FotostockLAGO CONSTANZA
Compartido por tres países: Suiza, Austria y Alemania, el lago deja increíbles postales decoradas por algunas de sus islas, como la de Lindau (en la imagen), en el sur del país alemán. Unida a tierra firme por dos puentes, destaca su entrada del puerto, con su monumento del León de Baviera y el faro.
© Getty ImagesLA RUTA ROMÁNTICA
Por el estado de Baviera, al sur de Alemania, discurre uno de los itinerarios más antiguos y bellos de Alemania, conocido como la Ruta Romántica. Un trazado de 350 kilómetros donde encontrarse con castillos, pueblos e iglesias tan importantes como la de Pfaffenwinkel, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, además de palacios barrocos y extensos campos de viñedos. Ciudades como Wurzburgo, Dinkelsbühl, Augsburgo y Schongau son paradas obligatorias en esta ruta, además del famosísimo castillo de Neuschwanstein y la joya romántica alemana por excelencia de Rohenburg Ob Der Tauber.
© Getty ImagesLA SELVA NEGRA
Este entramado de bosques de coníferas, lagos glaciares, praderas y granjas donde predomina el color verde que es la Selva Negra acoge también coquetas aldeas como las de Schiltach, Staufen, Gengenbach o Calw e incluso el parque temático más grande de Europa, el Europa-Park. Es uno de los máximos exponentes de turismo natural y rural de Alemania.
Érase una vez… unos pueblos de cuento en la Selva Negra
© Getty ImagesBREMEN
La estatua de un perro, un gato, un burro y un gallo reciben a todo visitante que pisa Bremen, pues rinden homenaje al famoso cuento que los hermanos Grimm inspiraron en esta ciudad, en el que estos cuatro animales se convertían en músicos. Después hay que llegar a su plaza del Mercado, la catedral de San Pedro y las casitas de su barrio más antiguo, el de Schnoor, el mejor resumen de los más de mil años de historia de esta ciudad hanseática.
© Getty ImagesBERLÍN
La capital de Alemania es una de las ciudades europeas más modernas y vistosas, con ejemplos como la futurista Postdamerplatz o el Reichstag, con su cúpula de cristal e impresionantes vistas, aunque también hay lugar para símbolos clásicos, como la famosísima puerta de Brandenburgo. Berlín es, además, una de las capitales europeas más grandes, ocho veces mayor que París, por eso siempre hay rincones por descubrir. Un imprescindible por el que comenzar para cualquiera que viaje a Alemania.
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© GtresonlineCASTILLOS DE BAVIERA
El rey Luis II de Baviera no solo derrochó su fantasía en el castillo de Neuschwanstein, sino que ideó otras fortalezas igual de llamativas, como el intimista castillo de Linderhof (en la imagen), una maravilla rococó en cuyo interior destaca la Gruta de Venus, una insólita caverna de hierro forrada de estalactitas, estalagmitas y cascadas artificiales; y el palacio de Herremchiemsee, lugar de aislamiento para este rey, en un paraje único situado en una isla del lago Chiemsee. También importantes en Baviera, aunque no fueron diseñados por Luis II, son los castillos de Hohenschwangau, donde el monarca pasó su adolescencia, y el de Berg, donde murió.
© Getty ImagesHEIDELBERG
A menos de una hora de la ciudad de Frankfurt y a orillas del río Neckar, Heidelberg destaca no solo por su belleza sino también por su historia, ya que en ella se encontraron los primeros restos de vida humana de Europa, la mandíbula del Hombre de Heidelberg, además de vestigios de un poblado celta y, por supuesto, su imponente palacio, símbolo de la ciudad y una de las ruinas más famosas del país germano, que hoy en día alberga el Museo Alemán de Farmacia.
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© Getty ImagesMÚNICH
En las inmediaciones de los Alpes, Múnich es una de las ciudades más bonitas y visitadas de Alemania. Imprescindible en ella es la Marienplatz, la plaza en torno a la cual gira todo su compacto casco histórico, donde destacan la torre y la fachada del Ayuntamiento Nuevo y la iglesia de St. Peter. En ella se celebra la fiesta popular más grande de Alemania, la Oktoberfest, que entre septiembre y octubre llena las calles de cerveza y bailes típicos germanos. Ejemplos de que esta ciudad sabe combinar pasado y futuro son el Deutsches Museum, uno de los mejores museos de ciencia y tecnología, o el estadio Allianz Arena, toda una obra vanguardista que sirve de terreno de juego a uno de los equipos de fútbol más importantes del mundo: el Bayern de Múnich.
© Getty ImagesMERCADILLOS DE NAVIDAD
A los 60 mercadillos tradicionales de Berlín, entre los que destacan el de la calle Wilmersdorfer Straße y la iglesia Kaiser-Wilhelm-Gedächtniskirche, la lluvia de estrellas en el Sony Center y la Navidad berlinesa ante el Ayuntamiento Rotes Rathaus, se les suman el de la coqueta ciudad de Erfurt, frente a la catedral y la iglesia de St. Severus; el de la plaza del Ayuntamiento de Munich, los Christkindlesmarkt y Kinderweihnacht de la ciudad medieval de Nuremberg, y el de la ciudad de Frankfurt (en la imagen), con su mercadillo lleno de luces y colores.
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