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Está en el Majestic Hotel & Spa, un clásico entre los clásicos, casi un emblema de la capital catalana. Se llama Royal Penthouse y tiene 467 m2, tres dormitorios, un salón para 14 personas, un comedor y dos terrazas, cada una con su jacuzzi, desde las que se obtienen espectaculares panorámicas al Paseo de Gracia y la Sagrada Familia. Es la suite más grande de Barcelona y acaba de abrir sus puertas en las alturas de este majestuoso edificio neoclásico en la avenida más exclusiva de la ciudad.
La Majestic Royal Penthouse cuesta 15.000 € la noche y está pensada para una experiencia inolvidable. Para aquellos clientes que demandan un espacio personalizado, un servicio de la más elevada exigencia. Clientes que viajan en jet privado, a menudo con un séquito de asistentes, y que están habituados a residencias incluso más grandes que el propio hotel.
Por eso la suite dispone de mayordomo las 24 horas del día. Y también de un servicio de chófer en vehículo de lujo para el traslado a cualquier rincón de la ciudad. Aunque lo suyo, claro está, será no querer abandonarla, que para eso ha sido concebida como un refugio de confort donde al huésped no le falte de nada. Prueba de ello es su Maxi bar, valorado en 7.000 €. Un surtido personalizado de bebidas premium y snacks gourmet, que puede adaptarse a las preferencias del cliente.
Clásica y elegante como el hotel que la alberga, la decoración de esta estancia es obra del prestigioso diseñador mallorquín Antonio Obrador, responsable de la última rehabilitación llevada a cabo en el Majestic. Él mismo ha proyectado también el interiorismo, con un carácter lujoso que queda plasmado en todos los detalles, siempre manteniendo el equilibrio entre tradición y modernidad. Muebles de inspiración oriental, papel pintado en las paredes, suelos de madera de roble, tejidos de Ralph Lauren y Gancedo…
Otro bonito detalle es el Bar à Parfum, una carta de perfumes disponible en la habitación. Se trata de un maletín de piel que contiene cinco fragancias de Atelier Cologne Maison Parfum Paris en dos formatos, el más pequeño de los cuales (30ml) viene presentado con una funda de piel individual en la que se han grabado las iniciales del huésped.
Como en otras de sus creaciones, la Royal Penthouse encarna la historia y el futuro, y refleja la esencia de Barcelona. Y además pone el broche de oro a la última y más ambiciosa restauración acometida por el hotel, un referente de estilo que en 2018 cumplirá su centenario.
