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Con un clima privilegiado durante todo el año, con temperaturas suaves y 330 kilómetros de costa, donde se encuentran playas vírgenes espectaculares como Belle Mare, Blue Bay o Grand Baie, Isla Mauricio es un paraíso en toda regla.
Sin embargo, lo que muchos no saben es que la isla no solo vive de playas, también tiene una amplia extensión de montañas tropicales en su parte sur, donde hacer una buena ruta por sus paisajes decorados con plantaciones de caña de azúcar, palmeras y árboles del mango, entre otras. También es un destino ideal para ir de shopping, con rutas especializadas por zonas como Grand Baie o Curepipe, donde hacerte con prendas de cachemir y joyas de lujo libres de impuestos.
Otra de las claves de Isla Mauricio son sus excepcionales hoteles y The Residence Mauritius by Cenizaro es una de las mejores opciones de la isla. Además de sus prestigiosas instalaciones de estilo colonial, sus modernas habitaciones con servicio de mayordomo y el lujo que reina en todo el hotel, es también el destino perfecto para alojarse con niños, debido al gran número de actividades pensadas para ellos. Por ejemplo, en el amplio espacio de Planters Kids Club, los peques tendrán diversión para todos los días de la semana, adaptada a su rango de edad.
Así, los de 3 a 6 años podrán hacer desde concursos de castillos de arena hasta cocinar muffins, y los de 7 a 12 años actividades como paseos a caballo por la orilla del mar, catas de helados o probar un kebab hecho de frutas tropicales. Y para los más pequeños, The Residence Mauritus By Cenizaro tiene un servicio de guardería y baby-sitting. Para los que les guste el baile, el hotel propone un curso de iniciación a la sega, la danza típica de Isla Mauricio; y los que prefieran el deporte, pueden tomar contacto con el rugby gracias a Rugby Tots, que inicia a los peques a través de clases en las que no se producen contacto ni impacto.
The Residence Mauritius by Cenizaro también ofrece relax para toda la familia, ya sea con los diferentes tratamientos y masajes corporales para adultos y niños de su Sanctuary Spa o con sus sesiones de yoga y meditación. Y para reponer fuerzas nada mejor que su completo buffet, que abarca desde recetas tradicionales de la isla a platos internacionales.
