SELVA DE IRATI
La caída de los hojas, el cromatismo de los bosques, las setas y los hongos escondidos en el suelo, la lluvia, la luz otoñal…. El espectáculo de la Selva de Irati, Navarra, en otoño es inspirador. Es uno de los mayores bosques de hayas de Europa y ofrece un bello cuadro impresionista de tonos rojizos, ocres y suaves verdes que es una verdadera obra de arte.
Muy práctico: Desde las localidades de Orbaitzeta y Ochagavía se accede al que llaman “el bosque de los bosques”, punto de partida para 16 senderos señalizados con un recorrido inferior a 10 kilómetros y aptos para todas las edades.
PARQUE NATURAL DE REDES
Tres cuartas partes –o lo que es lo mismo, 9.000 hectáreas- de este espacio protegido asturiano en la Cordillera Cantábrica, atravesado por el Nalón –uno de los más importantes ríos asturianos–, lo copan las hayas, que, junto a otros bosques de robles, fresnos, carbayos, arces, abedules y praderas sirven de hábitat a múltiples especies, algunas tan únicas como el urogallo. La explosión de colores, el olor a tierra mojada de la lluvia, el murmullo de los riachuelos y el sonido de las aves hacen de él un paraíso natural en otoño.
Muy práctico: El Centro de Interpretación y Recepción de Visitantes se encuentra en Campo de Caso, donde informan sobre las diferentes rutas, con distintos grados de dificultad, y ofrecen itinerarios guiados, como las que llevan al desfiladero de los Arrudos, a la cascada del Tabayón o la del Alba, la más conocida.
PARQUE NACIONAL DE GARAJONAY
Este bosque extremadamente húmedo y umbrío que aún conserva las reliquias de las extrañas laurisilvas y el eco de viejas leyendas de brujas y seres mitológicos es el pulmón de La Gomera. Avanzar entre los troncos retorcidos del fayal-brezal dejándose llevar por los cursos de agua que asemejan a las venas de un organismo vivo es una experiencia única, también en otoño.
Muy práctico: En el centro de visitantes Juego de Bolas (La Palmita-Agulo) informan y ofrecen rutas guiadas que, desde El Contadero, llevan hasta el caserío de El Cedro y a la zona de Laguna Grande. Otra propuesta es la que finaliza en la cumbre del pico Garajonay, de 1.487 metros.
VALLE DE ORDESA
La imponencia de los hayedos de este espacio protegido de Huesca que cubren densamente las laderas, entre los que asoman abetos, prepara en cualquier época para lo grande, más aún en otoño: un extraordinario valle de origen glaciar que corta los Pirineos desde la cima del Monte Perdido, la cumbre pirenaica más emblemática, y esconde en su interior bellísimas cascadas.
Muy práctico: La ruta más frecuentada lleva desde Torla a la Pradera de Ordesa, donde se encuentra el aparcamiento, y continúa acompañando al río Ara hasta la cascada de la Cola de Caballo en lo más recóndito del circo de Soaso.
PARQUE NATURAL DE LOS ALCORNOCALES
Hasta 35.000 ciervos se baten en lucha sin cuartel cuando llega el otoño en este excepcional espacio natural de la Sierra de Cádiz, un estremecedor espectáculo que forma parte del ciclo biológico de su apareamiento y que tiene lugar todos los días al amanecer o a la caída de la tarde.
Muy práctico: Hay varias opciones para admirar el espectáculo: apuntarse a las salidas que propone la asociación senderista Vulpes (vulpes-senderismo.blogspot.com.es), a las de Genatur (genatur.com) o a las incursiones con guía de Tugasa (tugasa.com), la red de alojamientos rurales de la Diputación de Cádiz.
FRAGAS DO EUME
Las abruptas laderas que abrazan el cauce del río Eume, un tramo de zonas umbrías que se extiende desde Pontedeume hasta el embalse del Eume, conforman las espectaculares fragas, una masa boscosa con gran diversidad de especies arbóreas –robles, fresnos, castaños, abedules, helechos…- que pasa por ser uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa y que en esta estación brindan su mejor cara.
Muy práctico: El parque está a 50 kilómetros de A Coruña y se accede desde Pontedeume. En su interior, generoso en aguas, fuentes y cascadas, se encuentra el monasterio de Caaveiro, un antiguo cenobio con siglos de historia y vistas espectaculares.
LAGUNA DE GALLOCANTA
A partir de mediados de octubre las grullas viajan desde el norte de Europa hasta lugares más cálidos para realizar la invernada. Uno de sus destinos es la laguna de Gallocanta, en la provincia de Zaragoza, donde se llegan a juntar hasta 10.000 ejemplares. El mejor mirador para observarlas es la ermita románica de la Virgen del Buen Acuerdo, donde, mejor al amanecer, se puede contemplar el lagunazo de Gallocanta, el lagunazo Grande, con sus dos islotes, y el carrizal de agua dulce que se conoce como Los Ojos.
Muy práctico: En la carretera que une las localidades de Tornos y Bello se encuentra el Centro de Interpretación, que ofrece información sobre excursiones, observatorios y datos prácticos sobre la visita a la laguna.
PARQUE NATURAL DE TEJERA NEGRA
El otoño pinta este bosque de hayas de Guadalajara –uno de los más meridionales de Europa– de cientos de tonalidades ocre y rojo, además de llenar sus suelos de setas. Consta de dos rutas circulares para realizar a pie, la senda de Carretas (6 km) y la Senda del Robledal (17 kms), señalizadas con paneles interpretativos y balizas, Existe una ruta circular señalizada para bicicletas que llega al Rio Zarzas (21 kms)
Muy práctico: El acceso al parque se realiza por una pista forestal desde la localidad de Cantalojas, a algo menos de dos horas de Madrid. La reserva se hace en la web: agricultura.jccm.es/parques/forms/parqf001.php y hay que pagar una entrada de 4 € por vehículo.
CAMINOS DEL ARTE
Agua, Raíces, Espejos, Prodigios. Es el nombre de los cuatro paseos sencillos y señalizados por la sierra de Francia que van descubriendo un reguero de instalaciones artísticas entre bosques de cuento, arroyos rumosos y algunos de los pueblos más bonitos de España. Tienen entre 7 y 10 kilómetros de recorridos. En la imagen el de los Prodigios
Muy práctico: Los caminos arrancan en pueblos declarados conjuntos históricos: el del Agua discurre en Mogarraz; el de las Raíces, en La Alberca; el Bosque de los Espejos, en San Martín del Castañar y Sequeros, y el Camino de los Prodigios, en Miranda del Castañar.
MONTSENY
Para los que les gusta el trekking, pero también para familias apasionadas de los paseos por la naturaleza, de los pueblos, gourmets o cazadores de boletus. A un paso de Barcelona está el parque natural del Montseny, un reino de agua que brinda, sobre todo en otoño, una paleta de colores que van de los ocres a los rojizos.
Muy práctico: El parque brinda todo un mundo de sensaciones y un sinfín de caminatas. Entre las recomendables, la que parte de Sant Celoni al valle de Santa Fe y más allá al nacimiento del río Tordera; también a la falda del Turó de l’Home -la cima más alta del macizo-, al salto de Gualba o a la fuente de Pasavets.
CAMPOS DE LA RIOJA
Durante la vendimia o una vez terminada, los viñedos de La Rioja pintan el paisaje de colores ocres que van desde el rojo intenso del tempranillo hasta los amarillos más vivos de las variedades blancas, formando un mosaico que resulta un espectáculo para los visitantes y un lujo para los aficionados a la fotografía..
Muy práctico: En el entorno de Cenicero, una de las principales localidades riojanas dedicadas al cultivo de la vid, a una veintena de kilómetros de Logroño, existen un puñado de bodegas de renombre que organizan visitas a sus instalaciones, como Marqués de Cáceres, Titrium o Bodegas Riojanas.
VALLE DE AMBROZ
En Segura de Toro están los impresionantes castaños del Temblar. Son, junto al castaño del Corbiche o la Marotera –en el paraje de Berruecos de Casas del Monte- algunos de los singulares que se pueden contemplar en los extensos bosques del valle de Ambroz y que en otoño se visten de colores. En este entorno, también con mucho encanto, localidades como Hervás y Baños de Montemayor.
Muy práctico: Durante los meses de otoño, en el valle se organizan bajo el lema Otoño mágico todo tipo de propuestas culturales y lúdicas para celebrar la estación, como rutas senderistas, raids, carreras por la montaña, talleres de astronomía, música, actividades infantiles…