Frigiliana, no hay un pueblo blanco y andaluz con más encanto
Uno de los rincones más bellos de la comarca malagueña de La Axarquía –ese pequeño paraíso de almendros, olivos, viñas y casas de labor– es este pueblo blanco de paredes encaladas, calles estrechas y sinuosas de herencia morisca. Perderse por su casco antiguo es como hacer un viaje en el tiempo.