A caballo entre Ciudad Real y Toledo, el Parque Nacional de Cabañeros brinda bonitas caminatas por un paisaje a menudo comparado con la sabana africana. Una joya apenas transitada que tiene en los albores del otoño su momento álgido, cuando los más pequeños pueden disfrutar de uno de los espectáculos más impresionantes de la naturaleza: la berrea del ciervo.