Río de Janeiro desde sus miradores, en el podio de la ciudad olímpica
Tiene millones de miradas puestas en ella, y es que unos Juegos Olímpicos no se celebran todos los días. La que es una de las metrópolis más extensas de toda Sudamérica se aprecia mucho mejor desde las alturas, sobre todo para contemplar su sinuoso perfil y sus grandiosos atardeceres. Pero de su belleza también dan buena cuenta decenas de playas, montañas y bosques tropicales que forman parte del Parque Nacional de Tijuca.
Vista al anochecer de la bahía de Guanabara con el Pan de Azúcar que se levanta sobre ella y el distrito de Botafogo, en Río de Janeiro / Foto: Gonzalo Azumendi.
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Cristo Redentor, Río de Janeiro / Foto: Gonzalo Azumendi.
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Teleférico ascendiendo al Pan de Azúcar, el famoso morro de la bahía de Guanabara, Río de Janeiro / Foto: Gonzalo Azumendi.
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Playa de Ipanema, Río de Janeiro / Foto: Gonzalo Azumendi.
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Palacio de verano mandado levantar por Pedro I, el primer emperador de Brasil, en la ciudad imperial de Petrópolis, a 68 kilómetros de Río de Janeiro.