Cautivó a Richard Wagner, que se quedó a vivir aquí durante unos años, por su perfecta armonía con la naturaleza alpina. Su historia se recorre por sus magníficos puentes de madera, que hoy conviven con obras maestras de la arquitectura contemporánea. Aquí, el día a día son atardeceres a orillas del lago con una copa de vino, aire limpio de montaña y una agenda repleta de conciertos. Reserva ya un fin de semana para entender por qué Lucerna es la ciudad más visitada de Suiza.