Con el buen tiempo, su encantador casco urbano se enmarca en un perfecto cuadro de prados verdes y cielos luminosos, recortados por las cumbres de los Alpes. A sus coloridas calles, su imponente biblioteca y su rica herencia se suma el aliciente de asomarse a esta zona de la Suiza oriental, entre el lago de Constanza y la región de Appenzeller. ¿Reservas un fin de semana en la agenda?