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Cuando cae la noche, especialmente ahora que empieza el buen tiempo, los alrededores del lago se convierten en el punto de salida obligada, terrazas, atracciones, restaurantes, nadie se queda en casa

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Uno de los monumentos más emblemáticos, la fuente Jet d'Eau con su espectacular chorro de agua que alcanza una altura de 140 metros

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Un ejemplo de como se mueve Ginebra es el multiespacio Les enfants terribles dedicado a nuevos creadores y artesanos y cuyo mobiliario (a la venta) es obra de uno de los fundadores del local

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Estás en un museo el MAMCO (Museo de Arte Moderno y Contemporáneo) un laboratorio para artistas jóvenes, también un apoyo ya que parte del personal son artistas que aún están desarrollándose y que se difiere de otros museos porque aquí se promueve la ironía

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Una tienda que es casi una obra de arte, en Septième Etage los diseñadores son mayoritariamente americanos (como su propietaria) y en el sótano sus paredes están pintadas por el creador cubano-americano Rubén Toledo

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Las calles con encanto de la parte antigua con sus terrazas preparadas para llenarse de gente incluso en invierno

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Bain des pâquis en el lago y en el centro de la ciudad, es la playa de Ginebra en verano y además un gran espacio wellness al que ir a comer, tomar algo, nadar, etc...

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El pintoresco Cottage café, frente al embarcadero y Quai du Mont-Blanc con magníficas vistas al lago

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El lago a cuyas orillas se distribuye y los Alpes, con el Mont Blanc destacando, forman el espectacular paisaje sobre que se ha distribuido la cosmopolita y multicultural Ginebra

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La catedral de Saint-Pierre, centro neurálgico de la parte medieval y un estupendo punto de partida para recorrer a pie el centro histórico

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La mejor opción para cruzar el lago, las mouette

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Una imagen de Geneva Girls Guide creada por la oficina de Turismo y que ofrece ventajas para quienes la adquieran además de planes estupendos y muy alejados de la oferta turística convencional

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Carouge, con su arquitectura única inspirada por los italianos que formaron el barrio que hoy es casi visita obligada en domingo para los habitantes de Ginebra. Hay, además, una excelente oferta de restaurantes.

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El hotel La Reserve, a cinco kilómetros del centro, es un auténtico oasis de sofisticación y bienestar en un entorno único. En la imagen, su café. Cuenta con cinco restaurantes, 85 habitciones y 17 suites y se llena de visitantes de la zona que van a pasar el día o el fin de semana y disfrutar de sus restaurantes y su oferta al aire libre

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El restaurante Lauren, en el hotel La Reserve, situado junto al spa con la piscina que se abre a la terraza con el buen tiempo. Delicadeza máxima para acabar tu viaje en una experiencia de relax

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¿Un capuccino? No, una deliciosa crema de castañas en La Cantine des Commerçants. Es una capital gastronómica y su oferta es extensísima y muy variada

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