Desde que Spielberg les colgara la etiqueta de devoradores de hombres, encontrarse cara a cara con uno de estos escualos en las costas de Suráfrica es todo un desafío. Desde Gansabaai, cerca de Ciudad del Cabo, salen expediciones en su busca que incluso permiten descender en una jaula para verlos a dos palmos dentro del agua. El encuentro, en temporada alta, está garantizado casi al cien por cien.