Géisers, glaciares, cascadas, campos de nieve… Islandia –la tierra de hielo, como ya de entrada advierte su nombre– atesora un soberano muestrario de cuantas expresiones posibles tiene el agua. De entre todas ellas, pocas proporcionan un placer comparable al de sumergirse cuando el frío arrecia en las aguas termales de su Laguna Azul.
Un grupo de bañistas se relajan en la Laguna Azul de Islandia, un balneario natural donde refugiarse del frío.
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Parque Nacional de Thingvellir, en Islandia, donde se puede contemplar la división que crean las placas tectónicas.
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Los icebergs se esparcen por las aguas del lago Jokulsarlon, en un paisaje islandés de cine que ha servido de escenario para una de las películas de James Bond, 'Muere otro día'.
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El famoso Geysir de Islandia, que en islandés quiere decir 'emanar' y que dio nombre a este famoso fenómeno natural.
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Cascada de Gullfoss, Islandia.
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Cascada de Seljalandsfoss, Islandia.
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El Parque Nacional del Thingvellir, al sur de Islandia, alberga el parlamento más antiguo del mundo, que se reunió por primera vez en el año 930 después de Cristo.