Encaramado en un peñón de piedra caliza y oteando un paisaje de valles y acantilados, esta pequeña localidad de la provincia de Tarragona es, por méritos propios, un pueblo de cuento donde pasear por sus callejuelas de sabor medieval, descubrir sus leyendas protagonizadas por bellas nobles moriscas y disfrutar de sus puestas de sol.