Una escapada a la comarca orensana del Ribeiro para descubrir la minúscula aldea de Pazos de Arenteiro, donde la nobleza del vino, los buscadores de plata y hasta la Orden de Malta han marcado su vida.
Declarada conjunto histórico-artístico en 1973, Pazos de Arenteiro fue durante la Edad Media una de las principales encrucijadas que conducían desde el interior de Galicia a la costa y a Santiago de Compostela.
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Pazos de Arenteiro está festoneado de puentes medievales que encierran historias centenarias, como el Ponte da Cruz, el más antiguo.
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La iglesia de San Salvador, en Pazos de Arenteiro, está vinculada a los caballeros de la Orden de Malta.
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Puerta de la muralla medieval de Ribadavia, que da acceso al barrio judío.
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Puente gótico de San Clodio, que salva las aguas del río Avia, entre Ribadavia y O Carballiño.
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Junto a las históricas, cada vez más bodegas jóvenes se apuntan a la elaboración del exquisito ribeiro, puro sabor gallego.