Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore son los cinco fotogénicos pueblos medievales asomados al Golfo de Génova que sostienen las casitas de colores que trepan por sus riscos. Un inaccesible pedazo de la región de Liguria en el que el hombre supo sacarle partido a la naturaleza, e incluso mejorarla.