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El azul del mar Egeo penetra por todos los rincones de este hotel de diseño isleño.
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El blanco es el color dominante de este sencillo y al mismo tiempo lujoso alojamiento.
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Relajante resulta pasar el día bajo el cielo azul en la piscina infinita.
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Toda una delicia resulta contemplar el mar desde las terrazas de las habitaciones.
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Los huéspedes también pueden recibir variados tratamientos en el spa.
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La mejor manera de acabar el día es culminar la experiencia con una deliciosa comida en el restaurante gourmet Charisma.
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