Solo con decir Retiro nuestra mente viaja a ese oasis verde que da nombre a este distrito y que, incluso para los madrileños, tiene muchos rincones por explorar. Pero Retiro es mucho más: es Patrimonio de la Humanidad, es hogar de uno de los museos más importantes del mundo, es la suma de monumentos históricos y es también el barrio más foodie de la ciudad.
PATRIMONIO MUNDIAL
El entorno urbano entre el Paseo del Prado y el Buen Retiro forma el Paisaje de la Luz, el primer bien de la ciudad de Madrid, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO. Para disfrutarlo, nada mejor que empezar el día con un desayuno en Plenti (C. de Moreto, 17), y visitar después nuestro icono más internacional, el Museo Nacional del Prado, la pinacoteca más visitada de Madrid y una de las mejores del mundo. Para recargar energía, otro de los locales de moda es Aarde (Plza. de la Independencia, 10), de inspiración africana e influencia mediterránea, que está situado a los pies de otro de los símbolos de Madrid, la Puerta de Alcalá. Muy cerca se encuentra la emblemática fuente de la diosa Cibeles, frente al antiguo Palacio de Telecomunicaciones, hoy conocido como CentroCentro (Plza. Cibeles, 1).
Sube a la azotea para comer en Cornamusa contemplando las vistas a la ciudad; o prueba uno de los símbolos de la cocina, Horcher (C. de Alfonso XII, 6), la leyenda viva de la buena mesa que hace gala de una cocina tradicional y un servicio magistral desde 1943.
JOYAS VERDES
Una vista al Parque de El Retiro es también el plan ideal tras una jornada cultural o como antesala del vermut. De hecho, desde hace más de 150 años esta antigua finca privada es el lugar favorito de muchos para hacer deporte, pasear, divertirse en familia o disfrutar simplemente de un poco de naturaleza. Siguiendo caminos y senderos se pueden encontrar rincones como los Jardines de Cecilio Rodríguez, donde ver pavos reales, la Casa de Fieras y el antiguo foso de los monos o la Montaña de los Gatos, sede habitual de exposiciones. Y para admirar la flora y su gran diversidad, otra parada obligatoria es el Real Jardín Botánico, un “museo vivo” con más de 5.500 especies de plantas de todo el mundo.
CULTURA DEL TAPEO
Desde primera hora hay ambiente en la zona de Ibiza, ya sea para desayunar en La Huevería 11 Café & Vino (C. del Dr. Castelo, 11), hacer compras en el Mercado de Ibiza o deleitarse con los famosos croissants de Panem (C. de Fernán González, 42). Pero a partir de mediodía se convierte en el destino de moda para tapear o comer. Nunca fallan las tabernas clásicas: La Castela (C. del Dr. Castelo, 22), que conquistó a Michelle Obama; el restaurante Rafa (C. Narváez, 68), por el marisco y la ensaladilla rusa; o La Raquetista (C. del Dr. Castelo, 19) donde triunfan los torreznos. La tasca madrileña se reinventa en Hermanos Vinagre (C. Narváez, 58), La Retasca (C. Ibiza, 4) y Arzábal Retiro (Av. de Menéndez Pelayo, 13). En Caiño (C. Ibiza, 35) la apuesta es el vino y el picoteo para acompañar y en Kulto (C. de Ibiza, 4) reina la creatividad con sabor a Cádiz y a tradición madrileña. Una eminencia en los pescados a la brasa es Carlos del Portillo, en la cocina de Bistronómika (C. Ibiza, 44) y en los arroces José Luis García-Berlanga, del restaurante Berlanga (Av. de Menéndez Pelayo, 41).
DE TERRAZAS
No hay mal tiempo que amargue un plan al aire libre como el brunch de los domingos del Jardín del Ritz (Plza. de la Lealtad, 5) o una comida en el rooftop del hotel Only You Atocha (Pso. de la Infanta Isabel, 13). Ni tampoco unas copas a media tarde en Florida Park, donde después de que caiga el sol es hora de dejarse atrapar por esta icónica sala de fiestas.
NO TE PIERDAS
Las primeras flores que anuncian la llegada de la primavera son las de los almendros y en el Retiro las verás en el entorno de la noria del Huerto del Francés. Muy cerca está también La Rosaleda, que en esta época está en su mayor esplendor. Y de finales de marzo a mediados de abril pasa por el Real Jardín Botánico para ver el espectáculo de color de la floración de hasta 20.000 tulipanes.