Todas las cataratas que hoy te proponemos tienen un denominador común: ser majestuosas. Tan perfectas que cuesta creer que existan. ¿Piensas que estamos exagerando? Mira este listado y si ya has visitado alguna de ellas, coincidirás en que son únicas. Seguro que otras te faltan y es hora de planificar nuevos viajes, te aseguramos que todas merecen una visita.

VERNAL FALLS (ESTADOS UNIDOS)
En el Parque Nacional Yosemite, en la Sierra Nevada californiana, hay valles profundos, extensos bosques, domos graníticos, secuoyas gigantescas y, sobre todo, cuatro grandes cascadas, entre ellas la de Yosemite Fall, que con casi 800 metros es la más alta de Estados Unidos. Las otras son Vernal Fall, una cortina de agua de 97 metros de altura a cuya cima se puede llegar por un sendero atravesando la neblina de la cascada. Tampoco hay que perderse Nevada Fall y Bridalveilfall.

CATARATA DE DETTIFOSS (ISLANDIA)
Islandia es conocida como la tierra del hielo, pero también, podría ser considerada como la tierra de las cascadas. Cuando las temperaturas comienzan a subir, el hielo se derrite y, al igual que los glaciares, recorre este accidente paisaje alimentando torrentosos cursos de agua que, en su mayoría, se rematan con majestuosos saltos de agua como este de Dettifoss, la cascada más poderosa de Europa.

CATARATAS DEL NIÁGARA (CANADÁ Y ESTADOS UNIDOS)
A lo largo de casi un kilómetro, las aguas del río Niágara, que comunica los lagos Erie y Ontario, se precipitan 50 metros hacia abajo, dando lugar a un espectáculo que corta la respiración. Las cataratas conforman, entre Canadá y Estados Unidos, una de las líneas fronterizas más impresionantes del mundo.

CATARATAS DEL RIN, SUIZA
Situadas al norte de Suiza, a tan solo una hora de Zúrich, se encuentran las cataratas más grandes del continente europeo: 150 metros de ancho, 23 de alto y un caudal que en invierno ronda los 250 m³ por segundo, pero durante el verano llega a alcanzar una media de 700 m³ por segundo. Para contemplarla, hay un sendero con miradores que parte del castillo de Laufen y te posicionan sobre la cascada.

CASCADAS DEL PARQUE NACIONAL DE PLITVICE (CROACIA)
El Parque Nacional de Plitvice es el más conocido de Croacia y lo es, sobre todo, por sus 16 lagos de aguas turquesas y fondos transparentes conectados entre sí por casi un centenar de cascadas que se pueden contemplar libremente por su red de senderos y pasarelas de madera. Si la Unesco lo ha declarado Patrimonio Natural de la Humanidad es porque méritos no le faltan.

CATARATAS DE KAIETEUR (GUYANA)
A 226 metros de altura se precipitan las aguas de esta formación de agua localizada en el centro de Guyana, en América del Sur. Las cataratas Kaieteur, que toman el nombre del Parque Nacional en el que están ubicadas, son cinco veces más grandes que las del Niágara y dos que las Victoria, además de mucho menos conocidas.

CATARATAS DE IGUAZÚ (ARGENTINA Y BRASIL)
Iguazú ofrece la más fabulosa frontera natural que pueda imaginarse. La mayor parte de sus saltos se encuentran del lado argentino, mientras que algunas de sus visitas más sobrecogedoras pueden apreciarse desde el brasileño. Pasar de un lado a otro, pasear en lancha por las cataratas, abrirse camino por las pasarelas que se acercan increíblemente a sus cortinas de agua o practicar el rafting son actividades que permiten disfrutar de esta grandiosidad de la naturaleza como se merece.

CATARATAS DE MALETSUNYANE (LESOTO)
En las tierras altas del pequeño país africano de Lesoto, cerca de la ciudad de Semonkong, surge esta cascada de 192 metros de altura, una de las más grandes de todo el continente, por la que se precipitan las aguas del río Maletsunyane.

CATARATAS VICTORIA (ZAMBIA Y ZIMBABUE)
Las brumas que provoca el río Zambeze al despeñarse por un abismo de más de un centenar de metros de profundidad pueden verse a kilómetros de distancia. Es aquí donde se forman las cataratas Victoria, una poderosísima puesta en escena de la naturaleza entre las fronteras de Zambia y Zimbabue, en cuyos alrededores pueden emprenderse desde safaris para avistar fauna salvaje hasta raftings por los rápidos.

SALTO DEL ÁNGEL (VENEZUELA)
Suma muchos más alicientes, pero Canaima es mundialmente famoso, sobre todo, por atesorar en su descomunal superficie el Salto del Ángel, la catarata más alta del mundo, con cerca de un kilómetro de caída libre que se derrama atronadora sobre esta porción de la selva venezolana sembrada de tepuyes.

CATARATAS DE OUZOUD, MARRUECOS
Puedes visitar este impresionante y peculiar salto de agua con una excursión (algo más de dos horas) desde Marrakech. Las de Ouzoud son las cascadas más conocidas, y de mayor altura, de Marruecos. Con sus 110 metros de caída, las aguas del río Ouzoud se van desplomando en pozas de diferentes tamaños en donde puedes darte un baño en la parte baja. Pese a estar en plena naturaleza, la parte final está llena de restaurantes y negocios donde los turistas reposan tras la jornada.

CASCADAS DEL FIORDO DE MILFORD SOUND (NUEVA ZELANDA)
El fiordo de Milford Sound, que abre una sinuosa lengua de agua a través de quince kilómetros tierra adentro, es tal vez uno de los parajes más sublimes de la Isla Sur de Nueva Zelanda, el más visitado del Parque Nacional de Fiorland. El fiordo tienen su máxima expresión en las llamadas Lady Bowen o las más alejadas Stirling.