Entra paredes de roca, muchas veces estrechas y sombrías y con el frescor constante del agua como compañero de viaje, hay pasarelas y puentes colgantes en Europa que ofrecen grandes dosis de aventura. Si buscas rutas espectaculares y no eres escalador, estos caminos te llevarán a descubrir la fuerza de la naturaleza desde dentro, sintiéndola cerca, casi al alcance de la mano. Una experiencia que mezcla vértigo, belleza y emoción en estado puro.

GARGANTA DE STANGHE, ITALIA
Un cañón estrecho y profundo, pasarelas de madera suspendidas, cascadas potentes, paredes de mármol pulidas por las aguas durante siglos… La ruta por la garganta de Stangue tiene todos los ingredientes para disfrutar. Está a 5 kilómetros del pueblo de Vipiteno, en el norte de Italia, muy cerca de la frontera con Austria, y recorre el desfiladero por el que corren las aguas del río Racines. Una caminata sencilla, ideal para hacer en familia, e inmersiva gracias al sonido del agua, la cercanía de las rocas y la vegetación exuberante.

PASARELA DE HOLTZARTE, FRANCIA
En los Pirineos franceses, a solo 10 kilómetros del paso de Larrau, que conecta con el valle navarro del Roncal, descubrirás la pasarela colgante que se eleva 150 metros sobre el cañón de Olhadubi. Para acceder a ella, tienes que comenzar una caminata desde el puente de la Mouline, cerca del albergue Logibar, siguiendo un sendero bien señalizado que bordea el río Olhadoko Erreka y atraviesa frondosos bosques. El recorrido hasta la pasarela lleva alrededor de 50 minutos y ofrece vistas espectaculares del desfiladero.

PASARELAS DEL PAIVA, PORTUGAL
Elegidas en los World Travel Awards de 2024 (los Oscar del Turismo) la mejor atracción turística de aventura, los 8 kilómetros de pasarelas de madera de Arouca, a una hora de Oporto, permiten adentrarse en uno de los cañones fluviales más espectaculares de Portugal. Se disfruta tanto caminando suspendido sobre el río Paiva como cruzando el puente colgante peatonal más largo del mundo, que, con algo más de 1 kilómetro de longitud, se eleva sobre las aguas.

GARGANTA DE VINTGAR, ESLOVENIA
Entre paredes de hasta 100 metros de altura se abre paso el río Radvona a solo unos kilómetros de Bled, en el norte del país, dando forma a una garganta de 1,6 kilómetros de largo que se puede recorrer a través de puentes y pasarelas de madera suspendidas a ras de las aguas cristalinas de color turquesa. En el camino se ven de pozas, rápidos y saltos entre una cerrada vegetación que culmina en la cascada Sum, que, con 13 metros de altura, es la más alta de Eslovenia.

PASARELAS DE LA GARGANTA DE DURNAND, SUIZA
Un circuito de pasarelas, plataformas y escaleras de madera adosadas a la roca lleva a través de un desfiladero impresionante, tallado durante miles de años por el torrente Durnand en la naturaleza alpina. Situadas en Bovernier, permite admirar, con un ruido ensordecedor del agua de fondo, una sucesión de 14 cascadas en un entorno natural impresionante.

EL CAMINITO DEL REY, MÁLAGA
El río Guadalhorce ha labrado durante miles de años entre las sierras de Ronda y Antequera una angosta garganta por la que discurre un sendero al que dio nombre el rey Alfonso XIII. Una verdadera obra de ingeniería de principios del siglo XX que conectaba los saltos de agua del Chorro y del Gaitanejo y hoy se recorre, en buena parte, por pasarelas a 100 metros de altura que cuelgan de sus paredes de roca. La aventura, reservada para los que no sufren de vértigo, tiene 7,7 kilómetros y el punto de partida es la localidad de Ardales (caminitodelrey.info).

PASARELAS DE LIECHTENSTEINKLAMM, AUSTRIA
El río Großarler Ache ha modelado en pleno corazón de los Alpes un desfiladero de 4 kilómetros de largo y paredes de 300 metros de altura próximo a la ciudad de St. Johann im Pongau, en el valle del Salzch. Se recorre parcialmente mediante pasarelas de madera suspendidas sobre el cañón muy cerca del agua hasta llegar a la cascada final. La moderna y espectacular escalera en espiral Helix que parece flotar entre las rocas es su punto más fotogénico.