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Zahara de la Sierra, Cádiz© Alamy Stock Photo

ANDALUCÍA

Disfruta de Cádiz en primavera: 8 planes con los que te enamorarás del sur

Porque a esta tierra llena de contrastes le sobran razones por las que lanzarnos a disfrutarla. Aquí van algunas de ellas.


1 de abril de 2025 - 7:45 CEST

La primavera ha arribado con fuerzas y los largos días de lluvia ya van dejando paso a esos rayitos de sol que tanto echábamos de menos. Sobre todo, en el sur: Cádiz vuelve a mostrarse más jubilosa que nunca y no escatima en propuestas y planes para que nos lancemos, sin miramientos, a disfrutar de sus bondades. Y no importa si es explorando algunos de sus pueblos de interior, bañándonos en las prístinas aguas de sus costas o dando buena cuenta de su deliciosa gastronomía: todo apetece en esta época. Así que hemos revisado el mapa gaditano y elegido algunas de las múltiples posibilidades con las que tentarte al goce. ¿Con cuál de todas te quedas?

zahara sierra 3a© Shutterstock

AL AGUA PATOS EN ZAHARA DE LA SIERRA 

Una de las paradas clave en cualquier ruta que se precie por los Pueblos Blancos de Cádiz —aunque, ojo, no será la única en esta lista— deberá de ser en este pueblito serrano de blanco caserío a cuyos pies se despliega el embalse de Zahara-El Gastor. Y sí, este es precisamente el reclamo que nos trae hasta aquí, pero antes, ¿por qué no explorar un poco las bondades de la localidad? Así que habrá que concentrar fuerzas y subir hasta la Torre del Homenaje, esa que se alza en la cima de la peña entre restos de un castillo de época nazarí del que quedan apenas recuerdos. En la plaza de San Juan los vecinos se reúnen para tomar unas tapas en alguno de sus múltiples bares o restaurantes, así que, ¿qué tal si hacemos lo propio? Finalmente, eso sí, descenderemos hasta las turquesas aguas del embalse para animarnos con la práctica de alguna de las actividades acuáticas que en él se ofertan. ¿Hace una ruta en kayak? ¿O mejor aventurarse con la tabla de paddle surf? Sea como sea, la diversión estará asegurada.

Restaurante Casa Bigote, Sanlúcar de Barrameda, Cádiz

UNOS LANGOSTINOS EN SANLÚCAR

Eso de encontrarse en plena desembocadura del Guadalquivir, con las espectaculares playas del Parque Natural de Doñana al otro lado, y la brisa marina abrazando cada recoveco de sus calles, es ya toda una delicia. Pero es que Sanlúcar de Barrameda, además, alardea —porque puede— de contar con una de las ofertas gastronómicas más apetecibles del mundo: ahí están sus famosos langostinos y sus tortillitas de camarones para dar fe de ello. Así que habrá que escaparse a esta localidad gaditana a pasear mientras admiramos las fachadas de sus casas palaciegas, aventurarnos a visitar su mercado de abastos —todo un espectáculo— y adentrarnos en sus bodegas, repartidas por todo el pueblo. Para rematar, con una copa de manzanilla en la mano, tocará degustar sus grandes reclamos culinarios en referentes como Casa Balbino (casabalbino.es) o Casa Bigote (restaurantecasabigote.com).

Ruinas de Baelo Claudia, Bolonia, Cádiz© Alamy Stock Photo

BOLONIA SIN MOJARSE LOS PIES

¿Quién dijo que la playa, en Cádiz, sea sinónimo únicamente del vuelta y vuelta bajo el sol o de un apetecible chapuzón? Vale que tener las fascinantes playas de Bolonia frente a nosotros será una tentación, pero es que, en este rinconcito de la costa gaditana, hay mucho más. ¿Por ejemplo? El conjunto arqueológico de Baelo Claudia, las ruinas romanas de la ciudad fundada en el siglo II a. de C. que conforman uno de los mejores ejemplos de urbanismo de la época. Y las tenemos ahí, pegaditas al mar. Así que será un plan perfecto recorrer sus diferentes sectores, entre los que encontraremos termas, templos, acueductos, un foro, viviendas y hasta un teatro que llegó a albergar a 2000 personas. El centro de interpretación nos servirá para hacernos una mejor idea de lo grandioso que llegó a ser el lugar. ¿De regalo? Un pescaíto frito en cualquiera de los restaurantes vecinos, y subir a lo más alto de la inmensa duna móvil para contemplar el atardecer. Nada más que añadir.

La Caleta, playa de Cádiz© © SOULARUE Guillaume / Hemis.fr

CÁDIZ-CÁDIZ SIEMPRE ES BIEN 

Hombre, ¡y tanto! Porque el ambiente que se respira en las calles de la capital más animada del mundo es de otro universo. Sobre todo, si vamos un poquito más allá y nos vamos de Puertas de Tierra para adentro: ahí está la verdadera Cádiz. La que se respira en barrios como el de La Viña o del Pópulo. La que se vive tomando unos churros con chocolate —o unos chicharrones, oiga— en su mercado de abastos. La que conquista en un paseo por La Caleta invitándonos a dejarnos llevar, a contemplar la vida pasar con un cartucho de pescaíto entre las manos y las vistas al castillo de Santa Catalina y al Balneario de La Palma. Sus míticas torres-miradores cuentan historias del pasado, cuando la Casa de la Contratación se estableció en Cádiz y la ciudad se hizo con el monopolio marítimo de las Indias occidentales. Una escapada con la que alimentar el alma a lo grande.

Parque Natural de los Alcornocales, Sierra de Grazalema, Cádiz© Alamy Stock Photo

PURA NATURALEZA EN EL PARQUE NATURAL DE LOS ARCORNOCALES 

Hablamos del último bosque subtropical de Europa: es decir, son palabras mayores. Y uno de los edenes gaditanos, quizás, más desconocidos. A tiro de piedra de otros grandes reclamos, tanto costeros como de interior, el Parque Natural de los Alcornocales es, además, el bosque de alcornoques más grande del mundo. ¿Acaso necesitamos más excusas para visitarlo? La mejor manera, animándonos con alguna de las actividades que se pueden realizar en su interior. Ya sea haciendo alguna de las múltiples rutas de senderismo que se reparten por sus casi 180.000 hectáreas, realizando una excursión para recoger setas, aventurándonos a hacer barranquismo o explorando sus entrañas en bicicleta, el resultado será el mismo. Acabaremos enamorándonos de este territorio tan auténtico y especial. Para los más pajareros, además, el parque resulta un verdadero paraíso: el número de aves que se pueden avistar aquí es sorprendente. 

El Cuartel del Mar, Chiclana, Cádiz

CONCIERTO ENTRE VELAS EN CHICLANA 

Chiclana concentra en sus calles la esencia de lo que Cádiz significa, y recorrer sus callejuelas es embriagarse de ese calorcito, no solo natural, sino también humano, que desprende su gente y sus tradiciones. Aquí habrá tiempo para probar los vinos de sus ya escasas bodegas, para comer —siempre es buen plan— y para visitar sus iglesias de San Juan Bautista o de San Telmo. También para animarnos con una visita a sus salinas, perdernos por las calles del antiguo poblado de Sancti Petri, o para un concierto de lo más especial a la luz de las velas. Y te preguntarás, ¿cómo es eso? Muy fácil: en El Cuartel del Mar (elcuarteldelmar.azoteagrupo.com), uno de los restaurantes a pie de playa más emblemáticos, ya no solo de Chiclana, sino de todo Cádiz, ofrecen mensualmente un espectáculo de música entre cientos de velas que va seguido de una cena de lo más especial comandada por el chef Manuel Berganza. Un planazo en toda regla para las noches primaverales de Cádiz. 

Bodegas de Jerez de la Frontera, Cádiz© Consejo Regulador Jerez-Xeres-Sherry

DE BODEGA EN BODEGA POR LAS CALLES DE JEREZ

Sabemos que no estamos siendo demasiado originales en esta ocasión. Pero, ¿cómo hablar de Cádiz y no marcarnos una escapada a disfrutar de esos caldos que tantísimo nos gustan? Así que aquí va un plan eminentemente enológico: hacer una ruta por algunas de las bodegas más emblemáticas de la ciudad, las más conocidas y las menos, para alegrarnos la vida entre copitas de fino, amontillado, palo cortao y oloroso. No podrá faltar en la lista la mítica González Byass (gonzalezbyass.com) cuyas visitas guiadas son toda una clase de historia sobre la temática. Tampoco Valdespino (grupoestevez.es/valdespino.cfm), en la que, además de caminar entre botas centenarias, podremos acercarnos a conocer sus viñedos a las afueras de la ciudad. En Bodegas Tradición (bodegastradicion.es) tendremos la oportunidad de degustar sus vinos mientras admiramos sorprendentes obras de arte en su pinacoteca, aunque no podrán faltar tampoco en el plan Bodegas Faustino González (bodegasfaustinogonzalez.com), Bodegas El Maestro Sierra (maestrosierra.com) o Bodegas Fundador (bodegasfundador.site).

Calle de Ubrique, Cádiz© Alamy Stock Photo

ARTESANÍA QUE TRASPASA FRONTERAS EN UBRIQUE

La última parada nos lleva, en esta ocasión, de nuevo hasta el corazón de Cádiz: allí, en pleno Parque Natural Sierra de Grazalema, se encuentra este pequeño pueblito de esencia rural a la que acuden, a menudo, grandes empresarios de firmas como Gucci, Dior o Adolfo Domínguez. ¿La razón? La inmensa tradición artesana que llevan décadas desarrollando sus curtidores. Es decir: el cuero es aquí el amo y señor de todo, y de sus talleres y fábricas salen piezas de enorme valor encargadas por importantes sellos de la moda. Para aprender un poquito más sobre su historia, nada como visitar el Museo del Cuero, aunque no podrá faltar en la ruta una parada en alguno de sus talleres para, por último, respirar el aire puro de la sierra sentados en la terraza de cualquier bar. Con un vinito y una tapa de queso de leche de cabra Payoya, la vida tendrá otro color.  

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