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Bajo el lema “Go! Borderless”(vamos!, sin fronteras) el pasado 8 de febrero las ciudades transfronterizas de Nova Gorica y Gorizia se estrenaron como Capitales Culturales de Europa 2025, título que comparten con la localidad alemana de Chemnitz. En la línea de aquella afirmación del excanciller alemán Helmut Kohl, hace ya algunas décadas: “Europa es una idea, un concepto de la paz y del entendimiento”, estas localidades gemelas son pequeños laboratorios donde las diferencias no se borran, sino que se celebran como parte de un tejido común de una Europa más rica y compleja.
Una gran fiesta en la Plaza Transalpina, que antes dividía ambos países y hoy es símbolo de la unidad europea, dio el pistoletazo de salida a un hito que marcará un antes y un después en la biografía de esta tierra fronteriza. Los ciudadanos de esta región han sido testigos de una convivencia que no siempre ha sido fácil. Divididas pero unidas. Aquí se dan la mano la esquina más oriental del mundo latino con el universo eslavo.
© Alamy Stock Photo¿QUÉ VA A PASAR EN 2025 EN ESTAS CIUDADES?
La elección del 8 de febrero para la celebración de la ceremonia inaugural no es una casualidad. Esta jornada es muy especial para todos los eslovenos, ya que conmemora la muerte de su poeta más internacional: France Prêseren. Los viajeros que quieran participar en esta gran fiesta de la cultura tienen la oportunidad de explorar la atractiva región durante todo el 2025. Destacan las marchas que tendrán lugar de forma simultánea entre el 1 y 9 de mayo en varias ciudades europeas divididas por fronteras nacionales, así como el 'Taste Without Borders', un popular festival gastronómico y enológico (26-28 de septiembre). En diciembre, entre los días 1 y 5, tendrá lugar una espectacular ceremonia de clausura que coincidirá con el tradicional encendido de luces navideñas en ambas ciudades.
© Alamy Stock PhotoModa, exposiciones, espectáculos, conciertos, ecología, cine, arquitectura, gastronomía o deportes serán protagonistas de diferentes actos durante todo el año.
Nova Gorica y Gorizia vivirán este 2025 en una fiesta continua. Moda, exposiciones, espectáculos, conciertos, teatro, ecología, desarrollo sostenible, cine, arquitectura, gastronomía, tecnología y deportes serán protagonistas de diferentes actos durante todo el año. Sin duda, uno de los proyectos más importantes es el EPIC (Plataforma Europea para la Interpretación del siglo XX), un nuevo espacio expositivo con una colección permanente sobre la complejidad de la historia del siglo pasado, un lugar para eventos y una plataforma para el diálogo.
BARRERAS DESDIBUJADAS
En esta tierra donde las fronteras han ido cambiando el grosor a lo largo de la historia, es muy reconfortante experimentar que hoy en día estas barreras se han desdibujado. Si os animáis a explorar esta doble ciudad os daréis cuenta de que resulta prácticamente imposible contar las veces que cruzamos a pie a un lado u otro de la frontera. En ambos lados, el esloveno se alterna de forma indisimulada con el italiano. Ciudadanos de ambos países comparten animadas charlas y aperitivos en mesas donde exquisitos vinos friulanos se mezclan con el teran esloveno en catas que celebran la diversidad vitícola de la región.
Los chefs locales han creado menús que fusionan la pasta italiana con las técnicas de fermentación eslavas, dando lugar a una gastronomía verdaderamente transfronteriza.
En el lugar donde confluyen las almas latina y eslovena, descubrimos un precioso lienzo donde conviven los Alpes Julianos, las aguas cristalinas del río Soča, el fértil valle de Vipava o las colinas de Brda, donde se cultivan los vinos eslovenos más prestigiosos. En el corazón de estos estremecedores parajes naturales, las ciudades de Gorizia y Nova Gorica nos esperan para desvelarnos su intrigante biografía.
NOVA GORICA, CIUDAD UNIVERSITARIA CON ALMA EMPRENDEDORA
Popularmente conocida como la ciudad de las rosas, esta urbe universitaria que es Nova Gorica nació tras la Segunda Guerra Mundial, cuando la nueva frontera trazada en septiembre de 1947 dividió la región de Gorizia entre Italia y Yugoslavia. La localidad de Gorizia, la única que existía en ese preciso lugar, pasó a formar parte de Italia y se decidió crear una nueva ciudad (Nova Goriza). Los primeros habitantes llegaron a principios de los 50, la mayor parte provenientes de zonas rurales cercanas. Poco a poco, las autoridades consideraron la necesidad de atraer a la nueva urbe médicos, ingenieros, arquitectos...
Otra de las peculiaridades de esta urbe joven es que alberga el casino más grande de Europa, el Casino Perla, construido en 1993. Ya en 1984, nació Portorose, que se convirtió en el principal centro de juegos de azar de la antigua Yugoslavia. A este le siguieron otros muchos, consolidándose como un destino popular para los aficionados a los juegos de azar. Es importante mencionar que al otro lado de la frontera están prohibidos los casinos.
Como sucede con todos los lugares de nueva creación, Nova Gorica siempre ha sido un laboratorio de tendencias donde se han llevado a cabo interesantes y modernos experimentos. El más reciente, la nueva zona o distrito EPK, junto a la Plaza Europa. Ya en 1966, muy cerca de la plaza Bevk, hoy la plaza central de la urbe, se diseñó el primer centro peatonal de Yugoslavia inspirado en la primera zona peatonal de Europa ubicada en Rotterdam.
© Getty ImagesLOS 5 IMPRESCINDIBLES DE NOVA GORICA-GORIZIA
Este es un buen campamento base para los amantes de los deportes de aventura, el senderismo o la enología. Su privilegiada ubicación entre las regiones de Karst y Brda en un paisaje salpicado de fértiles colinas, huertos frutales y viñedos convierten a esta ciudad juvenil en un destino de postal. Estos son los must que no te puedes perder:
ESTACIÓN DE TREN Y MUSEO DE LA FRONTERA
En la Plaza Transalpina (conocida también como Plaza Europa) se encuentra el edificio histórico más antiguo de Nova Gorica, una imponente estación de tren inaugurada en 1906, con la puesta en servicio del tramo Jesenice-Trieste de la línea ferroviaria Viena-Trieste. Antiguamente, esta fue la estación de la ciudad de Gorizia, pero cuando se instauraron las nuevas fronteras en 1947 se produjo una insólita situación: la línea ferroviaria quedó en manos de Eslovenia y la plaza ubicada frente a la estación, donde hasta la fecha se situaba la línea fronteriza, quedó dividida entre los dos países.
Aquí podréis tomar una de las instantáneas más intagrameables de vuestro viaje. Solo tenéis que acercaros a la placa que está situada en el centro de la plaza y que simboliza esta disparidad. A la derecha leemos Eslovenia y a la izquierda Italia. En cada rincón de este simbólico lugar se respira el peso de la historia en letras mayúsculas. En 2004, el entonces presidente de la Comisión Europea Romano Prodi celebró el ingreso de Eslovenia y otros países del bloque socialista en la Unión Europea. El interior de la estación alberga un museo que narra la metamorfosis de estos territorios fronterizos.
© Matej Kastelic / Alamy Stock PhotoMONASTERIO DE KOSTANJEVICA
Desvelamos otra de las grandes sorpresas del viaje. ¿Sabíais que en el interior de este convento franciscano reposan los restos del último Borbón francés junto a los de su familia y su ministro de corte? En lo alto de una colina desde la cual se vislumbran las siluetas de ambas ciudades, podréis rendirle honores al rey Carlos X de Borbón, único rey francés sepultado fuera de Francia. Acogido por los Habsburgo tras años de fuga, murió de cólera en 1836 tan solo 17 días después de llegar a este territorio y fue sepultado en el que actualmente es un convento franciscano. El monasterio es uno de los edificios barrocos mejor preservados de Eslovenia. Este increíble lugar esconde además un jardín botánico con una colección de más de 50 especies diferentes de rosas, entre ellas la Rosa Borbón. Desde esta hermosa ubicación es posible caminar hasta Goriza, en Italia, a través de un sendero que en cinco minutos os dejará en el casco antiguo de la ciudad italiana.
© Tomka / Alamy Stock PhotoCASTILLO MEDIEVAL DE GORIZIA
Igual que el monasterio, esta majestuosa fortaleza es una de las joyas que pertenecen al patrimonio compartido entre ambas localidades fronterizas. Construido en el siglo XI sobre una colina, conserva varios elementos originales como sus torres medievales, que rompen el horizonte con la dignidad de un anciano que ha visto pasar imperios. Esta fortaleza es el lugar ideal para tener una perspectiva de las ciudades gemelas.
CASCO ANTIGUO DE GORIZIA
Importante centro cultural y comercial del imperio austrohúngaro, cada rincón de esta pequeña urbe vibra con los miles de estudiantes que la habitan. En la región italiana de Friul-Venecia Julia, esta atípica ciudad es cruce de culturas románica, eslava y germánica. El palacio Coronini Cronberg, rodeado de un parque de estilo romántico, es una de sus joyas arquitectónicas. El edificio cuenta con 15 habitaciones totalmente amuebladas. Y para captar el espíritu de esta 'ciudad de trincheras', qué mejor que visitar el Museo de la Gran Guerra, ubicado en el sótano de las casas Dornberg y Tasso, del siglo XVI.
© Getty ImagesPUENTE DE SOLKAN
Dejamos para el final de nuestro recorrido la visita a uno de los enclaves más icónicos de Eslovenia. Inaugurado en 1906, es el mayor puente ferroviario construido en piedra con forma de arco del mundo. Con una longitud de 85 metros y 220 de altura, en su origen perteneció al ministerio austrohúngaro de infraestructuras ferroviarias. El objetivo inicial era mejorar la comunicación entre Viena y el puerto austrohúngaro de Trieste.
Bajo la espectacular silueta del puente, las cristalinas aguas del río Soča discurren tranquilas hacia el Adriático. En las descripciones de la época se habla del “más bello puente” sobre el “verde esmeralda del Soča”. Hoy sigue siendo parte de una de las rutas en tren más pintorescas de Eslovenia que une los maravillosos valles alpinos de Bohinj y el Valle del Soča.
Otra de las perspectivas que no os podéis perder es la panorámica de esta histórica construcción desde alguna de las orillas del río. Y, si tenéis suerte, podréis capturar una increíble instantánea del puente mientras lo cruza uno de los trenes de cercanías eslovenos de color rojo.
En la frontera donde Italia se desliza hacia Eslovenia, dos ciudades reescriben la historia europea en 2025. Y mientras el sol se pone sobre el río Soča, iluminando ambas orillas con la misma luz dorada, uno comprende que aquí puede estar naciendo el verdadero espíritu europeo del siglo XXI.
