Hace días que la capital huele a pólvora, vibra con la mascletà y hay mucho movimiento en los casals, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, donde están expuestos los ninots esperando ser indultados, y en los talleres en los que los artistas ultiman sus creaciones satíricas. Nos hemos escapado un día en tren a la capital del Turia para ser de los primeros en empaparnos del ambiente de una fiesta única y conocer su intrahistoria.
Salimos a las 7:15 de la estación de Chamartín de Madrid y en solo dos horas llegamos a la de Joaquín Sorolla de Valencia. Allí mismo, el primer contacto con la fiesta nos recibe a las puertas, es una falla que reproduce el Roig Arena, el gran recinto multiusos que se inaugurará el próximo mes de septiembre y albergará encuentros deportivos, conciertos y eventos. El futuro Wizink valenciano.
Con Valencia y la fiesta también está vinculado el autor del gran mural urbano situado frente a la estación, en el número 163 del carrer de Sant Vicent Mártir, el cántabro Óscar San Miguel Erice, más conocido como Okuda y creador también del famoso y multicolor faro de Ajo. Lo pintó tres años después de diseñar la falla municipal en 2018. Una llamada al optimismo y a la alegría de vivir que, este año, más que nunca, necesita la ciudad.
Como el día será largo, la primera parada la hacemos en el Mercado de la Imprenta (mercadodelaimprenta.com), que queda muy próximo, y abre sus puertas a las 10 de la mañana, para tomar el famoso y típico esmorzaret. Dos años cumple ahora el espacio gastronómico más grande de la ciudad, que ocupa la que fue sede de la emblemática imprenta familiar de Vila. El edificio de 1904, cuidadosamente rehabilitado conservando su estructura y elementos originales –paredes de piedra, suelos de cerámica de Nolla, maquinaria y antigua cartelería pintada a mano…– está cambiando el barrio Arrancapins. Nos lo cuenta Rafa Navarro, su director: “Es una joya desconocida para los mismos vecinos”, y seguirá creciendo con las antiguas viviendas de los trabajadores, que acogerán próximamente espacios culturales, de restauración e incluso alojamientos. “La idea es crear un barrio dentro del barrio”.
"El Mercado de la Imprenta es una joya desconocida para los vecinos de Arrancapins, la idea es crear un barrio dentro del barrio"
Los casi 2000 metros cuadrados de la antigua nave industrial son hoy un gran espacio diáfano con enormes palmeras preservadas donde se reparten una veintena de puestos en sus dos plantas y una barra central de bebidas, para disfrutar de la mañana a las 12 de la noche del tardeo, la merienda, las catas, la cena o el esmorzaret. Probamos este en la sucursal del Asador Pastoret, el conocido bar de almuerzos XL de Náquera. Sus bocadillos de barra entera (o media), rellenos de pollo, codillo, oreja de cerdo o carne de caballo, dejan exhausto. Antes, para abrir boca, altramuces y olivas de aperitivo, y, para el final, el cremaet, el café valenciano hecho a partir de azúcar, limón y ron. Cumplido de principio a fin con el ritual.
Las Fallas también están presentes estos días en el mercado, con un guiño en su decoración a la fiesta que su director vive intensamente. Tanto es así que declara ser un verdadero ‘friki’ de la indumentaria tradicional fallera masculina. “Estoy recuperando modelos antiguos a través de litografías”, nos cuenta. Entre los tres tipos de trajes que hay –saragüell, huertano y el más elegante torrentí–, Rafa Navarro tiene colgados en su armario 16 trajes –42 combinaciones– con los que desfila junto a su falla Ribera-Convento Santa Clara, de la Federación Sección 1ªA.
HUELE A PÓLVORA
Hasta la noche del 15 al 16 de marzo que tiene lugar la plantà, el momento en que se instalen los cerca de 800 conjuntos escultóricos que este año arderán en las intersecciones de muchas de sus calles, el punto de reunión de visitantes y locales en el casco antiguo es la plaza del Ayuntamiento, epicentro de la fiesta. Aquí cada día, a las 14 horas, tiene lugar la mascletá que hace temblar la ciudad durante 10 minutos. Un sonido atronador que para los valencianos es mucho más que un espectáculo pirotécnico, es una explosión de emoción, tradición y sentimiento.
A dos pasos queda la sede de la falla Ribera-Convento Santa Clara, más conocida como Casal Telefónica, pues la fundaron los empleados de esta compañía hace ya más de 50 años. Francisco Romero, miembro de la comisión y presidente durante más de una década de la sección 1ª, nos invita a entrar para explicarnos la actividad que se vive estos días en este lugar de encuentro, con cenas, música y eventos y contarnos las claves de la fiesta. Nos muestra también el boceto del monumento de 14 metros de altura y 1500 kilos de peso que en unos días plantará en su lugar bajo el lema Quant més sucre, més dolç, con el que quieren poner azúcar a la edición de las Fallas más emocionante, “este año todas las comisiones falleras llevaremos un crespón negro en nuestra señera”.
La parada para comer la hacemos en Lalola (lalolarestaurante.com), muy cerca de la catedral, donde probamos sus arroces con producto de la huerta, el campo y el mar seleccionado en el Mercado Central de Valencia. Cuentan con un menú Fallas a mediodía (32 €), como ofrece también el nuevo hotel Estimar Valencia 4 & one (estimarhotels.com), abierto hace solo unos meses en la sede central de un banco de la calle Pintor Sorolla, por cuya recepción pasamos para ver la exposición de trajes falleros de Amparo Fabra, con 40 años de artesanía y tradición a sus espaldas en cada puntada.
LAS FALLAS EN EL MUSEO EN VERSIÓN INMERSIVA
En el casco histórico, el antiguo palacio Valeriola reúne la colección privada de arte contemporáneo de la mecenas Hortensia Herrero, que desde que abrió sus puertas a finales de 2023, se ha convertido en el place to be de los museos valencianos. En su interior, obras de los siglos XX y XXI que firman un nutrido catálogo de artistas de prima fila: Tàpies, Chillida, Georg Baselitz, Anselm Kiefer, Cristina Iglesias… Algunas de ellas han sido creadas exprofeso para este precioso edificio que muestra huellas de la historia de la ciudad –una calle de la antigua judería, entre otras–. Es el caso de la de Tomás Saraceno en el patio central, el laberinto de letras de Jaume Plensa en el ábside que da paso al jardín, el túnel de piezas de cristal de Olafur Eliasson o la que estos días nos llama la atención, la videoinstalación Transformer, del británico Mat Collishaw, inspirada en la fiesta grande de Valencia.
NINOTS CON MENSAJE
En el Museo de las Ciencias de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, cerca de 800 ninots propuestos por las 380 comisiones falleras se exponen hasta el 15 de marzo para que los visitantes decidan con su voto que dos figuras (una del monumento grande y otra del infantil) serán indultadas y pasarán a formar parte del Museo Fallero, salvándose de ser quemadas la noche del 19 de marzo en la cremà.
Siguiendo el recorrido propuesto por sus diferentes secciones –hay 8 categorías, según el tamaño, presupuesto y calidad artística del monumento, la más prestigiosa es la Sección Especial–, encontramos falleros, figuras alusivas al ajedrez moderno –que se inventó en Valencia hace ahora 550 años– y personajes reconocibles como el rey Felipe VI, Dabiz Muñoz, Anne Igartiburu, el futbolista Vinicius o Van Gogh. Pero este año la temática de la DANA está muy presente y muchos de los ninots aparecen manchados de barro, como una crítica a su gestión, un homenaje a bomberos, militares y voluntarios que ayudaron en las labores de limpieza de las localidades afectadas o haciendo alusión a la esperanza de resurgir.
"Se debería crear una nueva ciudad fallera artesana y desestacionalizar las Fallas"
EN LOS TALLERES DE LOS ARTISTAS
Valencia tiene una Ciudad del Artista Fallero, donde está el Museo del Gremio y los talleres los que salen los monumentos que arderán en las calles. Allí trabajan Ximo Esteve, Manuel Algarra y José Luis Platero, tres de los artistas que visitamos para conocer de cerca este oficio artesanal que, coinciden todos ellos, no pasa por su mejor momento. “Esperábamos que la declaración de las Fallas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco cambiara las cosas, pero no ha sido así”, dice Ximo Esteve. Se jubilará en breve, pero no tendrá relevo generacional, no es un negocio rentable para sus dos hijos y lanza su sueño: “Se debería crear una nueva ciudad fallera artesana, donde todo el sector del patrimonio, que son muchos, desde bandas de música a pirotécnicos, orfebres, indumentaristas…, que también han sido afectados por la DANA, pudiéramos hacer un Disneyworld para flipar y desestacionalizar las Fallas”.
EL BROCHE DULCE AL VIAJE
Tomar unos buñuelos con chocolate es un imprescindible en Fallas, los de Valencia son buñuelos de calabaza, que ofrecen los pequeños puestos que se instalan en muchas calles de la ciudad o en afamadas chocolaterías como El Contraste (elcontraste.com), en el barrio de Ruzafa. Má innovador es el Pepibuñol que, en esta misma zona, han creado en Pepina Pastel (pepinapastel.es), una fusión entre el clásico buñuelo con un toque moderno irresistible. O su tarta de horchata y fartons, homenaje a los sabores más icónicos de la ciudad.
EL CALENDARIO FALLERO QUE VIENE
Ruta de Fallas
16-19 de marzo, a las 10 de la mañana y a las 15:30
Duración 2 horas y 30 minutos
Precio: 19 € (adultos), 15 € (niños)
visitvalencia.com/fallas
Mascletà
En la plaza del Ayuntamiento
Cada día, hasta el 19 de marzo, a las 14:00 horas
Entrada de Fallas de Sección Especial
Son 9: Almirante Cadarso-Conde Altea, Convento de Jerusalén-Matemático Marzal, Plaza del Pilar, Cuba-Literato Azorín, Exposición Micer Mascó-Arévalo Baca, Na Jordana, Reino de Valencia-Duque de Calabria, Sueca-Literato Azorín y L’Antiga de Campanar
Precio: 16 € (adultos), 12 € (niños)
Venta en oficinas de turismo y visitvalencia.com/fallas
Plantà de las Fallas
15 de marzo (infantiles), 16 de marzo (grandes)
Castillo de fuegos artificiales
Junto al Palau de las Artes
Domingo 16, Lunes 17 y Martes 18, a las 23:59 h
Ofrenda floral a la Virgen
Plaza de la Virgen
17-18 de marzo, desde las 15:30
Cremà de las Fallas
Entre la calle de la Paz hasta la Porta de la Mar
19 de marzo, desde las 20:00
La última en arder es la falla de la plaza del Ayuntamiento, a las 12 de la noche, una obra titulada ‘Fauna Fallera’ del artista Miguel Santaeulalia.
CÓMO LLEGAR
Valencia es una ciudad muy complicada para el tráfico en Fallas, la opción más rápida y económica de disfrutar de la fiesta es llegar en tren, un trayecto de solo 2 horas. Ouigo (ouigo.com) ofrece billetes desde Madrid por 9 € por trayecto y cinco frecuencias al día. A las 7,15 sale el primero y el último de regreso, a las 20:27 horas.