La Comunidad de Madrid alberga 11 villas de gran belleza que han sido reconocidas por la riqueza de su patrimonio cultural y por sus recursos gastronómicos, enoturísticos o naturales, que es lo que las distingue de pueblos, aldeas o lugares. Desde imponentes castillos medievales hasta preciosas calles empedradas, cada uno de estos enclaves te ofrecerá una experiencia única para descubrir su historia. Son todos destinos perfectos para descansar y alejarte del ritmo de la ciudad o para disfrutar de una agradable ruta a pie.
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Manzanares El Real

Manzanares El Real alberga el imponente Castillo Nuevo de los Mendoza, edificado a finales del siglo XV por los duques del Infantado, Diego Hurtado de Mendoza y su hijo Íñigo López, con la colaboración del arquitecto Juan Guas. Esta es una de las fortalezas mejor conservadas de la Comunidad de Madrid, desde donde se contemplan vistas del embalse de Santillana y el cerro de San Pedro. Además, en las proximidades se encuentran las ruinas del Castillo Viejo y el berrocal de formas caprichosas de La Pedriza, descrita por Unamuno como una "escombrera de castillos de mano de Dios, naturales". Esta villa es puerta de entrada al Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, ideal si quieres completar tu visita con senderismo.
Patones
Famoso por su arquitectura negra que la convierten en un ejemplo de conservación del patrimonio rural, Patones de Arriba es el pueblo originario y está enclavado en la Sierra Norte de Madrid. Un pequeño núcleo de casas de piedra y lajas que se adaptan a la roca y empinadas calles empedradas que es todo un reclamo gastronómico y un lugar donde podrás hacer rutas naturales entre enebros y jaras.
San Martín de Valdeiglesias
Numerosos son los atractivos de esta villa, como el castillo de la Coracera, una fortaleza del siglo XV vinculada al noble castellano Álvaro de Luna, y el Bosque Encantado, un jardín botánico con más de 300 esculturas vegetales vivas que se iluminan cuando cae la noche. Pero San Martín de Valdeiglesias es conocido, sobre todo, por sus vinos, que tienen denominación propia dentro de la D.O. Vinos de Madrid. Además, el embalse de San Juan, conocido como la 'playa de Madrid', ofrece actividades acuáticas y la playa Virgen de la Nueva, galardonada con bandera azul desde 2018, un prestigioso galardón que la reconoce a nivel internacional por su calidad y compromiso medioambiental.
Torrelaguna
En el valle medio del Jarama encontramos la que fue cuna del Cardenal Cisneros, y hoy destaca por su patrimonio arquitectónico, en el que se incluye la iglesia de Santa María Magdalena, considerada una joya del gótico madrileño. Una pintoresca villa rica en historia y cultura con un centro histórico medieval y otras joyas monumentales como el convento de las Hermanas Franciscanas, el monasterio franciscano de la Madre de Dios, la Cruz de Cisneros levantada sobre lo que fue su casa, o el antiguo Hospital de la Santísima Trinidad.
Villarejo de Salvanés
Esta localidad es reconocida por su singular castillo, cuya torre del homenaje de planta triangular es única en España, y por su vinculación histórica con la Orden de Santiago. Un paisaje de olivos y encinares bañado por los arroyos del Tajo y el Tajuña agradan la vista. La villa tiene también un interesante museo sobre el cine con curiosos artilugios, que no deberías perderte. Si te quedas a comer en Villarejo de Salvanés no te pierdas las gachas, el conejo al ajillo, las patatas con conejo, los asados de cordero o las judías con perdiz.
Buitrago del Lozoya
Este municipio destaca por su bien conservada muralla medieval del siglo XI que rodea el casco antiguo. Tienes la oportunidad de recorrer sus almenas y disfrutar de vistas panorámicas del río Lozoya. El Belén Viviente es una tradición que atrae cada Navidad a muchos turistas cada año, y el Museo Picasso, rinde homenaje a la relación del artista con un residente local, su peluquero, a quien dejó 60 obras. Buitrago del Lozoya es un encantador destino, de rica herencia cultural e ideal si buscas naturaleza, historia, arte y tradiciones.
Chinchón
Su Plaza Mayor de estilo medieval del siglo XVI es el gran escaparate de Chichón, con 234 balcones de madera, que ha sido escenario de mercados, representaciones teatrales y rodajes cinematográficos, además de albergar corridas de toros desde 1502, cuando se organizó el primer festejo en honor a Felipe el Hermoso y Juana la Loca. Pero Chinchón también es un destacado referente gastronómico en la región, afamado por los ajos, el anís, los asados y el tradicional cocido de taba, una receta ancestral recuperada por el Parador de Chinchón en 1998.
Colmenar de Oreja
Conocida por su tradición vitivinícola, Colmenar de Oreja ofrece la posibilidad de visitar bodegas subterráneas que datan del siglo XVII. Su Plaza Mayor del siglo XVIII, construida sobre el barranco del arroyo Zacatín mediante una estructura de puentes y arcos, es el centro neurálgico de la localidad y el lugar perfecto para disfrutar de una copa de vino. La villa alberga también el Museo Ulpiano Checa, dedicado a un célebre pintor local.
Navalcarnero
Fundada en 1499, Navalcarnero es célebre por su plaza de Segovia, con una estructura irregular pero típicamente castellana, con dos lados porticados y el edificio del ayuntamiento. También es conocida por su historia ligada a la realeza, en cuya Casa de la Cadena el rey Felipe IV contrajo matrimonio con Mariana de Austria en 1649. Visita también la iglesia de la Inmaculada Concepción, el monumento a Isabel la Católica en el histórico parque de San Sebastián, o recorre sus calles en busca de murales de arte callejero.
Nuevo Baztán
Diseñada por Churriguera e inspirada en el sueño y la ambición de Juan de Goyeneche en el siglo XVIII, Nuevo Baztán es un gran ejemplo de urbanismo ilustrado. Un conjunto histórico-arquitectónico que incluye el Palacio de Goyeneche y la iglesia de San Francisco Javier y destaca por su arquitectura barroca. Sus calles empedradas y plazas reflejan la planificación urbanística de la época, una visión única del barroco madrileño.
Rascafría
En el valle del Lozoya, a un paso de las cumbres y lagos de Peñalara, Rascafría es una villa conocida por el Monasterio de El Paular, mandado construir por Enrique II y fundado en 1390. Una joya del arte monacal que cuenta con una rica colección de pinturas de Vicente Carducho. Con un entorno natural privilegiado, es punto de partida de numerosas rutas senderistas, como la que conduce a las cascadas del Purgatorio, la más solicitada, un paraje de gran belleza natural. También es de interés la fábrica de chocolate artesanal San Lázaro, con sus productos elaborados de manera tradicional en plena sierra de Guadarrama.