A la vez que sus compromisos laborales la mantienen ocupada y viajando alrededor del mundo, Teresa Solar Abboud (Madrid, 1985) protagoniza la principal exposición de la temporada invernal del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA). Su retrospectiva Sueño máquina de pájaro se podrá visitar hasta el 9 de marzo y recorre su obra desde la temprana experimentación videográfica, los primeros trabajos cerámicos y sus tentativas blandiformes con diferentes materiales hasta llegar a las esculturas e instalaciones por las que tanto se la conoce, incluyendo además dibujos y cuadernos de bocetos que permiten asomarse a su proceso creativo.
Este proyecto itinerante -comisariado por Tania Pardo, directora del CA2M, y Claudia Segura, responsable de la Colección MACBA, con la colaboración de Irene Calderoni, curadora jefa de la Fondazione Sandretto Re Rebaudengo de Turín- llega a la Ciudad Condal después de pasar por el Museo Centro de Arte Dos de Mayo de Madrid y finalizará su recorrido en Italia. Una oportunidad única de conocer a fondo a una de las artistas de nuestro país con mayor proyección, que ya ha expuesto en las bienales de Venecia y de Liverpool, aparte de en otras instituciones internacionales y nacionales de prestigio.
“Cuando visito por primera vez un espacio en el que voy a exhibir, procuro entender cómo me afecta. Pienso en que es probable que mis sensaciones se parezcan a las de las personas que lo transitarán, y creo que esta reflexión puede ser el mejor puente para conectar con ellas”, señala Solar Abboud en un comunicado. Razón por las que las ochenta piezas que conforman la muestra, y abarcan distintas etapas de su trayectoria, no están colocadas al azar, sino en forma de viaje artístico que dialoga con la arquitectura del museo y nos invita a cuestionarnos cómo los lugares que habitamos impactan en nosotros. “La ciencia ficción y el arte antiguo tienen una enorme influencia sobre el pensamiento de Teresa, así como la interrelación con la generación madrileña de creadores coetáneos con los que ha coincidido. La resistencia del lenguaje y la morfología del habla son otras dos de sus constantes”, explican desde el MACBA. “Su obra tiene una gran voluntad narrativa, suele comenzar con el descubrimiento de una historia o una idea que luego decide explorar en profundidad”, añaden. En una época donde todo es incorpóreo y la imaginación está ausente, Sueño máquina de pájaro nos insta a mirar con las manos y fantasear con la mente.