Entre Sicilia y las costas de África, este archipiélago ha visto desfilar a lo largo de sus 7000 mil años de historia desde fenicios, romanos y árabes hasta los célebres caballeros de la Orden de Malta que han dejado como herencia un rico patrimonio monumental. La presencia de artistas como Caravaggio le dio después una inyección cultural y haber sido colonia británica, la costumbre de que los coches circulen por la izquierda, sus icónicas cabinas de teléfono de color rojo y una población totalmente bilingüe que lo han convertido en destino de cursos de inglés veraniegos. Pero Malta, Gozo y Comino también enamoran por sus paisajes de acantilados y formaciones rocosas, sus calas desiertas y sus bahías color turquesa donde sumergirse en sus fondos marinos, sus senderos para caminar y su esencia rural. Es hora de descubrir poco a poco lo que tienes que ver en el país de la cruz de las ocho puntas.
LA VALETA
Si hay un lugar por donde empezar a descubrir Malta es su capital, una imponente ciudad fortificada de calles en cuadrícula, templos y palacios de piedra dorada concentrada en la península de Sceberras, al abrigo de la fortaleza de San Elmo. El cine está enamorado de este decorado de piedra al que se accede por una espectacular entrada diseñada por Renzo Piano. A poco que te pongas a andar descubrirás el conjunto de piedra del nuevo Parlamento y las ruinas de la antigua Ópera, rescatada como auditorio al aire libre, y esos coloridos balcones llamados 'gallarijas' que apuntan al mar.
Por la calle de la República, la principal, te toparás con la concatedral de San Juan, que guarda dos lienzos de Caravaggio, y el Palacio del Gran Maestre (sede de la presidencia de la República), con su impresionante armería. Dos manzanas más abajo abre sus puertas a las visitas la Casa Rocca Piccola, el palacio del siglo XVI de la familia de Piro, con un precioso jardín y numerosas obras de arte.
La calle más animada de La Valeta es Strait Street, pero también el muelle Valetta Waterfront, recuperado como puerto de cruceros y zona de ocio, un lugar agradable para ir a cenar. En alguna de las tiendas de la calle de Santa Lucía, la de los plateros, podrás comprar como recuerdo la cruz de Malta, y una preciosa vista se admira desde los jardines Barrakka, el punto más alto de la ciudad, donde arranca un bonito paseo que baja por la calle de la Batería.
Justo en frente de La Valeta se distinguen las Tres Ciudades con más historia del archipiélago: Vittoriosa, Cospicua y Senglea, hogar de los Caballeros de la Orden de San Juan.
OTROS LUGARES QUÉ VER EN LA ISLA DE MALTA
Al hipogeo de Hal Saflieni, el monumento más antiguo de Malta, se le estiman 6000 años de antigüedad, anterior incluso que Stonehenge y las pirámides de Egipto. Con cavidades y galerías repartidas en tres niveles, es el único templo subterráneo prehistórico y se cree que su primera función fue como santuario y luego necrópolis. Para descubrirlo tienes que viajar a la ciudad de Paola, al sureste de la isla, muy cerca de La Valeta.
Mdina, la antigua capital –poseedora de la segunda catedral de Malta, dedicada a San Pablo– también tiene una larga historia, como su vecina Rabat y Mellieha, todas ellas ciudades medievales amuralladas. Pero si quieres visitar los lugares donde residen la mayor parte de los estudiantes que vienen a aprender inglés tienes que acercarte a los núcleos urbanos de Paceville, Saints Julians y Sliema.
En la costa este la atracción es el acantilado de Dingli, desde el que podrás llegar pedaleando hasta los templos megalíticos de Hagar Qim y Mnajrda. Aunque en la isla maltesa, vayas donde vayas, siempre habrá algo atractivo: una puesta de sol en el pueblecito de Bahrija, cavernas marinas conocidas como Blue Grotto... Y si quieres más adrenalina, enclaves de escalada como el Valle de Babú, en Zurrieq, o los acantilados de las fortificaciones de Victoria y de Xaqqa.
EN LA ISLA DE GOZO
Desde el puerto de Cirkewwa, al norte de la isla de Malta, parte el ferri que alcanza el de Mgarr, su homónimo en Gozo. Siguiendo haciendo el interior por sus sinuosos caminos descubrirás algunos de sus tesoros históricos: Victoria y su pintoresca ciudadela y los dos templos de Ggantija, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
En Gozo tampoco faltan joyas naturales en forma de colinas de cimas planas, valles escarpados, acantilados y calas vacías donde se encuentra la cueva de Calipso, en la rojiza playa de Ramla, y se encontraba, hasta 2017, la Ventana Azul, esa icónica formación de piedra caliza en la bahía Dwejra que se vino abajo por la violencia de una tempestad, dejando huérfano al país de uno de sus hitos más admirados. El entorno es idóneo para practicar deportes de aventura y hacer rutas por su red de pistas que discurren junto al litoral.
Al norte de Gozo, en el muelle de Marsalform, como en tantos otros de por aquí, fondean los luzzus, las embarcaciones típicas maltesas pintadas de colores alegres y con dos ojos de Horus a los que los pescadores se aferran como escudo protector y cuya faena –sponotta (lubina), dott (pez piedra), cerna (mero), dentici (dentón), sargu (pargos) y trill (salmonetes)– son la base de la gastronomía mediterránea autóctona.
EN LA ISLA DE COMINO
La isla más pequeña del archipiélago, que fue refugio de piratas, es la más tranquila. En sus 3,5 kilómetros cuadrados de superficie no circulan coches y el aroma de las hierbas naturales y del comino embriagan sus senderos. Accesible en lancha desde el último extremo de la isla, aguarda la asombrosa Laguna Azul, una bahía de aguas cristalinas y color aguamarina con una rica vida marina que invita a nadar o hacer snorkel muy cerca del islote desierto de Cominotto.
INFORMACIÓN PRÁCTICA
CÓMO LLEGAR
Desde Madrid, Barcelona y Valencia hay vuelos directos a Malta con diferentes aerolíneas, algunas low cost, con una duración de alrededor de 2'5 horas. Si quieres enlazar este destino con Italia y hacer una ruta más completa por la costa mediterránea, Sicilia queda a 4 horas en ferri. Como país miembro de la Unión Europea, no necesitarás visado para entrar en él.
CÓMO MOVERTE
Te moverás cómodamente por La Valeta con el Heritage Malta Multisite Pass (heritagemalta.org), que permite visitar muchos monumentos y museos del patrimonio isleño, aunque mira si compensa, pues dependerá de los sitios a los que quieras acceder. El coste es de 60 € para adultos y 45 € para estudiantes y es válido para 7 días consecutivos.
La isla de Malta es pequeña (12 x 27 kilómetros) y se viaja bien en autobús de línea o en coche de alquiler. Ten en cuenta, eso sí, que todas las señales de tráfico están en inglés y se conduce por la izquierda.
Saltar de una isla a otra es muy sencillo, pues una red de ferris une los puertos de Cirkkewa en Malta con el de Mgarr en Gozo y viceversa. Otras embarcaciones cubren la travesía hasta Comino.
DÓNDE ALOJARTE
Para sumergirte en la cultura de Malta, elige para tu estancia los alojamientos típicos del archipiélago. Muy auténtica resulta la experiencia de alquilar una farmhouse en la isla de Gozo, esas antiguas granjas rehabilitadas que mantienen su esencia, y de lujo, la que ofrecen antiguos palacios y casas nobiliarias que se han convertido en hoteles boutique en ciudades históricas como Mdina, Rabat o La Valeta. Descansar en antiguos conventos tiene el encanto de hacerlo en lugares con historia, espiritualidad y una atmósfera única, y en villas de estilo mediterráneo de estar cerca del mar. Otra opción es alquilar un velero en la marina de La Valeta, en Sliema o en el puerto de Marsaxlokk y pasar una noche durmiendo mecidos por las olas.