Isla Mauricio© MTPA

DESTINOS EXÓTICOS

Isla Mauricio: la idílica postal que esperas, el destino que nunca hubieras imaginado

Sus playas hacen que la palabra paraíso se quede pequeña. Pero hay otras razones, igual de sugerentes y poderosas (aunque menos conocidas), por las que esta isla africana podría convertirse en tu viaje soñado en 2025.


30 de enero de 2025 - 7:30 CET

De pronto, su amplia sonrisa da paso a un rictus grave, como si hubiera llegado el momento de hablar de las cosas serias... ‘Por favor’, arranca su frase. Y reitera, subrayando despacio cada palabra: Por favor, que no se queden solo en las playas’Kattia, nacida en Costa Rica, lleva más de 15 años mostrando a los turistas españoles cada rincón de Mauricio. Su dilatada experiencia como guía turística hace que, cuando le preguntamos cuál sería el primer consejo que daría a quienes visitan la isla por primera vez, no dude un segundo en contestar. ‘Es evidente que aquí las playas son bellísimas, perfectas descansar, relajarse y volver a casa con un bonito bronceado. Y eso es magnífico. Pero también hay otros lugares en el mundo con litorales idílicos. De modo que, si has hecho un vuelo de 12 horas para llegar, no puedes desaprovechar la oportunidad de explorar esta tierra, porque es realmente especial y va mucho más allá de sus costas de arena blanca’, explica, vehemente.

Para ti que te gusta

Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!

Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.

Este contenido es solo para suscriptores.

Suscríbete ahora para seguir leyendo.

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

Con un clima tropical, Mauricio se ubica en el Océano Índico, a 900 km de Madagascar
Con un clima tropical, Mauricio se ubica en el Océano Índico, a 900 km de Madagascar.

Hace solo 6 días esa misma respuesta hubiera provocado, quizá, un pensamiento distinto al de hoy. Al fin y al cabo, ¿qué va a decir alguien cuyo sustento depende en gran medida de que el turista decida salir de su maravilloso hotel y sus playas más próximas?, ¿acaso no es precisamente ese el principal atractivo de esta isla?... También hace solo 6 días que, digámoslo todo, cuando surgió en la redacción la posibilidad de viajar a Mauricio, el amigo Google Maps fue de gran ayuda para ubicar de forma precisa las coordenadas de esta lejana isla africana. Así que el conocimiento previo del territorio no parecía demasiado sólido. Paisajes tropicales, sol, palmeras, parejas de recién casados disfrutando de su Luna de miel… Era lo que resonaba entonces.

Sin embargo, ha bastado menos de una semana en Mauricio para que la contumaz súplica de Kattia cobre todo el sentido. Definitivamente, ningún amante del turismo de sol y playa volverá a casa decepcionado; esto es lo más parecido al paraíso en la tierra y cualquier cliché imaginable es ampliamente superado por la realidad: arena fina, aguas turquesas, peces multicolor, atardeceres en los que quedarse a vivir… Pero quien tenga ganas de pegarse un viajazo este año y busque algo más, encontrará también en Mauricio un buen número de reclamos capaces de justificar el desembolso -¿cuándo fue barato el paraíso?- y las largas horas de avión.

© MTPA
En Mauricio conviven templos hindúes, mezquitas e iglesias católicas tan bonitas como Notre-Dame Auxiliatrice (en la imagen).

LA ISLA QUE DE MANO EN MANO VA: UN POCO DE CONTEXTO

Como tantos otros territorios africanos, la de Mauricio es una historia estrechamente vinculada, oh sorpresa, al colonialismo y el esclavismo. Ya en el siglo X los árabes usaban la isla como tierra de paso en sus rutas. En el XVI recalaron aquí los portugueses, aunque nunca se establecieron en el país, algo que sí hicieron los holandeses. Estos, atraídos por el ébano de los árboles autóctonos, ocuparon Mauricio entre 1598 y 1710 y, de hecho, es a ellos a quienes se debe el actual nombre de la isla, bautizada así en honor al navegante neerlandés Mauricio de Nassau. Después llegarían los franceses (a partir de 1767 la isla quedaba bajo el control de la corona gala, haciendo de ella un centro de exportación agrícola) y en 1810, tras la guerra franco-británica, Mauricio fue ocupada por los ingleses hasta que en 1968 el país consiguió su independencia.  

© MTPA
La montaña Le Morne Brabant, declarada Patrimonio Cultural de la Unesco en 2008.

Un momento… ¿aquí no habíamos venido a hablar de los atractivos turísticos de la isla? Calma, nada más lejos de nuestro ánimo que convertir esto en una sucesión soporífera de datos y fechas. Pero es que es justo todo ese contexto histórico el que nos va ayudar a entender mejor el Mauricio de hoy. Vayamos ya, pues, a la ‘chicha’, no sin antes evocar un par de imágenes mentales... Si siempre ganabas el quesito azul en el Trivial, no te harán falta. Pero si no sitúas del todo Mauricio, piensa en una isla de un tamaño similar a Tenerife y ubícala en el sureste africano, en concreto a 900 km al este de Madagascar. Ahí, en pleno océano Índico y como parte de un archipiélago llamado Mascareñas, se encuentra el increíble rincón del mundo que nos ocupa.

Y HOY, ¿A QUÉ PLAYA VAMOS?

Que algo sea obvio no le resta, necesariamente, un ápice de encanto o interés. Nadie se iría, por ejemplo, del Museo del Prado en una primera visita sin haber visto Las Meninas… Tampoco hay que irse de Mauricio, claro, sin explorar a fondo su famoso litoral. Conste que no seremos nosotros quienes pongamos un solo ‘pero’ al hecho de marcar un día en el calendario vacacional para dedicarlo exclusivamente a disfrutar de los servicios e instalaciones hoteleras. Si algo tiene la isla es una oferta espectacular en este sentido: más de 13.000 habitaciones, muchas de ellas ubicadas en resorts de verdadero ensueño que ponen a prueba tu percepción de lo real y lo ficticio; ya no sabes si has hecho check-in en un hotel o si, como en la canción de Dylan, llamaste a las puertas del cielo y te las abrieron de par en par…

© MTPA
300 kilómetros de playas paradisíacas dan forma a la costa de la isla.

Pero una vez disfrutada esa experiencia, los 300 kilómetros de costa de Mauricio te están esperando para demostrarte que lo que prometía la postal es incluso mejor: decenas de arenales de aguas cálidas, además de tranquilas y seguras (fruto de la barrera natural de coral que rodea la isla). Son tantas las playas recomendables, que aquí lo difícil es elegir. En la zona norte, por ejemplo, donde existe una mayor concentración de complejos turísticos, hay algunas muy populares como Pointe aux Piments, Trou aux Biches o la cala Pereybere, algo más alejada de la multitud. En el oeste, por su parte, se encuentran las playas más extensas de Mauricio, donde destacan la famosa Flic en Flac o la tranquila Albion. El este ofrece un litoral formado por calas y lagunas color esmeralda, donde sobresalen playas como las de Trou d'Eau Douce, Pointe de Flacq y Belle Mare, mientras que la costa sur se presenta como la zona más salvaje, y está especialmente indicada para los amantes del submarinismo.

© MTPA
Familias con niños, grupos de amigos, amantes de los deportes de aventura… No, Mauricio no solo está hecho para recién casados.

'PAPÁ, MIRA, SOY COMO JACQUES COUSTEAU'

Una niña de unos 8 años, ataviada con sus aletas y su máscara de snorkel, reclama la atención de su padre. Hace unos minutos este le hablaba a la pequeña sobre las hazañas de Cousteau y ahora ella trata de emular, divertida, al famoso oceanógrafo francés. La escena se produce en la playa de Mont Choisy (al norte de la isla) y dibuja solo una de las muchísimas alternativas de ocio acuático que Mauricio ofrece al visitante. Da igual la actividad que imagines; si en ella interviene el agua del mar, aquí se puede practicar: surf, kitesurf, windsurf, vela, piragüismo, esquí náutico, pesca deportiva, alquiler de motos acuáticas, avistamientos de delfines o ballenas… Sin olvidar, claro, el buceo, con distintos puntos de inmersión, tanto para amateurs como para buceadores experimentados (entre ellos, puntos muy conocidos como La Catedral, en la costa oeste, donde la diversa vida marina se combina con una topografía que incluye grandes cuevas y grutas).

Si solo pensar en calzarte en neopreno te da ansiedad, pero no quieres renunciar a ver el fondo marino en primera línea, puedes hacerlo también con toda comodidad y sin ningún curso previo gracias a las excursiones en submarino que, igualmente, pueden contratarse (a través de empresas como Blue Safari).

© MTPA
¿Adrenalina o relax? Busques lo que busques, aquí hay una actividad acuática para ti.

Y si lo tuyo es más estar sobre el agua que bajo ella, tampoco no hay problema. Puedes apuntarte a una de las muchísimas excursiones en barco (veleros, catamaranes…) que se ofrecen en Mauricio. Algunas de las más solicitadas son aquellas en las que se navega hasta islitas cercanas, caso de Ile aux Cerfs. Otro pequeño oasis que, además de por sus por sus preciosas playas, es célebre también por alojar uno de los mejores campos de golf del mundo.

BOSQUES, SELVAS… EL PARAÍSO TAMBIÉN ESTABA LEJOS DE LA ORILLA

Quizá el azul turquesa sea el color predominante en las imágenes más icónicas de Mauricio. Pero la isla también se pinta (y mucho) en verde.  Bosques frondosos, vergeles multicolor, cascadas, rutas de senderismo, lagunas, jardines botánicos… Quienes disfrutan del turismo de Naturaleza encuentran en Mauricio infinidad de escenarios más que recomendables, sin necesidad de pisar la orilla. Tan solo hay que coger carretera y emprender camino hacia el interior… Aquí, algunos ejemplos:

© MTPA
La Tierra de los Siete Colores, un fenómeno natural que ningún viajero quiere perderse.
  • La Tierra de los Siete Colores. Hay un enclave en el suroeste de Mauricio donde la tierra se tiñe de siete colores diferentes: marrón, rojo, amarillo, verde, azul, violeta y rosa. Se trata de un fenómeno natural, producido como consecuencia de la actividad erosiva del suelo y la combinación de sus minerales. Estos óxidos de distintos tonos y densidades no se pueden mezclar entre sí, ni siquiera cuando hay tormentas y lluvias fuertes, dando lugar a un bello espectáculo visual (más si cabe con las luces del amanecer o el atardecer).
  • Cascada de Chamarel. A solo 300 metros se encuentra una de las cascadas más hermosas del país. Con el nombre de Chamarel (llamada así por su proximidad al pueblo del mismo nombre) se trata de un vertiginoso salto de agua de 100 metros, rodeado de un exuberante paisaje.
© MTPA
La cascada de Chamarel, rodeada de vegetación, tiene una altura de 100 metros.
  • Pitón de la Petite Rivière Noire, la montaña más alta. También en la zona suroeste de la isla se encuentra Pitón de la Petite Rivière Noire. Con 828 metros de altitud, es la montaña más alta del país y se ubica en el interior del Parque Nacional Black River Gorges (el más grande de los 18 parques naturales de Mauricio). Quien lo desee, puede subir hasta su cima para disfrutar de espectaculares vistas panorámicas.
  • Cascadas de Tamarin, otra visita obligada. Al noroeste de la meseta más alta de Mauricio se encuentran las Cascadas de Tamarin, conocidas también como Las 7 cascadas. Por ellas se precipitan las aguas del río Tamarín, dando lugar a otro de esos paisajes de cuento.
  • Troux Aux Cerfs, el volcán dormido. Cerca de Curepipe (una de las principales ciudades de la isla), en la meseta central, nos topamos con un impresionante cráter de más de 300 metros de diámetro y 100 de profundidad. El volcán que lo originó lleva siglos dormido y durante el día no es raro ver por allí a gente local haciendo deporte por el camino que lo circunda.
  • Le Morne Brabant y la cascada submarina ‘fantasma’. En el suroeste, Le Morne Brabant (Patrimonio Mundial de la Unesco en 2008) nos ofrece la que, seguramente, es una de las siluetas más reconocibles de Mauricio. En las aguas que rodean esta montaña, que en su día fue refugio de esclavos, se produce otro fenómeno natural digno de ver. Conocido popularmente como ‘cascada submarina’, se trata de un efecto óptico creado por el empuje de las corrientes marinas que arrastran tras de sí depósitos de arena y que hace que las aguas parezcan caer al fondo del océano. Si despegas o aterrizas en Mauricio con luz, echa un vistazo por la ventanilla porque puedes ser testigo privilegiado de dicho fenómeno.
  • El Jardín botánico de Pamplemousses y sus nenúfares gigantes. Fundado durante la época colonial francesa a solo 11 kilómetros de la capital (Sant Louis), se trata de uno de los jardines botánicos más antiguos del mundo: más de 600 especies de árboles, flores tropicales, palmeras, baobabs… y, por su puesto, los famosos nenúfares enormes, con más de un metro de diámetro.
Los nenúfares gigantes son una de las grandes atracciones en el Jardín Botánico de Pamplemousses

DIVERSIDAD CULTURAL: EL MAURICIO MÁS FASCINANTE

Kattia, la guía turística, vuelve a tener clara su respuesta. ‘Mira que Mauricio tiene tesoros naturales, pero si me preguntas por lo que más sorprende al turista español cuando llega, es la enorme diversidad cultural’. De esencia africana, la identidad de la isla se construye también con acentuadas influencias derivadas de su pasado colonial (francesas, inglesas, asiáticas, árabes…). Una cohesión de culturas que todo lo atraviesa: desde el sistema administrativo, a la arquitectura, la cocina… Por supuesto, también la religión. Aquí la mitad de la población profesa el hinduismo (durante la ocupación inglesa muchísima población de India emigró a Mauricio como trabajadores contratados tras la abolición de la esclavitud). También hay un porcentaje muy importante de católicos y, ya en menor medida, se practican otros credos como budismo, islamismo…

© MTPA
Prácticamente la mitad de la población en Mauricio profesa la religión hindú.

De esta forma, el calendario de celebraciones en Mauricio es especialmente variado y participar de él puede resultar tan interesante como enriquecedor para el turista. Destacan, por ejemplo, celebraciones hindúes como el Maha Shivaratri o La gran noche del Dios Shiva, en febrero, con miles de peregrinos recorriendo largas distancias para reunirse en Grand Bassin (el lugar de peregrinación más importante de la isla para quienes profesan esta religión, que bien merece una visita en cualquier época del año). También está Diwali o Festival de las luces (entre octubre y noviembre); el Año Nuevo Chino, el acontecimiento más importante para la comunidad china; fiestas católicas como Todos los Santos. Sin olvidar el 12 de marzo, Día de la Independencia, que se celebra en cada rincón de la isla con un gran sentimiento nacional.

KREOLITÉ O EL ORGULLO DE SER MAURICIANO

Y si hablamos de orgullo de identidad mauriciana, resulta obligado hacer mención a la cultura criolla. Aunque los idiomas oficiales de la isla son el inglés y el francés, todo el mundo habla también el criollo o Kreol Morisien. Una lengua nacida en el siglo XVIII en los campos de trabajo, como idioma franco para que los amos y los esclavos de distintos orígenes se pudieran entender. Hoy lo criollo no solo alude a un idioma, sino a una cultura que interpela a toda la comunidad mauriciana alrededor de su bandera de 4 colores: su historia, su música, su colorida indumentaria, su gastronomía, sus expresiones artísticas (como el famoso baile Sega)… A finales de año, la isla acoge el ya consolidado Festival Internacional Kreolcon un programa de conciertos y actividades donde los locales celebran esa profunda identidad colectiva. Si tu viaje a Mauricio coincide con este evento, no dudes en sumarlo a tu lista de ‘imprescindibles’.

© MTPA
Uno de los conciertos celebrados en la última edición del Festival Internacional Kreol.

LA FELICIDAD, DE PLATO EN PLATO 

Y si tienes alma de foodie también Mauricio puede ser un lugar donde abandonarse a los placeres del paladar… Todo lo que toca el mestizaje se suele convertir siempre en algo mejor y los mercados y fogones de la isla no escapan a esta realidad. Arroz, pollo, pescados y mariscos, verduras locales, chiles, especias, un apabullante abanico de frutas tropicales (piñas, guayabas, tamarindos, mangos, cocos)... Son algunos de los productos básicos de una despensa donde no puede faltar el famoso palmito, protagonista de una de las especialidades de la isla: la Ensalada del millonario (entre 6 y 7 años hay que esperar para obtener el palmito –nada que ver con nuestros palmitos en conserva– del interior de las palmeras, de ahí su irónico nombre).

© MTPA
Sabores africanos, europeos, asiáticos… La cocina de Mauricio es pura fusión de influencias.

La fusión de influencias es lo más interesante de la gastronomía de la isla: sabores de África, India, Europa o China coexisten en su propuesta culinaria, desde los restaurantes más refinados a la deliciosa Street food. Imperdible, a propósito de esta última, la visita al Mercado Central de Port Louis, con uno de sus espacios dedicados por completo a la cocina callejera. Gato pima (bolas crujientes hechas con lentejas y especias); Chana Puris (buñuelitos hechos con harina de garbanzo); Rotis (tortilllas similares a los naan que se rellenan con distintos curris)… las opciones a las que hincar el diente son numerosas, mejor aún si las regamos con un buen vaso de Alouda (refrescante bebida hecha con leche, helado y tapioca).

También son muy apreciados en Mauricio productos como el té, el azúcar o el ron. Los tres cuentan en la isla con una larga tradición e historia que, de hecho, se puede descubrir en distintas excursiones y visitas turísticas. Hablamos de lugares como el museo La aventura del azúcar, la fábrica y museo del té Bois Chéri o la Ronería de Chamarel (destilería donde se aprende el proceso de elaboración del ron y que ofrece catas y degustaciones).

TURISMO URBANO EN PORT LOUIS

Si el día amanece con un espíritu ‘urbanita’, ahí está Port Louis, la capital mauriciana donde, más que en ningún otro sitio, se puede tomar el pulso a la población local.  Un hervidero de razas, de vida, de color y de caos, en cuyas calles compensa perderse para conocer su pasado colonial, su importancia como epicentro comercial y financiero o su diversa arquitectura (en la ciudad conviven templos hindúes, iglesias, mezquitas, edificios administrativos…).

© MTPA
Epicentro comercial y administrativo de Mauricio, la ciudad de Port Louis fue fundada en 1735 por los colonos franceses.

Además del ya mencionado Mercado Central (donde podemos ver a mauricianos de todo credo llenando su carrito de la compra y fisgonear entre los vistosos puestos de comida), otra visita ineludible en Port Louis es Aapravasi Ghat. Tras este nombre, algo impronunciable, se encuentra un conjunto de ruinas que dan testimonio del lugar al que, durante el siglo XIX y principios del XX, llegaban miles de inmigrantes de la India para trabajar en las plantaciones de azúcar.

¿Otros puntos de interés en la capital? La Place d’Armes (centro histórico de la ciudad); la Casa del Gobierno (sede oficial del Parlamento); el Teatro de Port Louis; el Museo de Historia Natural; el Hipódromo de Champ de Mars, famoso por la celebración de carreras de caballos; o el animado Paseo Marítimo de Caudan, perfecto para pasear bajo sus famosos paraguas de colores y, quizá, hacer unas compras de última hora.

© MTPA
La popular ‘Calle de los Paraguas’, en Le Caudan Waterfront.

Apenas quedan unos minutos para embarcar en el vuelo de vuelta. Hay que hacer escala en París, así que será casi un día entero de viaje, tan tedioso como bien justificado. Miles de imágenes se agolpan, aún desordenadas, en la cabeza y en la memoria del teléfono móvil. Toca empezar a reposar todo lo vivido, que no es poco. Qué orgullosa estaría Kattia...

INFORMACIÓN PRÁCTICA

  • Cómo llegar: En verano, hay vuelo directo desde Madrid y Barcelona. El resto del año es preciso hacer escala primero en otra ciudad (en función de la compañía aérea).  
  • Moneda: Rupia mauriciana. Es aconsejable tener algo de efectivo para pequeños comercios (el cambio de moneda se hace en destino). No obstante, en la mayor parte de sitios aceptan tarjeta de crédito, así como dólares y euros.
  • Cuándo viajar: El clima subtropical hace que la diferencia de temperatura entre verano e invierno -estaciones que se dan al revés que en España- no sea excesivamente pronunciada. Por lo que se puede viajar todo el año, aunque diciembre y enero es época de lluvias.
  • Vacunas: Si se viaja directamente desde España, no es obligatoria ninguna. El Ministerio de Asuntos Exteriores recomienda, no obstante, tener actualizado el calendario oficial de vacunaciones.
  • Visado: No es necesario para estancias de menos de 90 días. Solo pasaporte en vigor y la cumplimentación (mejor previa) de un formulario digital.
  • Compras: Objetos tradicionales de arte, cestería, maquetas de barcos, especias, té, ron, instrumentos de música locales, etc.
  • Excursiones: Puede resultar aconsejable no ir con todo cerrado al 100% desde España. En destino, los hoteles disponen de un servicio de información y contratación. Si viajas con un touroperador, alguno de sus representantes puede desplazarse al hotel para explicarte in situ todas las alternativas de ocio.
  • Cómo moverse: En muchas excursiones está incluido el servicio de driver. También puedes alquilar un coche por tu cuenta (atención que se conduce por la izquierda). Los taxis pueden ser alternativa, pero no todos disponen de taxímetro. Antes, mejor pactar el precio.
  • Dónde alojarse:  

    -En el este:  Ambre (4*); Long Beach (5*)The Residence Mauritious (5*)Solana Beach Adults-Only. (4*); Anahita Golf & Spa Resort (5*); Shangri-La Le Touessrok (5*).
    -En el norte: Canonnier Beachcomber Golf Resort & Spa (4*); Victoria Beachcomber Resort & Spa (4*);  Trou aux Biches Beachcomber Golf Resort & Spa (4*); Royal Palm Beachcomber Luxury (5*).
    -En el sureste: Shandrani Beachcomber Resort & Spa (4*).
    -En el suroeste: Paradis Beachcomber Golf Resort & Spa (5*)Dinarobin Beachcomber Golf Resort & Spa (5*)Riu Palace Mauritius (4*).

  • Dónde comer: 

    -Mercado Central. Port Louis. Cocina callejera.
    -Wapalapam. Tres ubicaciones en la isla. Cocina mauriciana.
    -Escale Créole. Cocina criolla, a 12 km de Port Louis, en un restaurante encantador.
    -L'Assiette d'Antan. A 10 km de Port Louis. Cocina mauriciana.
    -Amari by Vineet. Cocina hindú contemporánea, en el hotel LUX* Belle Mare Hotel. 
    -Rhumerie de Chamarel Restaurant. Junto a la Tierra de los Siete Colores.
    -La Rougaille Creole. En la zona norte. Cocina mauriciana.
    -Le Château de Bel Ombre. En la costa sur. Cocina refinada con especialidades mauricianas. 
  • Turismo de Mauricio: mauritiusnow.com

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.