Si te pedimos que hagas el ejercicio mental de pensar en qué puedes encontrarte si viajas a Andorra, seguro que te viene a la mente, casi de forma inmediata y más en estas fechas del año, la nieve y los deportes de montaña. No vas desencaminado. Andorra es sinónimo de montaña, es naturaleza, es deportes de nieve. Pero no solo eso. Si te adentras en este pequeño país del Pirineo, con una extensión territorial de tan solo 468 km², tendrás la ocasión de descubrir mucho más.
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El viajero que llega a Andorra tiene opciones que van mucho más allá de los deportes de montaña
Un sello de calidad
Situado entre España y Francia, son muchas las opciones que le ofrece al viajero este Coprincipado. Sí, Andorra cuenta con dos Jefes de Estado, esta es una de sus primeras curiosidades: del obispo de la Seu d’Urgell, localidad leridana muy cercana al país, y del presidente de la República Francesa. Pues bien, allí puedes sumergirte en un universo de opciones muy selectas, que precisamente se agrupan bajo un sello que ya es toda una declaración de intenciones: Andorra Selected. Si tienes la ocasión de disfrutar de los establecimientos adheridos a este proyecto, puedes tener bien claro que tendrás ante ti servicios exclusivos, singulares y personalizados, desde restaurantes a hoteles, pasando por tiendas o incluso servicios de transporte. Y es una experiencia que puedes hacer, además, en cualquier momento del año. Si tienes unos días, puedes hacer lo que se podría bautizar como un countrybreak, pues por sus dimensiones, tienes todo el país a tu alcance.
Un paraíso para los amantes de las compras
Llegar a Andorra es, claro está, pensar en el paraíso de las tiendas. Negar que Andorra es un rincón de ensueño para los amantes de las compras sería un error. El país de los Pirineos, y en especial su capital, ha sido siempre un buen lugar en el que perderse de tiendas. Alrededor de la bulliciosa Avenida de Meritxell, las hay para todos los gustos y algunas de ellas nos ofrecen experiencias únicas.
El pequeño país de los Pirineos ha sido siempre un buen lugar en el que perderse de tiendas
Es el caso del Centre Júlia, un paraíso para los apasionados de la cosmética y la perfumería, donde descubrir, por ejemplo, algunos de los perfumes nicho de las firmas más importantes del mundo, auténticas joyas de la perfumería, algunas de ellas las preferidas de celebrities como Rihanna, así como una muestra extensa y variada de las mejores firmas de aromas, cosmética, maquillaje, nutricosmética, farmacia, parafarmacia y de cuidado del cabello. Deja que te mimen, que te asesoren y disfruta, si tienes ocasión, de un taller olfativo con la firma Guerlain, donde podrás descubrir cuál es el aroma que mejor te va según tu personalidad. Seguro que te sorprenden y te conquistan los perfumes de esta mítica casa francesa. Todo un deleite para el sentido del olfato.
Y si hablamos de sentidos, podemos seguir nuestra ruta con una parada en una de las cavas míticas de la ciudad, Cava Benito, una cita obligada para los amantes de los licores y los vinos. Aquí es el sentido del gusto el que entra en juego -combinado con el olfato-. No cabe casi un alfiler en esta pequeña tienda que lleva abierta desde 1956, en la que su propietario, Carles Magdaleno i Treserra, asesora con pasión a los clientes para elegir entre sus más de 3.000 referencias en total -1.400 de ellas de whisky, la auténtica estrella del local de 75 metros situado en una de las calles más comerciales de la ciudad-.
Los sentidos de la vista y del tacto se activan nada más entrar en Gallery, una boutique prêt-à-porter de firmas premium fundada en el año 2000 en la que la mirada se va hacia los bolsos, los zapatos, las prendas que apetece también tocar, para descubrir el tacto de los tejidos. Allí puedes encontrar las últimas tendencias de casas como Jacquemus, Chloé, Teddy Burch o Balmain, por citar solo algunas. Todo ello en un espacio rehabilitado que ha sabido conjugar el buen gusto con la funcionalidad.
Gastronomía de alta montaña y de alto nivel
En Andorra se puede comer bien. O mejor dicho, muy bien. El esfuerzo que han hecho muchos establecimientos por situar al pequeño país de los Pirineos en el mapa gastro es muy evidente. Desde opciones clásicas que han evolucionado y se han renovado con el tiempo, como la que puedes encontrar en el Celler d’en Toni, uno de los más emblemáticos de Andorra la Vella, con su más de medio siglo de vida, donde han sido capaces de mezclar los sabores tradicionales de la tierra andorrana con la creatividad, respetando, sobre todo, el producto -no se puede dejar de probar el brioche de steak tartar con anguila ahumada o el canelón frío de espárragos verdes, tartar de Salmón Label Rouge y perlas cítricas-.
El esfuerzo que han hecho muchos establecimientos por situar al pequeño país de los Pirineos en el mapa gastro es muy evidente
Para quienes adoran comer, hay más opciones, como encontramos en el restaurante Beç, un local con una travesía más corta, pero que se ha convertido en uno de los place to be de moda de la capital andorrana, donde se nota el buen hacer del chef Rodrigo Martínez, en el trato a productos como el virrey, el pichón o las alcachofas.
Y no pierdas de vista que el chef catalán Nando Jubany también cuenta con su espacio gastronómico en Andorra, bautizado como Diamant, donde lo complicado al ver la carta es elegir, porque son muchas las opciones tentadoras para el paladar. Las croquetas del Nandu pueden ser una buena opción previa a unos mejillones con curry tailandés, una sobrasada ecológica de Mallorca o un arroz negro con langostinos, alcachofas y panceta.
Ibaya, un restaurante con estrella
Pero sin duda, uno de los referentes de la alta cocina en el Principado es el restaurante Ibaya, poseedor de una estrella Michelin desde 2021, el único en Andorra con este prestigioso reconocimiento. Para llegar a él hay que salir de la capital y viajar hasta el Sport Hotel Hermitage & Spa en Soldeu, a los pies de la estación de Grandvalira. A los mandos de este espacio gastronómico están los chefs Francis Paniego (conocido por su restaurante El portal de Echaurren, en el pueblo riojano de Ezcaray) y Jordi Grau, quienes, trabajando en una perfecta sinergia, han querido proporcionar a los comensales una experiencia culinaria que fusiona la creatividad contemporánea con las raíces más auténticas de la tradición.
Y es que cuando le preguntamos a Grau, con quien hemos tenido la ocasión de hablar, qué es Ibaya, no tiene dudas: "Es entorno, es montaña, es historia". Todo parte de la cocina rural, de montaña, pero se revisita, adaptándose a los nuevos tiempos, pero manteniendo la esencia y el respeto al producto. "Realmente este espacio tiene que tener una identidad, un lenguaje propio y ofrecer algo distinto", nos comenta.
Francis Paniego y Jordi Grau son el alma del primer restaurante andorrano con estrella Michelin
Una cocina con raíces que, para Jordi Grau, "a la persona de fuera quizás le sorprende porque tal vez no se espera que aquí se pueda encontrar esta película, por así decirlo. Pero la parte quizá más bonita es que a la gente de dentro, de aquí, de este entorno, la ves también emocionarse de alguna manera". Todo se consigue con un trabajo en equipo. "En sala hay un gran equipo y en cocina también. Y esto es una gasolina increíble, porque hace que creas que no tienes límites, porque donde tú un día propones algo y te dicen 'vamos a hacerlo, hagámoslo', te sientes que puedes volar y esto es lo que realmente necesitas", nos comenta.
El viajero que decide probar la experiencia en Ibaya puede degustar, además, el nuevo menú, estrenado en diciembre de 2024, hace poco más de un mes, en el que está muy presente la naturaleza y en el que el propio Grau nos explica que hay "mucha intensidad". Lo demuestra desde el principio, con un viaje por las cuatro estaciones, o platos como la trucha a la andorrana (como un Shabu-shabu), las angulas de montaña, el trinxat del Pirineo, calamar y cebolla o el pichón a la catalana. La acogida ha sido buena, muy buena. Y por eso no paran de pensar, de crear, de buscar nuevos caminos que explorar. "Nuestra idea ahora no es relajarnos y pensar que tenemos vacaciones creativas hasta el año que viene. Nuestra clave ahora mismo es ya estar pensando en el siguiente", nos explica Jordi Grau.
Habitaciones con vistas privilegiadas
Y después de un día de tiendas, o deleitando al paladar en alguno de los restaurantes del país, toca descansar. La oferta hotelera en Andorra es enorme. Y en una escapada con el sello ‘selected’, una excelente opción en la capital del Principado es el Andorra Park Hotel, uno de los grandes clásicos. Comenzó su andadura allá por 1957 siendo un pequeño chalecito de aire alpino en la ladera de la montaña, y ahora, tras ser ampliado en 2005, se ha convertido en un rincón de relax desde cuyas habitaciones se contempla la ciudad, con las altas montañas enfrente. Fue el primer hotel de cinco estrellas del país y cuenta con un agradable jardín de más de 15.000 metros cuadrados, una piscina exterior tallada en la propia roca, pista de pádel o un spa en su zona wellness en el que relajarse tras un día ajetreado.
Ocio para todos los gustos
Gastronomía, shopping, pero también se puede disfrutar en Andorra de otras ofertas de ocio. Si te gusta el arte, no puedes perderte el Museo Carmen Thyssen de la capital andorrana, que acoge exposiciones temporales anuales con obras de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza. Y cerrar el día en un centro integral de ocio como Unnic Andorra, donde puedes pasarte por el casino, cenar en su restaurante o bailar y tomar una copa en su discoteca. Sin duda, una buena guinda para tu escapada.