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Cuando el frío se instala en el ambiente, es el momento ideal para hacer una pausa. Y no es necesario ir muy lejos para acertar con el destino, en Castilla y León encuentras todo lo necesario para unas vacaciones mágicas.
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Gracias a su riqueza histórica y natural, tradición y experiencias modernas, esta región sorprende incluso a los viajeros más frecuentes. Desde pueblos con encanto hasta parajes invernales que parecen sacados de un cuento, descubre las 4 razones por las que aquí puedes vivir el mejor invierno de tu vida.
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En primer lugar, por la gran oferta de arte y cultura que esta región ofrece esta temporada. Entre ellas, destaca la exposición Ai Weiwei. Don Quixote, en el MUSAC de León; Valladolid acoge Gregorio Fernández y Martínez Montañés: El arte nuevo de hacer imágenes en la Catedral; o en Burgos la Catedral presenta la exposición Pintar sin miedo, Joaquín Sorolla y la Valencia de 1900.
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Como segundo punto, está la gastronomía, uno de los principales atractivos de la región. Entre sus platos icónicos se encuentran el cochinillo asado de Segovia, la cecina de León, la morcilla de Burgos, la ternera de Ávila, o los torreznos de Soria, fomentando una gastronomía de kilómetro cero.
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La tercera razón, es el entorno de encanto en el que descansar y desconectar por completo. Sus alojamientos que preservan su esencia histórica (como palacios, molinos y monasterios), se convierten en hospedajes exclusivos con atención impecable.
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Por último, pero no menos importante, Castilla y León se convierte en el destino ideal si deseas reconectar con la naturaleza. Desde las montañas de la Sierra de Gredos o Palentina, hasta los senderos del Parque Natural de las Hoces del Duratón; cada ruta es una invitación a disfrutar del silencio y la belleza del invierno en entornos que parecen postales.