Sidra y queso de Cabrales, playa de San Lorenzo, Gijón, Asturias© Irina Naoumova / Alamy Stock Photo

RUTAS GASTRO

Planes en Asturias para disfrutar de la sidra, que ya es Patrimonio de la Humanidad

Dicen los entendidos que la sidra da ganas de hablar, de compartir y pone de buen humor. Con este espíritu, nos disponemos a hacer un viaje temático para descubrir toda lo que se mueve alrededor de la bebida tradicional asturiana.


10 de diciembre de 2024 - 11:56 CET

El nombre de Asturias está irremediablemente unido a la sidra, que ya bebían los astures antes del siglo I a.C. El 80% de esta bebida se produce aquí y aprender a escanciar un culín, conocer cuántas variedades de manzanas existen –más de 500, de las que 76 están dentro de la DOP), visitar un llagar o una pomarada o aprender el diccionario sidrero servirá para aprender más sobre esta tradición culinaria que ya forma parte del catálogo de bienes inmateriales de la Unesco. Un reconocimiento a una cultura bien merecido.

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Escanciar sidra es todo un arte, que se podrá disfrutar en la ruta 'Gijón de sidra' hasta el 20 de octubre© Adobe Stock
Escanciar sidra es todo un arte.

Antes que nada, una lección de asturiano para principiantes. Pumaradas es como les dicen por estas tierras del norte a los huertos de manzanos o pomares, cuya fruta, en vez de recogerse, aquí se paña. Si un llagar sería la bodega donde se elabora la sidra, en chigres y sidrerías se la disfruta entre amigos, mientras que por espicha se entiende casi cualquier celebración alrededor de la sidrina. Que para sacarle su sabor debe escanciarse con tino para que el líquido espalme, o que no hay que llenar todo el vaso sino solo un culín, o un culete, eso lo sabe cualquiera.

© Comarca de la Sidra
En tierras asturianas llaman pumaradas o pomares a los huertos de manzanos.

Lo que no sabe todo el mundo es que los manzanos en Asturias suelen dar mejor cosecha en los años impares. A eso se le llama la vecería, y de ahí que el Festival de la Manzana, en Villaviciosa, tenga lugar cada dos años, donde hay degustaciones de sidra natural acompañada de buenas viandas, música, talleres para los críos y hasta la bendición del primer mosto de la temporada en la plaza del Ayuntamiento. La fecha viene a marcar el recomienzo del ciclo en la denominada Comarca de la Sidra (lacomarcadelasidra.com). Porque si bien el más asturiano de los elixires se elabora por todo el Principado, la sidra es el santo y seña de esta porción tan rural del centro-oriente que asciende desde pueblos marineros del encanto de Tazones o Lastres hasta las sierras de Peñamayor y el Sueve.

Desde entrado octubre hasta incluso principios de diciembre puede verse a la gente pañando a mano las manzanas por las fincas. De allí se llevarán a los llagares donde, una vez seleccionadas, se trituran o mayan para facilitar el trabajo de las prensas por las que saldrá el mosto, bombeado hacia los contenedores en los que se inicia su fermentación. Los trasiegos entre sus grandes toneles de madera de castaño habrán de esperar a febrero, y todavía tocará aguardar al buen tiempo para las primeras espichas.

© Comarca de la Sidra
Las celebraciones sidreras se suceden a lo largo de todo el año en Asturias.

Villaviciosa siempre es un buen lugar para empezar a disfrutar de la sidra, donde está Castañón (sidracastañon.com) y una de las empresas locales más conocidas: Sidra El Gaitero. En Colunga está Sidra Crespo (sidracrespo.es), en Nava, Viuda de Angelón (sidraviudaangelonpomar.es) y en Deva, Sidra Piñera (sidrapinera.es), en cuyos llagares adentrarse en cada paso del proceso y rematar con un culín directamente espichado de los toneles. En primavera, los recorridos comienzan en la pumarada de la finca, cuando los manzanos están en flor, y en otoño, cuando han crecido las manzanas.

Muy instructiva, también en Nava, la visita al Museo de la Sidra (museodelasidra.com), donde entre viejas prensas de otras épocas ver incluso en acción a las abejas, imprescindibles a la hora de polinizar los manzanos. Pero si uno es menos de museos y más de aleccionarse en vivo, por la zona abren sus puertas sidrerías del ambiente de la Sidrería Plaza (sidreriaplaza.com), donde culminar la faena con un monumental cachopo paisano o, ya puestos, con su chorizo, su bacalao o su cabritu, todos ellos a la sidra. 

© Javier LARREA / Alamy Stock Photo
Restaurantes sidrería Tierra Astur, en Gijón.

¿Más ocasiones para disfrutarla con alegría? La Semana de Floración del Manzano, cerca del puente de mayo, cuando las pumaradas se visten del blanco y el rosa de sus pétalos y los seis municipios de la comarca festejan por todo lo alto con sus visitantes este espectáculo de la naturaleza. O las Jornadas de Platos a la Sidra, en Nava, también en mayo, y su Festival de la Sidra, en julio. Ya en pleno verano, los concursos de sidra natural casera de Sariegu y Villaviciosa, y el de escanciadores del primer sábado de septiembre. Aunque el ciclo de la sidra arranque en otoño, excusas no faltan para regresar a seguirlo de cerca.

Haya o no fiesta o festival, Gijón y Oviedo son puntos clave del turismo sidrero, con sus calles repletas de sidrerías y llagares. Si la primera es una de las localidades que más eventos celebra relacionados con esta temática, en la capital asturiana –que este año, además, es Capital Española de la Gastronomía–, la calle Gascona, conocida como el Bulevar de la Sidra, la concentración de sidrerías –La Manzana, Tierra Astur…–, supera a la de cualquier otro lugar del mundo y parece que todos los días son festivos.

© Kate Hockenhull / Alamy Stock Photo
Escanciando sidra en la calle Gascona de Oviedo.

NO TE PIERDAS:

  • Aprende a escanciar en el Museo de la Sidra de Nava
  • Visita el Jardín Botánico Atlántico, un sorprendente espacio natural de 25 hectáreas que acoge un jardín con numerosas especies de manzanos
  • Déjate mimar en un spa con un masaje con loción de manzana
  • Hacerte con una de las joyas de la artista y artesana Patricia Escobar (mondamanzana.es), que elabora todo tipo de accesorios (pendientes, broches, pulseras…) con la magaya, la masa compacta de la manzana tras ser prensada
  • Algunos llagares elaboran una sidra especial que hay que probar: la sidra de hielo

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