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Mercado de Navidad en la plaza Raejoka (ayuntamiento) de Tallin© Kaupo Kalda/Visit Tallin

ESTONIA

Diciembre en Tallin, mucho más que un mercado de Navidad

En torno al gran abeto que brilla en la plaza del Ayuntamiento, la capital de Estonia irradia una magia navideña que envuelve todos sus rincones. Si enamora su casco antiguo amurallado lleno de vida, sus mansiones históricas y sus barrios de vanguardia, iluminado por cálidas luces y aromatizado por el olor a canela y mazapán acaba por maravillar.


10 de diciembre de 2024 - 7:00 CET

El Festival de Eurovisión y aquella canción Europe’s living a celebration, que cantó Rosa López en 2002, puso a la capital de Estonia en el mapa. Han pasado ya unos años y Tallin sigue siendo una de las ciudades más desconocidas de Europa para los viajeros españoles. La hemos visitado en estas fechas de la mano de la guía local Katrin Kulm, una enamorada de su ciudad y fundadora de la empresa Taste and Feel Estonia (tasteandfeelestonia.com), y nos ha sorprendido como en el país menos religioso del mundo se viven con tanta emoción estos mágicos días navideños. Tal vez el solsticio de invierno tenga mucho que ver, nos cuenta. 

Mercado de Navidad en la plaza del Ayuntamiento de Tallin, Estonia© Kaupo Kalda/Visit Tallin

El MERCADO DE NAVIDAD DE LA PLAZA RAEKOJA

En Tallin todos los paseos por el casco antiguo llevan a esta preciosa plaza enmarcada por edificios de color pastel con sus bajos ocupados por restaurantes, el edificio gótico del ayuntamiento rematado por una esbelta torre y Raeapteek, la farmacia más antigua de Europa que se ha mantenido en funcionamiento, abierta hace más de 600 años. Es en este espacio, lugar de mercado desde el siglo XII, donde se instala –este año hasta el 27 de diciembre– su tradicional mercado navideño, elegido uno de los mejores de Europa. Curioseando en sus puestos de madera encontramos artesanías locales, infinidad de adornos, prendas calentitas y especialidades de esta época, entre las que no faltan las tradicionales galletas de jengibre, los dulces de coco y canela y el vino caliente especiado y aromatizado con arándanos o espino amarillo, que aquí llaman glögg. Pide el más auténtico, el Vana Tallinn, que elabora desde 1898 la compañía estonia Liviko– y resulta perfecto para entrar en calor.

Mercado de Navidad de la plaza del Ayuntamiento de Tallin, Estonia© Kadi-Liis Koppel/Visit Tallin

En un extremo de la plaza está el tiovivo; en el contrario, el escenario donde se suceden las actuaciones musicales durante todo el Adviento –¡hasta de flamenco!–; en otro rincón, la casa de Jõuluvana, el Papá Noel estonio, que recibe a los niños, y en el centro, la estrella del mercado navideño, el árbol de 16 metros de altura que se planta en este espacio desde 1441, el primero de toda Europa, siguiendo la tradición que comenzó la Hermandad de las Cabezas Negras. Todos los años se celebra un concurso para seleccionar el ejemplar, que tiene que cumplir una serie de condiciones: ser un pino o abeto que mida entre 15 y 18 metros de alto, simétrico y muy denso de follaje. Una vez inaugurado, todo el que se acerque a él ayuda en su decoración colgando figuras o mensajes llenos de deseos de sus ramas bajas.

Catedral ortodoxa Alexander Nevsky al atardecer, en la colina de Toompea, Tallin, Estonia© Eloi_Omella, Getty Images
Catedral ortodoxa Alexander Nevsky, en la colina Toompea.

ILUMINACIÓN NAVIDEÑA

Con sus torres, sus puertas medievales y sus casitas de piedra y de colores, la amurallada Tallin –Capital Verde Europa en 2023– es un cogollo monumental de cuento, mucho más en Navidad, cuando nieva y todos los rincones de sus dos barrios están iluminados con una luz tenue y decorados con abetos. La colina Toompea –sede de la nobleza feudal en época teutona, que actualmente alberga edificios gubernamentales, iglesias y embajadas– y Vanalinn, la ciudad baja, un enjambre de callejuelas medievales cuajadas de edificios señoriales, casas gremiales, talleres de artesanos, torreones y plazas adoquinadas.

© Kaupo Kalda/Visit Tallin

Empezando por la ciudad baja desde la puerta Nunne (o de las monjas), junto al acogedor hotel boutique del mismo nombre –donde nos alojamos y en cuyo interior se ven tramos de la muralla original–, brillan sobre todo sus calles principales: Pikk, Vene, Viru o el callejón medieval de Santa Caterina (Katariina Käis). Algo más apartadas, lucen también la plaza de la Libertad (Vabaduse väljak), el bulevar Kaarli y el céntrico barrio Rotermanni, ejemplo de la gran transformación de la ciudad en los últimos años, que ha pasado de ser un lugar gris de edificios industriales de piedra caliza a foco de modernidad, muestra de una Estonia que mira al futuro.

EL BELÉN DE LA CATEDRAL DE SAN PEDRO Y SAN PABLO

Los católicos son minoría en Estonia, el país más ateo del mundo, pero en su capital también vemos belenes en Navidad. El que no hay que perderse es el que, hasta el 6 de enero, se instala a la entrada de la catedral de San Pedro y San Pablo, en la céntrica calle Vene, en pleno casco antiguo. En su patio delantero encontramos un belén pequeño y sencillo, como es esta iglesia de aire español levantada en el siglo XIX sobre el refectorio del vecino monasterio de Santa Catalina, que nada tiene que ver con las grandes catedrales europeas, pero igual de entrañable cuando llegan las fiestas navideñas.

Pista de hielo en el casco antiguo de Tallin, Estonia© Kaupo Kalda/Visit Tallin

PATINAR SOBRE HIELO

No hay Navidad sin patinar sobre hielo y en el casco histórico de Tallin se puede pasar un buen rato en la pista que se instala cada año en la calle Harju, junto a la iglesia de San Nicolás (Niguliste kirik). Ningún telón de fondo mejor para deslizarse al ritmo de la música y cumplir con este imprescindible navideño. Otra pista de patinaje la encontramos fuera del casco viejo, en la Ciudad Creativa de Telliskivi, en el barrio de moda de Kalamaja, donde sus gigantescas naves de ladrillo, en las que se fabricaban y reparaban los antiguos trenes que iban a San Petersburgo, se han convertido en modernos espacios creativos, culturales, restaurantes, tiendas...

Árbol de Navidad de la iglesia de San Nicolás, Tallin, Estonia© E.M.

EL ÁRBOL DE NAVIDAD DE NIGULISTE

La imponente iglesia gótica de San Nicolás está desacralizada, pero tiene una larga historia que contar: su pasado medieval, sus dos grandes incendios y, más reciente, su transformación en una de las sedes del Museo de Arte de Estonia. Esta Navidad, además de admirar la obra de arte más famosa de Tallin, un fragmento de la Danza Macabra –pintada por el alemán Bernt Notke hace más de 500 años–, asistir a algún concierto de música sacra o subir en su moderno ascensor circular de cristal a lo alto de su torre de 105 metros de altura para contemplar unas espectaculares vistas de 360º del casco antiguo, como hacemos de la mano de Annika Teras, coordinadora de programas y exposiciones, se ha llenado de lechuzas, las que adornan su precioso árbol navideño, inspirado en Harry Potter.

Palacio Kadriorg, Tallin, Estonia© Kaupo Kalda, Kaupo Kalda /Visit Estonia

AGENDA NAVIDEÑA

Larga, larguísima, es la lista de planes que Tallin ofrece desde finales de noviembre y hasta año nuevo por toda la ciudad, entre los que la música ocupa un lugar importante en un país tan musical (en el recuerdo, la ‘Revolución cantada’ con la que Estonia logró su independencia en 1991). El Palacio Kadriorg, la iglesia de San Juan, Alexela Concert Hall –donde tendrá lugar el Gran Concierto de Año Nuevo de Viena, a cargo de la Orquesta del Palacio de Schönbrunn–, la antigua Casa de las Cabezas Negras –hoy sede de la Filamórnica (filharmoonia.ee)– o la plaza de la Libertad acogerán conciertos, el de esta última acompañado de un espectáculo de luces. Si el Festival de Jazz de Navidad (hasta el 15 de diciembre) se reparte por diferentes espacios, el baile de Nochevieja tendrá como escenario la Ópera Nacional.

Mercado de Navidad de Tallin, Estonia© Kadi-Liis Koppel/Visit Tallin

Más mercados navideños se pueden visitar en la estación de Balti (hasta el 24 de diciembre), en el Museo al Aire Libre de Estonia (14 y 15 de diciembre) y en Balti Jaam (21 de diciembre). Y si en los patios y otros rincones secretos del casco antiguo se descubren en esta temporada las clásicas instalaciones de cuentos de hadas, los que se animen pueden apuntarse a un paseo guiado con temática navideña desde la plaza del Ayuntamiento hasta Telliskivi (visittallinn.ee).

COMPRA EL GORRO-BUFANDA TÍPICO

Las mejores vistas del casco histórico de Tallin se contemplan desde los diferentes miradores de la colina de Toompea, donde se fundó la ciudad, rodeada de murallas medievales. A espaldas del de Patkuli, con vistas que alcanzan el mar Báltico, está la tienda Livonia Suveniirid, en la que podrás hacerte con una de las prendas de lana típicas de Estonia. Los calcetines, jerséis, guantes y el larguísimo y típico gorro-bufanda que puedes encontrar aquí han sido fabricados de manera artesanal y tienen sello de calidad.

Pintando mazapanes en el Cafe Maiasmokk en Navidad, Tallin, Estonia© Renee Altrov/Visit Tallin

PINTAR MAZAPÁN EN EL CAFÉ MÁS ANTIGUO DE ESTONIA

En la calle Pikk, la más importante de la ciudad medieval, y la más larga (lo dice su nombre), adornada de preciosos edificios antiguos restaurados donde vivían los comerciantes alemanes de la época, está Maiasmokk (kohvikmaiasmokk.ee), la cafetería más antigua de la vieja Tallin y, probablemente de toda Estonia, cuya historia comienza en 1864, como cuenta el árbol genealógico que decora una de sus paredes. Entra en su elegante interior de aire señorial y tómate un café o un chocolate caliente para templar el cuerpo acompañado de uno de sus dulces, compra una tableta del chocolate Kalev –el más famoso de la ciudad, que hace referencia a la epopeya nacional– y apúntate a un taller para aprender a pintar figuras de mazapán como los que decoran sus vitrinas. Elaboradas a base de almendra, huevo y azúcar, no faltan en ellas los personajes y los motivos navideños. Duran una hora y cuestan entre 7 y 11 €

Tienda de regalos de Navidad en el antiguo distrito portuario de Noblessner© E.M.
Tienda de regalos de Navidad en el antiguo distrito portuario de Noblessner© E.M.

LA TIENDA MÁS GRANDE DE LA NAVIDAD

El árbol de San Nicolás es una pequeña muestra de la creatividad de la tienda de decoración de interiores Shishi (shishi.ee). Sus propietarios, Linda Johnsen y Taivo Piller, son reconocidos floristas y ofrecen dos colecciones al año. En primavera y verano está repleta de flores, plantas, macetas y jarrones, en otoño-invierno su espacio se llena de una amplia variedad de artículos navideños para decorar todos los rincones de la casa. Este año se ha mudado a una nueva ubicación, en el barrio de Noblessner, y es un must para no perderse. Después de dejarse deslumbrar por la tienda, será buena idea pasar por la cervecería Põhjala (pohjalabeer.com), situada frente a este almacén navideño y probar la afamada cerveza local que mana de sus 24 grifos.

Sauna del Iglupark, barrio de Noblessner, Tallin, Estonia© @iglupark

IGLUSAUNAS EN NOBLESSNER

El antiguo distrito portuario de Noblessner, donde se ubicaba el antiguo astillero de submarinos rusos, es ahora una moderna zona residencial, comercial y de ocio, con el metro cuadrado más caro de la ciudad y llena de ambiente navideño. En la misma plaza donde abre sus puertas el dos estrellas Michelin 180º de Matthias Dietheri está uno de los árboles de Navidad más bonitos de la ciudad, un escenario para actuaciones, burbujas de cristal para reservar por horas y el Iglupark (iglupark.com), cuya luz ilumina las largas noches de invierno.

Navidad en el barrio de Noblessner, Tallin, Estonia© E.M.

No faltan en él los puestecitos de su mercado, el iglubaar, las hogueras para flambear marshmallows (nubes de algodón) y las modernas iglusaunas con vistas a la bahía de Tallin donde disfrutar de esa cultura del bienestar tan arraigada en Estonia. Se pueden alquilar y pasar un agradable rato en familia o con amigos, combinándola con baños en las frías aguas del mar Báltico y rituales guiados. E incluso pasar una noche en un Igluhut, un alojamiento boutique. Tan inspiradoras son estas cabañas de madera artesanales de forma curva que el propio David Beckham se hizo con una para su casa de campo en Gloucestershire.

Hotel Nordik Forum, Tallin, Estonia© @ nordichotelforum

TERRAZAS DE CRISTAL Y MENÚ NAVIDEÑO

A las puertas del centro histórico de Tallin, frente al histórico Viru, cuartel general de la KGB durante la era soviética, el Nordik Hotel Forum (nordichotels.eu) no solo es un confortable y bien situado alojamiento, también es un buen lugar para probar el menú navideño de su restaurante Noho, con platos clásicos estonios elaborados en una cocina abierta, o sentarse a tomar un café o un cóctel en sus terrazas individuales de cristal sin pasar frío.

Excursión en trineo de perros por la Reserva Natural de Pöhja-Körvemaa© E.M.

TRINEO DE PERROS EN EL BOSQUE DE LA PEQUEÑA LAPONIA

La despedida de Estonia nos lleva a su naturaleza, un país donde el 51% de su superficie está cubierta de bosques. A 40 minutos de Tallin, en una finca privada de 20 hectáreas de la Reserva Natural de Pöhja-Körvemaa, bautizada como la Pequeña Laponia, Mairo Marmor y Sirli Mangus ofrecen excursiones en trineo de perros por los senderos forestales. Nos reciben junto a Marilin (guía naturalista y alma de la casa), con un té caliente para presentarnos a los malamutes de Alaska y huskies siberianos que guían sus rutas. Tras la experiencia espera una comida casera al aire libre junto a la hoguera a base de productos del bosque elaborados por artesanos locales. Si se quiere alargar la estancia, ofrecen también alojamiento en la casa familiar y una auténtica sauna de estilo rural (indietours.ee/small-lapland).

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