Earth Lodge, reserva Sabi Sabi, Parque Kruger, Sudáfrica

SUDÁFRICA

El Parque Nacional Kruger desde la reserva privada preferida de las familias reales

Hay muchas formas de descubrir este inmenso oasis de vida salvaje del noreste de Sudáfrica, pero la más exclusiva es hacerlo desde una de sus reservas privadas. Nos quedamos en la elegida por personalidades de todo el mundo para vivir el safari de su vida.


2 de diciembre de 2024 - 7:00 CET

Aunque no se sepa oficialmente los nombres de sus famosos visitantes, porque en ella impera la discreción y la privacidad, muchas celebridades –entre las que se cuentan actores de Hollywood, músicos internacionales, magnates, miembros de la realeza y aristócratas– han disfrutado de un safari en la reserva privada Sabi Sabi, parte de la reserva de caza Sabi Sands. La espectacular vida salvaje africana, los exquisitos lodges y el enfoque sostenible y respetuoso con el medio ambiente del lugar han atraído a nombres como Paris Hilton, Andrea Bocelli, los Reyes eméritos, el príncipe Harry o, los últimos, Tamara Falcó e Íñigo Onieva, que eligieron este oasis africano para su luna de miel.

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© @sabisabireserve

A unos 500 kilómetros de Johannesburgo (5-6 horas en coche), Kruger es conocido por ser uno de los mejores lugares de África para avistar a los Big Five, los cinco grandes animales: león, leopardo, elefante, rinoceronte y búfalo que se mueven a sus anchas por un extenso espacio protegido de casi 20.000 killómetros cuadrados con forma de «L» que sueña con crecer y fundirse con las reservas limítrofes de Zimbabue y Mozambique, para crear el mayor corredor natural para la fauna salvaje de África, como ideó Mandela.

© Sabi Sabi

Tan enorme es el territorio del Kruger que cada región del parque ofrece un ecosistema único. El paisaje cambia de colinas onduladas y planicies abiertas donde pastan los antílopes a densos bosques ribereños, ríos y pantanos que crean hábitats diversos para una amplia gama de especies. Por eso, cada época del año tiene su particular atractivo en este parque nacional del noroeste de Sudáfrica, el primero que se creó en el continente. En la temporada seca (mayor a septiembre), el clima es fresco y se avistan mejor los cinco grandes, que se reúnen alrededor de los ríos y pozos de agua. Mientras que en la temporada de lluvias (de octubre a abril), los paisajes son verdes y exuberantes y se observan más aves migratorias.

© Devon Jansen/Sabi Sabi

Abruma la fauna que se concentra en este paraíso natural sudafricano, que sirve de refugio a 147 especies de mamíferos, más de 350 especies de aves registradas que son un deleite para los amantes de la ornitología, reptiles, elefantes, búfalos, impalas, jirafas, cebras, guepardos, hienas, hipopótamos, cocodrilos, perros salvajes y así una lista casi infinita de animales. Y si hablamos de flora, 450 tipos de árboles y 1500 clases de plantas.

Dos o tres días serán suficientes para una visita rápida y ver los Big Five, pero una semana permitirá explorar diferentes zonas del parque y aumentar las posibilidades de avistamientos únicos. Hay muchas formas de abordar Kruger, adaptadas a todos los presupuestos y estilos de viaje. Se puede recorrer por libre, alquilando un coche y conduciendo por sus carreteras asfaltadas o pistas de grava desde sus 10 puertas de entrada, las más populares son: Paul Kruger Gate (cerca de Skukuza), Malelane Gate y Crocodile Bridge Gate (al sur) y Orpen Gate (centro). Conviene saber que la mayoría de la fauna se concentra en la mitad sur del parque y los mapas de sus puntos de observación indican lo más destacado de cada zona y los últimos movimientos de los animales.

© DAVID_ROGERS, David Rogers/Sabi Sabi

Para la estancia, los campamentos administrados por SANParks (la red de Parques Nacionales de Sudáfrica) son ideales para quienes buscan una experiencia asequible y auténtica; el alojamiento se ofrece en campings, bungalows, cabañas de madera o bonitos rondavels, alojamientos circulares de paredes de barrio y techos de paja repartidos por todo el Kruger. Otra opción es reservar casas y lodges fuera del espacio protegido, en pueblos cercanos como Hazyview, Hoedspruit o Malelane, con fácil acceso. Alojarse en uno de los lodges de las reservas privadas ofrece una experiencia de lujo completa, que empieza desde que se aterriza en ellas. Los más pudientes llegan en avioneta privada desde los aeropuertos de Kruger Mpumalanga –cerca de Nelspruit–, Skukuza o Eastgate de Hoedspruit, conectados con Johannesburgo.

© @sabisabireserve

Elegido en numerosas ocasiones entre los mejores lodges de safari en el mundo, son cuatro las extraordinarias propiedades con las que cuenta Sabi Sabi (sabisabi.com) cada una con un estilo y temática particular, enmarcadas en los conceptos de ayer, hoy y mañana. Selati Camp es de estilo vintage, inspirado en la época de los safaris clásicos y los ferrocarriles, ideal para quienes buscan un ambiente romántico y nostálgico. Bush Lodge, con un enfoque moderno, está pensado para familias, e íntimo y exquisito es Little Bush Camp, perfecto para parejas en busca de privacidad.

© Sabi Sabi

Como un reflejo del inmenso talento artístico de África, Earth Lodge, el cuarto de los lodges de Sabi Sabi y el más especial, con un diseño innovador y sostenible integrado en el paisaje, ofrece una experiencia contemporánea de lujo donde los alojados tienen a su disposición suites con piscina privada y vistas a la sabana, cuidados jardines o spa.

El alojamiento, la gastronomía –de la mano de excelentes chefs y acompañada de los más prestigiosos vinos sudafricanos– y las actividades de Sabi Sabi están al mismo nivel de exclusividad. Sus safaris guiados por rangers y trackers en vehículos abiertos o a pie permiten adentrarse en el corazón del continente africano y sentir su latido. Estas salidas al amanecer y al atardecer, las horas en las que se aprecia una mayor actividad de la fauna salvaje, o también nocturnas, regalan esas imágenes icónicas de leones descansando bajo un árbol, elefantes cruzando un río, rinocerontes pastando en la sabana o asistiendo a uno de esos atardeceres africanos de ensueño que tantas veces hemos visto en las películas.