Reserva de la biosfera de Urdaibai, en Vizcaya, País Vasco© Mimadeo / Alamy Stock Photo

¡Escápate a Urdaibai! Tres días de naturaleza, gastronomía, cultura y sensaciones inolvidables

Viajamos al corazón del País Vasco, a Urdaibai, reserva de la biosfera desde 1984. Durante tres días, podrás recorrer sus playas, bosques y pueblos llenos de historia, mientras te sumerges en un entorno único donde la tranquilidad y la belleza se unen para ofrecerte una experiencia inolvidable.


28 de noviembre de 2024 - 7:00 CET

Pocas veces un destino consigue superar las expectativas que tienes sobre él. Y no hace falta salir al extranjero, porque este lo tenemos bien cerquita, en pleno corazón del País Vasco. Para más señas, en Vizcaya, en el espectacular estuario que conforma el río Oka, que va a morir en brazos del Cantábrico no sin antes dejar a su paso un paisaje casi mágico, pleno de biodiversidad y al que se asoman pueblos llenos de encanto. 

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Urdaibai, reconocida por la Unesco en 1984 como reserva de la biosfera, es un verdadero tesoro natural. Aquí encontrarás de todo: senderos rodeados de exuberantes  bosques, profundos valles, idílicas playas de arena dorada, una cambiante marisma capaz de crear un vibrante mosaico de canales y humedales que son el hogar temporal de cientos de aves migratorias, así como históricas localidades llenas de cultura y tradición que, además, están en perfecta sintonía con este privilegiado entorno. No en vano, este paraíso natural es el único destino turístico del País Vasco adherido a la Carta Europea de Turismo Sostenible. 

© Sergi Reboredo / Alamy Stock Photo

Hablamos de un espacio protegido que se extiende a lo largo de 230 kilómetros cuadrados, que comprende 22 municipios y que merece la  pena conocer. Y muy especialmente ahora fuera de la temporada estival. Porque es ahora en otoño cuando la naturaleza muestra todo su esplendor, cuando los aficionados a la ornitología pueden observar en la marisma a una gran cantidad de aves, o cuando los pueblecitos, tras la marabunta de veraneantes, recuperan su ritmo pausado y es más fácil conectar con la vida local, explorar mercados y degustar la gastronomía vasca en sus restaurantes más tradicionales. En definitiva, cada rincón de esta reserva invita a desconectar del ritmo acelerado de la vida cotidiana y a sumergirse en la belleza de lo esencial. Y lo digo por experiencia porque he tenido la oportunidad de escaparme a conocerla.

Ruta por Urdaibai: día 1

Mundaka, mucho más que surf

Mi primera parada es este encantador pueblecito vasco, a tiro de piedra de Bilbao, que por si por algo es conocido es por ser una de las mecas internacionales del surf. Su famosa ola izquierda atrae a surferos del mundo entero para poder experimentar y disfrutar de una ‘ola tubera’ que puede alcanzar hasta cuatro metros de altura y 400 metros de longitud. 

© Turismo de ADR Urremendi/Urdaibai

Y la razón de este curioso fenómeno natural se debe a la concatenación de varios factores. Por un lado, la desembocadura del estuario que forma el río Oka actúa como un  embudo concentrando las olas del Cantábrico y, por otro, el hecho de que justo en la desembocadura existe una barra de arena submarina contra la que chocan las olas, elevándose y rompiendo formando ese tubo tan característico y perseguido por los surfistas. Si a ello unimos el viento y las mareas, que en esta parte de Vizcaya  son considerables, tenemos la conjunción perfecta para que se forme una de las mejores olas del mundo para surfear. Y es justamente durante el otoño y el invierno la mejor época no solo para surfear, sino, simplemente, para disfrutar de un espectáculo sin igual. 

© Turismo de ADR Urremendi/Urdaibai

El puerto de Mundaka

La explicación me la da Imanol López Díaz, un geólogo que se dedica, a través de su pequeña cooperativa (Ekobideak), a realizar interesantes rutas geoturísticas por Urdaibai para dar a conocer su geodiversidad. Y precisamente con él recorremos el pequeño puerto de Mundaka, pueblo con una arraigada tradición marinera, para descubrir la enorme riqueza de fósiles con los que cuenta esta localidad, y que tienen un nombre propio: las lumaquelas, es decir, rocas sedimentarias formadas principalmente por fragmentos de conchas de moluscos y otros organismos marinos. Según Inmanol, estos  fragmentos se acumulan en el fondo marino y, con el paso del tiempo y la presión, se compactan y cementan formando una roca. Y con estas rocas fueron construidos muchos de los antiguos edificios que se pueden ver hoy en Mundaka. 

© Turismo de ADR Urremendi/Urdaibai

Desde el puerto parte un agradable paseo que va bordeando el mar para llegar a la ermita de Santa Catalina, que se levanta sobre una pequeña península desde donde se obtiene una vista espectacular de la ría de Mundaka y de la isla de Ízaro. Este pequeño templo fue reconstruido en el siglo XIX, aunque tiene su origen en la Edad Media. Muestra un estilo de transición del gótico al renacimiento y, aparte de edificio religioso, a lo largo de los siglos ha tenido diferentes usos, desde lugar de reunión para la cofradía de pescadores hasta espacio de cuarentena en época de epidemias. En torno a ella todavía pueden observarse los restos de la muralla del fortín que allí se estableció dada la privilegiada ubicación de esta península. 

© Turismo de ADR Urremendi/Urdaibai

Si las vistas desde la península de Santa Catalina se te quedan cortas hay una opción perfecta para admirar la ría de Mundaka y es coger un barco para recorrerla y experimentar de primera mano el poder y la belleza de las mareas en Urdaibai. Cristina Krug Zulueta es la capitana del Izkira, una pequeña embarcación que no solo ofrece un servicio de ferry entre Mundaka y los municipios de Sukarrieta y Ibarrangelu (playa de Laida), también realiza paseos turísticos para conocer las playas, los acantilados y las marismas de Urdaibai. Incluso, ofrece actividades a la carta como, por ejemplo, avistar aves o conocer la historia geológica de la zona, y de la que Inmanol da buena cuenta. Sin duda, una manera diferente y muy interesante de acercarse a la historia, la cultura y la naturaleza de la reserva de Urdaibai.

El barco va sorteando, gracias a la maestría de Cristina, los bancos de arena que van quedando al descubierto con la marea baja y en el recorrido no puedes dejar de asombrarte de la maravilla que esconde esta reserva natural. 

Kortezubi: paisaje, arte y gastronomía

A 20 minutos en coche de Mundaka se encuentra Kortezubi, un pequeño municipio que tiene a gala contar con dos tesoros culturales (no dejó de hablar de tesoros, pero es la pura verdad) pertenecientes a dos momentos históricos muy distantes en el tiempo, pero que están unidos por su especial valor. El primero de ellos es la cueva de Santimamiñe, Patrimonio de la Humanidad desde 2008, y el yacimiento arqueológico más importante del País Vasco. 

© BizkaiKOA

La cueva encierra arte rupestre datado en hace más de 14.000 años y, aunque actualmente solo se puede visitar la entrada porque se están realizando trabajos de conservación e investigación por parte de los arqueólogos, existe una sala de proyecciones habilitada en la vecina ermita de San Mamés donde se puede realizar una visita virtual de todo el conjunto.

© Raquel Sáez

Muy cerca, se encuentra el bosque de Oma, otra obra de arte esta vez plasmada no en la piedra como hicieron los habitantes prehistóricos de la cueva de Santimamiñe, sino en los troncos de los árboles. Su autor, el pintor y escultor Agustín Ibarrola, dio vida, entre 1982 y 1985, a una serie de figuras geométricas, humanas y animales. Estas pinturas, al integrarse con la disposición de los árboles y la perspectiva del espectador, generan composiciones visuales en constante cambio, haciendo que la visita ofrezca una experiencia sorprendente. 

© Cavan Images / Alamy Stock Photo

El acceso al bosque se realiza a pie, la pista parte de Santimimañe y hay que caminar unos 2,8 kilómetros porque no está permitido el tráfico rodado. Pero eso no tiene por qué ser un problema, si te gusta el senderismo, es una manera estupenda de disfrutar, a medida que vas ascendiendo, de la preciosa estampa que ofrece el valle de Oma. La visita es gratuita y se puede hacer por libre o con visita guiada, pero en ambos casos hay que reservar entrada y elegir el día y el tramo horario en la que se quiere realizar.

© Turismo de ADR Urremendi/Urdaibai
© ardi_beltza_kortezubi

Después de tanto ejercicio es normal que se despierte el apetito y, cuando esto ocurra, tienes dos opciones o quedarte a comer en el restaurante Lezika, que se encuentra junto a la pista que sube al bosque de Oma, y disfrutar de un menú de cocina tradicional vasca, o bien acercarte al pueblecito de Kortezubi y justo en la misma plaza del municipio se encuentra el restaurante Ardi Beltza (Oveja Negra). Un establecimiento pequeñito, pero que ofrece un menú degustación sorprendente. Uxue Landa, en los fogones, y Galder Madariaga como sumiller y jefe de sala son los artífices de este local donde se elabora una cocina de sabores tradicionales, pero con un toque de lo más innovador. Los productos de temporada y de proximidad son los elementos básicos de su cocina, a lo que habría que añadir una bodega de extraordinaria variedad y calidad.

Ruta por Urdaibai: día 2

Guernika, corazón de la historia vasca y un símbolo de paz mundial

Es uno de los lugares más emblemáticos del País Vasco, no solo porque aquí está la Casa de Juntas y el famoso Árbol de Guernika, símbolo para los vascos de libertad, democracia y de sus derechos históricos, sino porque en esta localidad  se conserva y se protege muy bien la memoria histórica. A quienes nos gusta la historia tenemos grabado uno de los episodios más negros de nuestra guerra civil, el bombardeo que llevaron a cabo los nazis y fascistas sobre la población civil el 26 de abril de 1937. 

© Turismo de ADR Urremendi/Urdaibai

En la Plaza de los Fueros, corazón de Guernika, existen unos paneles que explican este terrible acontecimiento. Pero quizás lo que más impresiona (y emociona) es visitar uno de los refugios antiaéreos que sirvieron de cobijo a las gentes que ese fatídico día celebraban su tradicional mercado. Existen visitas guiadas que a través de imágenes y sonido reviven ese trágico momento. A pesar de todo, este cruel acontecimiento ha servido para convertir al pueblo de Guernika en todo un símbolo internacional a favor de la reconciliación y en contra del horror de la guerra. Ejemplo de ello es el Museo de la Paz, ubicado en la misma plaza de los Fueros, y muy cerquita, en la calle Allendesalazar, cómo no, la reproducción a tamaño real del famoso cuadro de Picasso, un mural que se instaló para conmemorar el 60º aniversario del bombardeo.

© Turismo de ADR Urremendi/Urdaibai

Además de darte un paseo por el pueblo para visitar la Casa de Juntas, el Árbol de Guernika, la iglesia de Santa María (s. XV), el Museo de Euskal Herria (un  museo etnográfico donde conocer a fondo la cultura vasca) o pasear por el Parque de los Pueblos de Europa (donde podrás admirar esculturas de Eduardo Chillida y Henry Moore), hay dos cosas que no puedes perderte, muy especialmente si tu visita coincide un lunes (haz lo posible porque así sea): la primera, darte una vuelta por el mercado de productores, es el más famoso del País Vasco y, la segunda, acudir a un partido de cesta punta (una llamativa modalidad de pelota vasca que se juega con una especie de cesta con forma cóncava) en el frontón de Jai Alai. De verdad que es un verdadero espectáculo y todo un acontecimiento social para los guernikarras.

Un paraíso para los aficionados a la ornitología

El otoño transforma la Reserva de la Biosfera de Urdaibai en un auténtico paraíso para los observadores de aves. Miles de aves migratorias encuentran en sus marismas un refugio ideal para descansar y alimentarse durante su viaje hacia climas más cálidos. A escasos 5 km de Guernika, en el municipio de Gautegiz Arteaga, hay un lugar único donde los aficionados a la ornitología pueden disfrutar de un espectáculo singular, observándolas de cerca. 

© Turismo de ADR Urremendi/Urdaibai
© Bird Center
© Bird Center

Es el Bird Center, un centro de interpretación especializado que ofrece información detallada y muy didáctica sobre las aves de la zona. Además de contar con observatorios estratégicamente ubicados para disfrutar contemplándolas, desde  sus instalaciones, se puede observar la vida de las aves en su hábitat natural, gracias a potentes telescopios. Este centro, que es también un lugar dedicado a la investigación, organiza actividades como talleres, charlas y rutas guiadas para todos los públicos, como parte de su gran labor de divulgación.

Ruta por Urdaibai: día 3

Urdaibai, el sueño de cualquier senderista

Y si lo tuyo es caminar en plena naturaleza, Urdaibai cuenta con infinidad de rutas de senderismo. La que yo recorrí se encuentra en el municipio de Arratzu (a poco más de 20 kilómetros en coche de Guernika), concretamente parte del barrio de Elexalde y es una ruta de pequeño recorrido en torno al río Golako, ideal si viajas con niños porque apenas tiene desnivel. 

© Raquel Sáez

La ruta tiene dos recorridos circulares diferenciados, que parten del mismo sitio, la iglesia de Santo Tomás, ubicada en un pequeño promontorio desde el que se tienen unas espectaculares vistas del Valle de Arratzu. El recorrido más corto es el que se dirige hacia la antigua ferrería de Olazarra (está perfectamente señalizado) para continuar bordeando el río Golako y disfrutar de un precioso y frondoso bosque de ribera y una pequeña presa que sirvió en su momento tanto a las labores de la ferrería como a los molinos que hubo en la zona en tiempos pasados. El segundo recorrido atraviesa el antiguo y melancólico puente de Artzubi, que servía para comunicar el pueblo de Arratzu y Mendata, y se interna en uno de los mayores robledales de Urdaibai. 

Gastronomía y enología con mayúsculas

Pero Urdaibai no solo son paisajes de ensueño o pueblos con encanto. Para mí, una de las mejores maneras de acercarme a la cultura de cualquier sitio es saborear su cocina. Y aquí la gastronomía es casi una religión. A través de ella puedes conectar con la historia, las tradiciones y hasta percibir su relación con el medio natural porque cada ingrediente, cada receta cuenta una historia y nos conecta con la identidad de un lugar. Y esto me ocurrió en el restaurante Remenetxe, en la localidad de Muxika (muy cerquita de Guernika). 

© Raquel Sáez

Ubicado en un antiguo caserío del s. XIX ofrece una cocina vasca  ‘de toda la vida’, centrada en el producto local y de temporada, en un ambiente muy acogedor y familiar. Me impresionó mucho su bodega, el tesoro de Jon Andoni Rementería, uno de los mayores expertos de vinos de España, que exhibe con orgullo sus más de 1.500 referencias de vinos procedentes de todo el mundo. Su pasión por el vino no solo la manifiesta en los maridajes que recomienda a su clientela, también en los talleres y catas que organiza en su bodega. 

Y hablando de bodega, a unos pocos kilómetros de allí, en el barrio de Arane, en Guernika, se encuentra la bodega Itsasmendi, el lugar que no debes perderte si quieres conocer a fondo uno de los vinos más emblemáticos del País Vasco: el txakoli. Aquí aprendí, gracias a las explicaciones de su director técnico, Garikoitz Rios, que hay muchos tipos de txakoli, que nacen de la experimentación con las variedades de uvas autóctonas, de la exploración de los tiempos de fermentación y de la crianza de los mismos. Lo que significa que el tradicional txakoli ha evolucionado, eso sí, respetando su origen y características, pero incorporando técnicas y enfoques más modernos para mejorar su calidad y presentación. Mi recomendación: apúntate a una de las catas que organizan para que lo compruebes por ti mismo. 

Un refugio ideal donde comenzar y terminar tu escapada a Urdaibai

En un lugar tan especial como Urdaibai, el alojamiento no es solo un sitio donde pasar la noche, sino una extensión de la experiencia. Y por su ubicación (muy cerca de Bermeo) y el precioso entorno que lo rodea, el Hotel Nafarrola se convierte en un refugio desde el que explorar a un ritmo tranquilo todas las maravillas de la reserva. Al regresar, después de un día de descubrimientos, el silencio del entorno y la calidez de su espacio invitan a la desconexión, permitiendo asimilar y rememorar los detalles del viaje. 

© Hotel Nafarrola
© Hotel Nafarrola

Este hotel boutique situado en un caserío, catalogado como monumento histórico, combina a la perfección el encanto de su arquitectura tradicional con una decoración rústico chic muy cuidada, dando lugar a habitaciones y espacios comunes cálidos y acogedores. Además, este hotel cuenta con servicios exclusivos como masajes, tratamientos de belleza o la posibilidad de hacer actividades al aire libre. 

© MESTIZAA

Y otro aspecto a destacar, su restaurante, ‘Rola’, al frente del cual se encuentra el chef Gaizka Goikoetxea, discípulo de Hilario Arbelaitz, otro de los grandes chefs que ha dado el País Vasco. Aquí podrás disfrutar de una cocina basada en el producto local de temporada pero con una gran dosis de creatividad, tanto en la elaboración como en la presentación de los platos, todos ellos regados por una cuidada selección de vinos. ¿Alguien da más?

MÁS INFORMACIÓN SOBRE URDAIBAI

  • Turismo de Urdaibai: https://turismourdaibai.com/es/
  • Urdaibai Experience & Travel: https://urdaibaiexperience.eus/
  • Ecobideak: https://ekobideak.com/
  • Izkira, paseos turísticos por Urdaibai: https://izkiraurdaibai.com/
  • Urdaibai Bird Center: https://www.birdcenter.org/
  • Hotel Nafarrola: https://www.hotelnafarrola.com/
  • Bosque de Oma: https://www.bizkaia.eus/es/web/bosque-oma-basoa
  • Restaurante Ardi Beltza: https://i-sml.mtrbio.com/public/smartlink/ardi-beltza-kortezubi
  • Restaurante Remenetxe: https://www.remenetxe.com/mobile/restaurante.html
  • Bodegas Itsasmendi: https://bodegasitsasmendi.com/