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“Si no amas Londres, no amas la vida”. Lo dice -de momento- un graffiti de la londinense calle Benthal Green, haciendo esquina con Ebor Street, en el este de Londres. Para algunos podría tratarse de una frase cierta. Para otros, podría parecer una falacia. Pero no lo es, aunque muchos lo crean porque, Londres, si no se vive al 100%, puede crear ese efecto rebote que sucede en las grandes urbes: llegar a atosigar. Sin embargo, cuando se conoce un poco, descubre que fuera de ruta, hay zonas todavía no demasiado transitadas, que han emergido, o están comenzando a hacerlo, como focos a los que prestar atención y que no aparecen en guías de viaje convencionales.
Lugares que antaño fueron denostados, ahora están renaciendo como reclamo en la capital británica. Es el caso del este de Londres, una zona de la ciudad que, como Enric González cuenta en Historias de Londres (RBA Libros, 2007), antes repelía tanto como fascinaba. Y aunque ahora no repele, fascinar, desde luego que todavía fascina. Conocido por su legado obrero, y su todavía perenne arquitectura de los siglos XVIII y XIXI, ya es todo lo que está bien para los jóvenes (y no tan jóvenes): mercados vintage, tiendas de vinilos y calles llenas de murales se dan cita con establecimientos de moda boutique, peluquerías de alta gama y cafeterías de especialidad que enamoran a cualquier viajero interesado en conocer su esencia, más allá de la fachada.
Londres es Westminster, Hyde Park, la Torre de Londres, Picadilly Circus o el Buckingham Palace. Pero también es Whitechapel, las entrañas de Portobello más allá del mercado, y Old Street. Es monumentos y fish and chips; y es fiesta hasta altas horas de la noche, galerías de arte alternativas, y un ambiente vibrante, multicultural y juvenil que se mueve a ritmo de raves, se camina entre fachadas de ladrillos, y come bagels. Por eso, hoy trazamos una ruta alternativa por los enclaves que están empezando a conquistar a la generación Z, y que muchos millennials ya han apuntado para su próxima escapada.
© Getty ImagesDe oeste a este: dos ambientes igual de interesantes
Un atributo, de los muchos, buenos de Londres es que cuenta con espacios para todos los ambientes. Mientras que el oeste es más adecuado para quienes buscan una experiencia más sofisticada y elegante, el este es underground, rompedor y chocante. El barrio de Chelsea invita a un paseo tranquilo, el paseo desde Kensington Street a Portobello, pasando por callejones de Notting Hill lleva a descubrir rincones interesantes (apunta: tomar café en Tabernacle), y los italians gardens, dentro de Kensington Gardens, son impresionantes.
Un ambiente muy diferente es el que se encuentra pasando al otro lado del Soho, rodeando a Brick Lane o Shoreditch. Allí todo el ambiente es mucho más urbano, moderno, y alternativo. Nada más pisar sus calles se siente. Ejemplos hay por doquier: la cafetería 1001 por el día es un remanso de brunchs y ordenadores, pero por la noche se convierte en un espacio espectacular con diferentes sesiones de Dj’s y eventos que amenizan la jornada.
© Sergio AmitiMuy cerca, un lugar siempre tiene cola fuera se erige como parada: el Beigel Bake de Brick Lane, una pastelería abierta 24 horas, que llama la atención desde fuera, donde curiosos ven cómo se preparan los bagels de salami y pepinillos. Por allí pasó Kate Middleton, y muy cerca, en el restaurante The Famous Curry Bazaar, comieron también otros celebrities como Chris Martin o Russell Brand. Si no convence, hay muchas más opciones alrededor, pero al terminar la calle llama la atención Hoko, con un menú especializado en arroz, fideos y bollos de Hong Kong.
© @wombatshostelsWombats City, el 'place to be' donde dormir
Plantearse el dormir con desconocidos en una habitación parecía ser solo una opción para ahorrar dinero. Sin embargo, en los últimos años, la ocupación de hostales o albergues de habitaciones compartidas ha crecido notablemente, sobre todo, entre los más jóvenes. ¿Los motivos? Muchos de ellos, como Wombats City, ofrecen trato y limpieza exquisita, pero también una experiencia fascinante.
Wombats City, más allá de ser uno de esos alojamientos de literas donde puedes elegir habitaciones mixtas o solo femeninas, lo tiene todo. Buena ubicación (a apenas diez minutos de la Torre de Londres, y unos 20 de Brick Lane), sobresaliente en Hostelworld, cafetería acogedora con café de especialidad y pasteles, posibilidad de desayuno buffet, bar con futbolín, billar y zona de descanso, y hasta actividades como karaoke, noches de comedia, y happy hour para quién quiera socializar. Puede que allí llegues solo, pero, desde luego, no te irás solo. Para que la magia aparezca a veces, hay que tantear el truco.
© @thehoxtonhotelUna experiencia de lujo en el Hoxton
Más individual, sin ese sentido de comunidad, es la opción de alojarse en un hotel. El precio es más elevado, pero las instalaciones de las que se disfruta en uno de ellos sabemos que no dejan a nadie indiferente. Por ello, si se busca vivir una escapada sin reparar demasiado en gastos, opciones como Hoxton emergen como ideales. Esta cadena cuenta hasta con 4 hoteles en la ciudad: tres en o cerca del centro, y una en las afueras.
Los Hoxton son hoteles boutique, donde todo está cuidado al detalle. Suelen situarse en núcleos donde hay vida y actividades para hacer sin necesidad de desplazarse demasiado, y todos sus servicios son puro lujo. Para quienes buscan una opción original, eso sí, hay un hotel que sí ofrece experiencias originales donde es muy fácil conocer a más gente. Se trata de The Standard, que lanza siempre ideas tan diferentes como crear estancias a medida inspiradas en los rasgos del horóscopo.
© @atikalondonTiendas locales de moda de lujo y 'vintage'
Más allá de los conocidos Knightsbridge, Convent Garden, o Canary Wharf, otros barrios, como Mayfair, Marylebone, Soho o Chelsea nos ofrecen también marcas de lujo donde darnos un capricho. Aunque una tendencia que está en alza, cada vez más, en Londres es la de recurrir a los artículos de segunda mano. Para ello, sus mercadillos callejeros son la mejor opción. El de Camden Town o Portobello todos lo conocemos, pero otros, como el de Alfies Antique Market, y calles como la de Hackney, Berwick Street, o, de nuevo, Brick Lane, están llenas de tiendas Destacan dos nombres. Vintage Basement y Atika.
© Getty ImagesLibrerías con encanto e historia
Pocas actividades nos llevan a conocer más una ciudad que la que invita a perderse entre sus libros. Sean de antes o de ahora. Todos ellos ayudan a dibujar una idea de dónde estamos. Y está claro: cuántas más librerías bonitas hay, más peso sabemos que se le da a la lectura en ese destino. Por lo que resulta fácil intuir que en Londres goza de relevancia.
Daunt Books es de esas que venden tote bags que llevarnos de recuerdo, como la de Shakespeare and Company en París. Se trata de una librería pensada, sobre todo, para viajeros que conquista por sus títulos, pero también por su arquitectura encantadora. Word on the Water, por su parte, es muy instagrameable, ya que es una librería flotante sobre un canal con un interior que bien podría ser el salón de casa de cualquiera de nuestros abuelos.
Persephone Books, nació con un buen propósito: comercializar y dar a conocer libros de autoras olvidadas del siglo XX. También merece la pena visitar Hatchards, una de madera y moqueta estampada que perfectamente define su título como la más antigua de Londres (¡tiene algunos libros firmados por sus autores!), y Books for Cooks, imperativo de todo el mundo amante de la cocina, situada en Notting Hill.
© Getty ImagesPuestos de comida callejera de todo el mundo
Algo que en España no parece tan habitual es prescindir de una mesa para comer, pero en Londres está a la orden del día. A nosotros nos encanta la experiencia de sentarnos y compartir anécdotas, pero hay que admitir que esos mercados gastronómicos sin sillas ni dónde apoyar el plato tienen un encanto especial que atrae, y mucho, hasta hacernos querer volver. Será por la experiencia, porque siempre hay ambiente, por el olor que se forma al juntarse todas las recetas del mundo en un mismo lugar, o porque siempre suelen haber música amenizando la jornada recordándonos evocando la esencia festivalera de verano. Hay que decirlo: nos gustan.
Si quieres evitar el Borough Market, puedes visitar el Box Park (aunque éste sí tiene mesas, y además… también fiesta), Spitalfields Market, KERB,Broadway Market, Netill Market o Leandenhall. Aunque cada uno presenta un ambiente diferente, no son de esos que salen en cualquier conversación fácilmente. Si, en cambio, algún día si que apetece sentarse y hasta hacer sobremesa, los pasteles Eccles con queso de St. John's son deliciosos. Un nombre más: Rules, el más antiguo de la ciudad.
© Getty ImagesCalles que son arte
Londres no se vive solo en las postales. Es una ciudad para caminar, perderse y descubrir lo inesperado. Parte de su alma está en sus calles, donde el arte urbano cuenta historias. En Hackney Wick y Peckham merece la pena abrir los ojos y prestar atención a las pintadas y murales. Sucede lo mismo en Shoreditch, especialmente alrededor de Brick Lane, los muros se transforman en lienzos llenos de color que se infiltran entre tiendas y restaurantes. Cada rincón revela una nueva obra, desde piezas políticas hasta grafitis llenos de humor. Hay callejones donde apenas existen paredes con espacios para nuevas pinturas.
Curioso es también el paseo por Leake Street Arches (conocido como el túnel del graffiti), cerca que une South Bank con Waterloo. Un camino que lleva a conocer obras de artistas locales en un paseo de 300 metros. Antes de que fuera un centro de grafitis y arte callejero, Leake Street formaba parte de la entrada a la antigua terminal del Eurostar. Después de que éste se trasladara a Kings Cross, Banksy descubrió este túnel y lo tomó como sede de The Cans Festival en 2008. El resto, es lo que vemos hoy.
© @whitechapelgalleryMuseos y galerías alternativas
Claro que, en Londres, el tiempo no siempre acompaña para disfrutar de un paseo agradable. Por eso, y porque el arte siempre ha jugado un papel muy relevante en la geopolítica de un país, la capital británica tiene un sinfín de museos y galerías que todavía no conoces. El arte moderno y contemporáneo encuentra su casa en Londres. La Whitechapel Gallery, con su enfoque vanguardista, es perfecta para quienes buscan exposiciones que desafíen los sentidos. No muy lejos, el Barbican Centre combina arquitectura brutalista con eventos culturales que siempre invitan a reflexionar.
Si prefieres apoyar a artistas emergentes, la Flowers Gallery, en Shoreditch, es una joya escondida: nada menos que una galería de arte contemporáneo más antigua del mundo. Para los amantes del diseño en todas sus formas, el Design Museum en Kensington ofrece una ventana al futuro creativo. Además, en Columbia Road, ocultas entre el bullicioso mercado de flores (¡hay que ir!), se encuentran diferentes espacios expositivos que dan lugar a arte más íntimo. Y si te atreves a salir del centro, Walthamstow alberga la galería al aire libre God’s Own Junkyard, un paraíso de neones vibrantes.
© @drumshedsDiscotecas donde alargar la noche
Más allá de ratos entre pintas de cerveza en sus típicos pubs la vida nocturna de Londres es una experiencia única, con opciones para todos los gustos. Fabric, uno de los clubes más icónicos de la ciudad, es el lugar perfecto para perderse en el techno. Uno de los más grandes de Gran Brestaña, y muy industrial, es Drumsheds al norte de Londres, un mega espacio que ofrece raves inolvidables en un ambiente amplio y auténtico.
Al sur, en Elephant & Castle, Corsica Studios se ha convertido en un refugio para los fanáticos de la música experimental y los sonidos alternativos. Si buscas algo más acogedor y temático, Phonox, en Brixton, organiza noches con D'js emergentes que no defraudan. Además, si te apetece algo más tranquilo, en el O2 Academy de Brixton suelen actuar artistas de renombre y talentos emergentes.
© Getty ImagesPulmones verdes para descansar
Londres esconde oasis verdes perfectos para desconectar del bullicio. Además de tener parques muy afamados, como Green Park o St. James Park, esconde otros muchos nombres que invitan a relajarse, de verdad. En Holland Park, el Kyoto Garden ofrece un rincón de Japón con cascadas, ajedrez Xl de suelo, y tranquilidad absoluta. Postman’s Park, en pleno centro, es pequeñito, pero combina paz con historia a través de su conmovedor Memorial to Heroic Self-Sacrifice, dedicado a héroes anónimos.
Por su parte, el Abney Park Cemetery, es más para visitar que para reposar. Pero merece la pena, pues se trata de un cementerio victoriano transformado en reserva natural, que ofrece un paseo único entre árboles centenarios y lápidas cubiertas de musgo.
Claro que, si te apetece aún ir más lejos, el parque de Richmond, de 955 hectáreas, es sin lugar a dudas, el place to be. Después de recorrerlo, merece la pena visitar también las calles de la zona. La tranquilidad, allí, está en todas partes.
© @netil360Panorámicas 360º
Además de desconectar en sus espacios verdes (que son muchos), Londres cuenta con muchas azoteas donde escaparse del gentío que domina sus calles y disfrutar panorámicas increíbles, ya sea bebiendo algo, o cenando.
Todos sabemos que el Sky Garden es gratis. Pero, si en algún momento del viaje toque pasar cerca de Covent Garden, también está bien saber que allí se encuentra Piazza, la terraza en la azotea del Royal Ballet y Opera a donde también se puede acceder sin tener entrada para alguno de sus espectáculos, ni reserva (aunque, al contrario que en el Sky Garden, sí se debe consumir algo). Está abierto tanto para disfrutar de una bebida en un ambiente acogedor, como para degustar su menú, basado en platos británicos elaborados con producto del mercado.
Por su parte, Acqua Spirit se impone como otro prestigioso enclave, Aqua Spirit, perfecto para tomar una copa antes o después de cenar, y emplazado también en una zona céntrica, Regent Street. Netil 360, en cambio, es una opción alternativa y más informal que también triunfa, pero en Hackney.
© Getty ImagesDel carnaval de Notting Hill a los festivales de música
Londres celebra la diversidad y la música con festivales que reflejan su espíritu versátil y multicultural perfectamente. El más conocido es el Notting Hill Carnival, el mayor festival de cultura caribeña fuera del Caribe, llena las calles de este barrio con desfiles de coloridos trajes, música en directo y comida tradicional. Aunque la ruta principal del carnaval es espectacular, explorar las calles traseras ofrece una experiencia más auténtica, donde la música reggae, calypso y soca fluye desde pequeñas sound systems.
De otro carácter, pero curioso como festival, es el Lovebox Festival, en Gunnersbury Park, una celebración que combina indie y electrónica para crear un ambiente festivo e inclusivo, ideal para amantes de la música alternativa. Por su parte, el Field Day, hasta ahora en Victoria Park (pero en 2025 cambiará de localización), es el lugar para descubrir música underground y artistas emergentes en un entorno relajado.
© Getty Images¿Cuándo ir a Londres?
No hay una fecha concreta ni ideal para viajar a Londres. O mejor dicho, todas lo son. Londres despierta los sentidos siempre, pero la estancia puede ser más o menos agradable según el clima. Ante esto, solo un apunte: por mucho frío que haga, ir en invierno y ver toda su iluminación de Navidad, coros en las calles, o pasear entre sus mercadillos navideños, y disfrutar de Winter Wonderland, es toda una experiencia. A finales de enero y principios de febrero también tiene lugar el Año Nuevo Chino en Chinatown, y en noviembre, los recitales de música Music Mania. De todos modos, todo depende del propósito. En un fin de semana se puede ver lo más turístico, con un poco de prisa, en cuatro días todos los nombres principales... pero una semana es ideal para hacerse una idea de cada uno de sus ambientes, más allá de su top ten de visitas.
Para evitar multitudes y disfrutar de mejor clima, primavera, verano u otoño son buenas estaciones. Durante esos meses los parques se llenan de vida (algunos, como Hyde Park y Regent’s Park están en flor, por lo que son escenarios bonitos para pasear), y los bares sacan sus sillas y mesas a las terrazas. En marzo tiene lugar el Desfile del Día de San Patricio, en mayo el Chelsea Flower Show, desde ese mes hasta julio el RHS Flowers Show, y en agosto el Notting Hill Carnival.
¿Qué distancia hay desde el aeropuerto al centro de Londres?
A la hora de reservar el vuelo es importante tener en cuenta que la ciudad dispone de seis aeropuertos. Dependiendo de dónde nos alejemos, y del tiempo que queramos invertir en ir hasta allí, debemos tener en cuenta cuál escogemos. El más cercano es el de la City de Londres, y el que queda más lejos el de Southend. Puedes conocer aquí cómo ir desde todos ellos hasta el centro.
