Despertarse con el piar de los pájaros. O con ese rayo de luz que, de repente, se cuela entre las ventanas. Detenerse a contemplar una estampa en la que la naturaleza lo acapara todo. Donde quedan lejos el ruido del tráfico, la televisión del vecino, las grúas de la obra del edificio de enfrente. Es esta la escena ideal que muchos, en la vorágine del día a día, ansiamos vivir de primera mano siempre que el cuerpo nos pide una escapada. ¿Qué tal si hacemos un repaso a algunos de los proyectos repartidos por España donde las habitaciones se hallan en las alturas? En estas cabañas en los bosques saciarás tu apetito de sentirte bien.
Cabanyes entre Valls, un sueño cumplido (Girona)
Es esta una historia de cuatro: la de Álex y María; la de Alfons y Carles. Los primeros soñaron toda la vida con crear un proyecto en el que construir cabañas en lo más alto de los árboles para alojar a quienes ansiaban, como ellos, tocar el cielo con los dedos. Los segundos contaban con un espacio lo suficientemente amplio, su finca en el Valle de Bianya, donde poder levantarlas. Y así ocurrió: rodeadas de una naturaleza única protagonizada por encinas y con vistas apabullantes tanto al valle, como —en los días despejados— al Golfo de Roses, fueron creadas Cabanyes entre Valls (cabanyesentrevalls.com).
Cuenta el alojamiento con una masía que aloja los espacios comunes, pero se halla compuesta por un total de 8 cabañas construidas a diferentes alturas y diseñadas en un estilo rústico, pero con personalidad propia. Algunas poseen jacuzzi exterior, aunque todas cuentan con caldera y alguna, incluso, sorprende con el tronco de un árbol atravesando su interior. Cabanyes entre Valls propone una experiencia única de desconexión del estrés del día a día y de conexión plena con la naturaleza que hace que, todo el que prueba, quiera repetir.
Basoa Suites, un firme compromiso (Navarra)
“Nosotros ponemos el bosque, la historia la decides tú”, es lo que defienden desde este pequeño paraíso entre árboles en el corazón verde de Navarra. Un refugio único abrazado por la naturaleza en el que nada menos que 7 suites reposan a gran altura sobre troncos de robles centenarios desde los que entregarse al descanso, al relax. Cada mañana, para sorpresa de los huéspedes, sucede un ritual único e incomparable con el que arrancar el día: el desayuno es entregado a cada cabaña mediante un sistema de poleas en una coqueta cesta para poder ser disfrutado sin salir de la habitación.
También se toman muy en serio en este pequeño paraíso la responsabilidad en cuanto a la sostenibilidad. ¿De qué manera? Procurando realizar el mínimo impacto posible en el entorno natural en el que se hallan, algo que ya tuvieron en cuenta durante la construcción de Basoa Suites (basoasuites.com), con la elección consciente de árboles y técnicas arboristas, utilizando maderas locales y certificadas, apostando por las pasarelas elevadas o cuidando la gestión del agua y de los residuos. También, cómo no, eligiendo a productores locales para surtirse de todos los alimentos que ofrecen en sus instalaciones.
Cabañitas del Bosque, cuando el ritmo debe parar (Outes, A coruña)
No fueron pocos los años que pasaron Manuel Lema y su hija, Renata, en busca de la localización ideal para crear Cabanas do Barranco, cuya base se halla en el municipio gallego de Outes. Un proyecto que surgió de otro alojamiento que ya gestionaban con antelación, y que, a la vez, ha hecho brotar otros muchos conjuntos de cabañas en fincas cercanas de Galicia bajo el nombre Cabañitas del Bosque (cabanitasdelbosque.com). ¿La última? Cabanas da Luz, en Xaviña, que suma ocho casas en los árboles más.
Estas, junto a Cabanas de Mourelos, Cabanas de Broña o Cabanas de Albeida, entre otras, tienen algo en común: son alojamientos singulares y pioneros en Galicia, ubicados entre las copas de los árboles y de una gran calidad arquitectónica. Además, son ecológicos y respetuosos con el paisaje. Lugares idóneos para una escapada con la que huir de la monotonía y el ritmo frenético, ya sea en pareja, en familia o con amigos, para disfrutar de los hermosos campos gallegos en todo su esplendor.
Cabañas en los árboles, exilio en el bosque de Vizcaya
Imagina por un instante sumergirte en la cálidas aguas de tu jacuzzi privado a 17 metros de altura y entre frondosos árboles. O dormir plácidamente con el sonido de la naturaleza acompañándote como original banda sonora. Sueña que despiertas a primera hora de la mañana y, a tus pies, entre la maleza, te da los buenos días un corzo que pasea por la zona a sus anchas. A eso únele el cuidado desayuno casero elaborado a partir de productos artesanales con el que te darás un festín sin mirar el reloj.
En total, Cabañas en los árboles (cabanasenlosarboles.com) cuenta con 10 cabañas de diseños diferentes y a la vez complementarios. Algunas son idóneas, por su esencia romántica, para hospedarte en pareja. Otras, sin embargo, parecen sacadas de un cuento para niños, ideales para disfrutarlas en familia. ¿La más sorprendente? La bautizada como Oooh!, completamente redonda y con una terraza circular desde la que se obtienen vistas 360º. Todas ellas, además, derrochan lujo y detalles en cada esquina, por cada rincón, para que quienes tengan la suerte de vivirlas, se sientan como si estuvieran en casa.
Cabanas als Arbres, volver a ser niños (Girona)
Ya solo el hecho de acceder a la que será tu casita por unos días mediante un puente colgante —o por escaleras verticales, pero lo primero nos resulta más aventurero— añade un puntito de nostalgia a la experiencia. Al fin y al cabo, todos, de pequeños, hemos soñado en algún momento con tener una casa en el árbol en la que jugar y dejar pasar las horas. En este caso, con un fin muy diferente: relajarnos, convivir con la naturaleza, ser espectadores de excepción del paisaje que el Montseny y los Pirineos nos ofrecen desde nuestra particular plataforma. Hablamos de Cabanes als Arbres (cabanesalsarbres.com), el proyecto que Enmauel arrancó en 2009 en el corazón del macizo de les Guilleries, en el municipio de Sant Hilari Sacalm, y que hoy lo conforman un total de 16 acogedoras cabañas diseñadas con muchísimo estilo y elegancia.
Todas ellas han sido creadas a la medida del árbol que las sostiene, poseen una forma octogonal y cuentan con 30m2 de superficie. A esto, hay que sumarle otros 10m2 de terraza en la que los desayunos a primera hora de la mañana resultan más apetecibles si cabe. No hay agua corriente —sí un lavamanos— ni luz eléctrica —cuentan con lámparas portátiles—, pero no serán necesarios: una chimenea de bioetanol para el invierno, y la paz que tanto anhelamos en la vorágine del día a día, serán suficientes reclamos como para encontrar, en este pedacito de Girona, nuestro refugio particular.
Cabanes Dosrius, el rincón donde bajar el ritmo (Barcelona)
Cuando los rayos de sol se filtran entre las hojas de las copas de los árboles y se proyectan sobre las cabañas de este rinconcito en pleno Parque Natural del Corredor, muy cerquita de Barcelona, la escena cobra cierto aire onírico. Quizás es porque, precisamente, este precioso negocio nació del sueño común de toda una familia que, en 2013, comenzó a escribir la historia de Cabanes Dosrius (cabanesdosrius.com). Desde entonces han cumplido, con éxito, sus propósitos: ofrecer a sus huéspedes la oportunidad de volver a los orígenes, de vivir la magia inherente a cada estación del año. De regalarse un tiempo para parar, para disfrutar de los pequeños placeres que ofrece la vida.
El complejo, levantado en las entrañas del bosque y rodeado de vegetación por todas partes, está compuesto de un total de 7 cabañas en los árboles, todas ellas bautizadas con nombres de setas. Sostenibles, sin electricidad ni agua corriente, pero con todas las comodidades y confort imaginables, la experiencia de alojarse en ellas permite conectar con la esencia de la naturaleza que las rodea. Un plan imposible de rechazar.