Ocho cafés centenarios de España, ¿quieres saber cuáles son los más icónicos?

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CAFÉ GIJÓN

Paseo de Recoletos, 21. Madrid. cafegijon.com

Toda una institución cultural, un símbolo de los avatares de España, es este café madrileño que rezuma, como ningún otro, el espíritu de las tertulias literarias. Aquí, envueltos en humo, alcanzaban la madrugada Lorca, Dalí y Buñuel, alumbrando con ecos de leyenda la intelectualidad de la época. La lista de poetas, artistas y pensadores es infinita desde 1888. Las anécdotas e historias del Gijón han inspirado novelas y ensayos.

CAFÉ IRUÑA, BILBAO

Colón de Larreátegui, 13, Bilbao, cafeiruñabilbao.net

El 7 de julio de 1903 se inauguraba frente a los Jardines de Albia este precioso café con una singular decoración de inspiración mudéjar, techos policromados y una abundante colección de pinturas murales que es un referente para bilbaínos y visitantes como punto de encuentro social en el centro de Bilbao. Para comer un menú del día, cenar de picoteo los ibéricos de bellota de Sanchéz Romero Carvajal, para picar a cualquier hora…, siempre es buen momento pasar por el Iruña.

CAFÉ ROYALTY

Plaza de la Candelaria s/n. Cádiz. caferoyalty.com

Otro español se cuela en la lista de los emblemáticos cafés del Viejo Continente. Es el Royalty, en la ciudad de Cádiz, que nació en 1912 para festejar el centenario de la Pepa y dio cobijo a figuras ilustres como el también gaditano Manuel de Falla, que deleitó al público con sus conciertos. La guerra lo sumió en el olvido, pero fue restaurado años más tarde recreando su estética original: exquisita carpintería artesanal y dorada ornamentación que lo convierten en uno de los cafés más románticos del país.

ELS 4 GATS

Carrer de Montsió, 3, Ciutat Vella, Barcelona 4gats.com

Un precioso edificio modernista, la Casa Martí del arquitecto Josep Puig i Cadafalch, alberga esta antigua taberna que fue uno de los epicentros artísticos y culturales de la Barcelona de finales del siglo XIX y principios del XX. Ramón Casas, Santiago Rusiñol y Pablo Picasso son algunos de los ilustres personajes que comieron y bebieron en sus salas. Dispone de gastrobar, ideal para encuentros informales y afterworks, así como de un restaurante de cocina tradicional catalana que invita a largas sobremesas.

CAFÉ COMERCIAL

Glorieta de Bilbao, 7, Madrid, cafecomercialmadrid.com

Referencia para artistas y escritores desde hace más de 130 años que abrió sus puertas, el Café Comercial es un lugar castizo para cualquier hora del día en la capital. Aquí se puede desayunar sus típicos churros con chocolate a primera hora, darse un homenaje al mediodía con su bacalao al pil pil sobre pisto confitado, merendar un Paquito Club –ganador de este típico bocadillo de cordero en las dos últimas ediciones– o cerrar la noche con un cóctel. La barra, el suelo, los espejos son los originales, pero su oferta gastronómica aúna tradición y modernidad y su agenda cultural está repleta de conciertos, presentaciones...

CAFÉ NOVELTY

Plaza Mayor, 2, Salamanca, cafenovelty.com

Un clásico entre los clásicos en el lugar más céntrico de la ciudad, la Plaza Mayor, es este mítico café literario en marcha desde 1905 por cuyos veladores de mármol han pasado los más ilustres visitantes de Salamanca. El más conocido, el escritor Gonzalo Torrente Ballester, cuya estatua en bronce sigue en el mismo lugar en el que se situaba. En el salón, a su lado, o en la soleada terraza, puedes degustar uno de sus helados elaborados cada día artesanalmente, tomar una de las famosas croquetas del Novelty o sentarte a degustar cocina española. 

CAFÉ 1885

Alfonso I, 25, Zaragoza, grupo1885.com

Más de 130 años de historia tiene este emblemático y céntrico establecimiento de ambiente clásico y elegante que ha sido testigo de innumerables encuentros literarios, artísticos y políticos. Un lugar lleno de encanto, perfecto para disfrutar de un café rodeado de tradición que es a la vez brasserie y colmado gourmet.

CAFÉ IRUÑA, PAMPLONA

Plaza del Castillo, 44, Pamplona, cafeiruna.com

En pleno centro histórico de la ciudad, en el rincón más emblemático de la capital navarra, la plaza del Castillo, este icónico café de toda la vida sigue siendo punto de encuentro de pamploneses y visitantes desde que abriera sus puertas en 1888. 

Testigo de los principales acontecimientos de la ciudad, hoy, como ayer, conquista por su ambiente –con lámparas de época, grandes espejos, escudos policromados, sillas Thonet…–, por su café y su carta que ofrece en el salón o en la terraza y por su rincón más auténtico dedicado a un Hemingway eterno.