Qué ver en Budapest: los imprescindibles de la ciudad de moda en Europa
Palacios reales, puentes históricos, cafés aristocráticos y famosos baños termales adornan la capital de Hungría, una de las más bellas que bañan el Danubio. Este recorrido te guiará por sus lugares de ayer y hoy. Esto es lo que tienes que ver en Budapest:
El Danubio es la razón de ser de la capital húngara y divide los dos barrios históricos que le dan nombre: Buda y Pest, cada uno en una orilla. Junto a él discurre un paseo marítimo que es uno de los tesoros del Patrimonio Mundial de la Unesco de esta ciudad, como los son sus grandes símbolos arquitectónicos: el castillo en lo alto de la colina Gellért, el puente de las Cadenas o el Parlamento húngaro, asomado a sus aguas. Descubre estos lugares que tienes que ver en Budapest y otros imprescindibles:
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EL PARLAMENTO
El centro del poder en Hungría ocupa un majestuoso edificio, uno de los más grandes del mundo, que se puede visitar. Un recorrido por su interior te llevará a descubrir su imponente cámara, el antiguo hemiciclo, la escalera decorada con oro, estatuas, vidrieras y columnas de mármol, o salas impresionantes como la de la Cúpula o la que custodia las joyas de la Corona húngara.
EL PUENTE DE LAS CADENAS
De todos los puentes históricos que cruzan el Danubio el más antiguo y conocido es el de las Cadenas, protegido con leones de piedra y todo un icono de Budapest. También es un buen mirador para contemplar al caer la noche las vistas de una ciudad cortada en dos por la brecha del río. A un lado queda la Buda aristocrática, con su castillo en lo alto; al otro, la Pest comercial, que se despliega entre bulevares concéntricos tras el Parlamento.
EL CASTILLO DE BUDA
En el barrio de Buda, entre mansiones renacentistas y barrocas, está otro de los imprescindibles de la ciudad: el castillo, que fue residencia de los reyes de Hungría y hoy acoge varios museos: el Museo de Historia, la Galería Nacional – que próximamente se trasladará a un moderno edificio junto al Museo de arte contemporáneo Ludwig– y la Biblioteca Nacional. Diez minutos se tarda en subir andando hasta la plaza que se abre a sus puertas (menos aún en funicular, tranvía o autobús).
LA COLINA GELLÉRT
Una vez en la colina Gellért, la panorámica desde el Bastión de los Pescadores es insuperable, como la que se admira desde la torre de la Campana de la iglesia de Matías, en la plaza de la Trinidad, donde han sido coronados todos los monarcas. Pinturas al fresco y vidrieras embellecen su interior en el que, gracias a su excelente acústica, se puede asistir a conciertos de órgano y de música clásica.
LA BASÍLICA DE SAN ESTEBAN
En el elegante centro de Pest, a escasos metros del Parlamento húngaro, el templo cristiano más grande de la capital es también la tercera iglesia más grande del país. Por fuera es un edificio de dimensiones poderosas, en estilo neoclásico, por dentro guarda importantes obras de arte de importantes artistas húngaros, aunque su gran tesoro es una reliquia, la mano incorrupta del primer rey húngaro, San Esteban, a quien está dedicado el templo. La ascensión a su cúpula regala unas magníficas vistas de 360º sobre la ciudad.
LA ELEGANTE AVENIDA ANDRÁSSY
Si hay un lugar que derrocha glamur y monumentalidad en Budapest es esta avenida que une las plazas Erzsébet y de los Héroes y termina junto al Parque de la Ciudad. La Unesco la ha incluido en su lista del Patrimonio de la Humanidad. Pasea por ella y déjate sorprender por el edificio de la Ópera y las preciosas fachadas de sus casas y palacios renacentistas, coronadas por cariátides, algunas de las cuales acogen las boutiques más exclusivas –Armani, Dior, Louis Vuitton…–, y restaurantes de moda. Muy solicitada para las compras también la calle peatonal Váci Utca.
EL BALNEARIO GÉLLERT
Ninguna otra capital del mundo cuenta con tantos baños termales como Budapest. Después de patear la ciudad hay que reponer fuerzas y qué mejor que sumergirse en sus aguas, como hacían los romanos. Suntuosas son las instalaciones de estilo Secesión del Géllert, junto al puente de la Libertad, con piscinas entre columnas de mármol y bajo una cúpula de cristal. También tienen historia el balneario Széchenyi, inaugurado en 1913, o los baños Rudas.
LOS CAFÉS DE BUDAPEST
La primera y todas las veces que se visita Budapest hay que pasar por alguno de sus cafés históricos, Ruszwurm es el más antiguo de la ciudad, y también una historia extraordinaria tiene el Gerbeaud, fundado en 1858, y con una preciosa decoración el New York Café, catalogado en varias ocasiones como el más bonito del mundo, y Muvész Kávéház. Más nuevo es el Callas Café, con vistas al Teatro de la Ópera.
EL MERCADO CENTRAL
Para pulsar la vida cotidiana de la ciudad hay que pasar por alguno de sus mercados, y en Budapest el imprescindible para las compras gastronómicas es el Mercado Central, el más grande de Hungría. Al final de la bulliciosa calle Váci, se inauguró a finales del siglo XIX, y además de hacerte con los productos más famosos de la cocina húngara –quesos trapenses, paprekra, rétes, lángos…–, podrás comer en sus puestos de comida, donde comparten mesa turistas y locales.
EN BARCO POR EL DANUBIO
Las ciudades con río hay que conocerlas tanto desde la orilla como desde sus aguas y en Budapest mejor embarcarse a la hora del atardecer, para disfrutar de las vistas de los principales monumentos iluminados y de una cena a base de delicias húngaras. Los barcos parten del muelle 7 y brindan gastronomía y música en directo. En su carta encontrarás goulash, csirkepaprikás (guiso de pollo con pimentón), rakott krumpli (láminas de patatas con huevos y queso), las salchichas Kolbász… y, de postre, palacsinta (crepes rellenos).
EL PARQUE VAROSLIGET
El gran pulmón verde de Budapest,creado para albergar los distintos pabellones de la Exposición de Hungría en 1896, tiene un kilómetro cuadrado de extensión y se encuentra en la orilla de Pest, al final de la avenida Andrássy. Tiene muchísimo que ver, como un lago por el que se puede navegar en barco o patinar sobre hielo, el zoo, el pequeño parque de atracciones de Vidan Park –con su montaña rusa de madera– y el castillo de Vajdahunyad.
LA ISLA MARGARITA
Entre los puentes Margarita y Árpad se encuentra este remanso de paz con espacios verdes y pequeños lagos al que los budapestinos acuden para pasear, hacer deporte y disfrutar de la naturaleza. ¿Cuáles son los lugares más destacados de la isla? Su torre de agua modernista, las ruinas de un convento dominicano, una fuente musical, un monumento conmemorativo de la unificación de Buda y Pest, jardines japoneses con laguitos y una cascada, un pequeño zoológico y una de las playas más populares de la capital húngara.
PLANIFICA TU VIAJE
Al aeropuerto de Budapest, situado a 24 kilómetros al sureste de la ciudad, se puede llegar en vuelo directo desde Madrid, Barcelona y otras ciudades españolas con diferentes aerolíneas, en trayectos de apenas tres horas. Llegar a todos los rincones de Budapest será fácil moviéndose en transporte público, sobre todo en el tranvía número 2 y en la línea 1 de metro, que unen los imprescindibles y los puntos más céntricos de la capital. Este último es, además, el más antiguo de Europa y el segundo del mundo, la Unesco lo ha incluido en su lista del Patrimonio de la Humanidad.
Lo mejor es comprar un abono de transporte en función de la duración del viaje (los hay de 1, 3 y 7 días) que se puede comprar en el mismo aeropuerto o en las principales estaciones de metro y tren. La Budapest Card incluye transporte público ilimitado, acceso a los principales museos y descuentos en atracciones turísticas de la capital húngara.
Para ciudadanos de la UE no es necesario pasaporte, solo se requiere DNI. La moneda oficial no es el euro, sino el florín húngaro (HUF). 1 € equivale a 394 florines, aunque en muchos comercios aceptan el euro.
La mayoría de las tiendas abren de lunes a viernes de 10 de la mañana a 6 de la tarde, y los sábados de 10 de la mañana a 2 de la tarde. La mayoría de las tiendas cierran los domingos, a excepción de los grandes centros comerciales y lugares visitados por los turistas.