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Por el color del paisaje, por las mil excursiones que ofrece el Parque Nacional de los Picos de Europa y su entorno montañoso, por pasar unos días de turismo rural descubriendo la arquitectura tradicional de sus pueblos y algunas de las mejores muestras del románico en Cantabria, por lo bien que sienta un cocido lebaniego en esta época y por lo que va a pasar este fin de semana en la capital de la comarca: la fiesta del Orujo de Potes, declarada de interés turístico nacional, y dedicada a esta bebida típica con 4000 años de historia. Potes es un plan de 10.
La fiesta celebra este año su 32 edición, pero la producción en la Liébana de este revitalizante trago que cuenta con su propia cofradía gastronómica se remonta muchos tiempo atrás, pues los viñedos forman parte del paisaje de estas tierras desde hace más de 10 siglos. Se cree incluso que las viñas ya las plantaron los romanos, aunque la producción de orujo comenzó en la Edad Media en los monasterios del entorno. En estos se reservaba el hollejo de la uva para posteriormente destilarlo en alquitaras de cobre y obtener el valioso licor que entonces servía como moneda de cambio.
© Georgios Tsichlis / Alamy Stock PhotoNinguna oportunidad mejor que esta fiesta para aprenderlo todo sobre este producto, revivir la tradición centenaria de su destilación, tomar unos orujos y ver cómo las calles de Potes se llenan de música tradicional y actuaciones folclóricas, concursos, talleres, catas y mucho ambiente. Cada año, además, se elige un ‘padrino’ popular como Orujero Mayor, que este año ha recaído en el periodista cántabro Quico Taronjí. Él será el encargado de leer el pregón y participar activamente en este festival en el que también se otorgará la Alquitara de Oro a la marca que ha producido el mejor orujo del año.
¿QUÉ VER EN POTES?
Como capital de la comarca, esta villa en la confluencia de cuatro valles es un gran centro de servicios, pero, sobre todo, un precioso pueblo con un singular entramado urbano de callejuelas empedradas, caserones con escudos en sus fachadas, casas populares de piedra de estilo montañés, ermitas, torres y puentes que van desvelando una rica historia a cada paso.
La Torre del Infantado
Este edificio medieval de seis plantas en torno a un patio central es la muestra más representativa y sobresaliente de la arquitectura civil de Potes. En su interior acoge una exposición sobre el Beato de Liébana, y desde su azotea se contempla una magnífica vista de la villa, los ríos, el monte de la Viorna y, al fondo, los Picos de Europa.
El paseo fluvial
Liébana es una especie de olla, un valle cerrado por las altas sierras de Peña Sagra y de los Picos de Europa, y tallada por tres ríos principales, el Quiviesa, el Deva y el Bullón. Los dos primeros confluyen en Potes, junto a cuyas aguas discurre un agradable paseo en el que se admiran varios puentes y dos molinos, el de San Cayetano y el molino del Palacio.
© Jose Antonio Aldeguer / Alamy Stock PhotoAntigua iglesia de San Vicente Mártir
Es la sede del Centro de Estudios Lebaniegos, Oficina de Atención al Peregrino y Oficina de Turismo de Potes y ahora en sus salas se celebran conciertos, conferencias y diversas actividades.
La Torre de Orejón de Lama
Llamada también Torre de Bedoya, se encuentra junto a la ermita de San Cayetano y el puente del mismo nombre. Y es una mezcla entre palacio gótico urbano y casa-torre fortificada. Acoge exposiciones y eventos culturales.
El Museo Cartográfico Juan de la Cosa
En la calle El Sol, una de las más bonitas del casco antiguo, el edificio de la Fundación Fredo Arias de la Canal alberga este museo que ofrece un recorrido a través de la evolución del arte cartográfico.
¿DÓNDE COMER EN POTES?
La Soldrería
Las croquetas de espinacas con queso Picón o las de cocido lebaniego con chorizo de cabra, las carrilleras estofadas en salsa de setas Pelurotus, las rabas en harina de garbanzo, los pankostinos… Todo está rico en este restaurante-taberna de merecida fama (lasoldreria.com).
Casa Cayo
Lleva muchos años siendo un lugar de referencia para probar la cocina tradicional cántabra. Sus especialidades: el cocido lebaniego y lechazo asado. Quien busque algo más formal, tiene una barra para tomar raciones y buenos vinos. Ha sido reconocido con un solete por la Guía Repsol (casacayo.com). Cuenta, además, con alojamiento.
¿DÓNDE DORMIR EN POTES?
Posada Villa Elena
A la entada de Potes, a 5 minutos andando, ocupa una antigua casa de indianos que ha sido transformada en hotel y dispone de un jardín donde podrás relajarte con vistas a los Picos de Europa (villaelenapotes.com).
© @villaelenapotesValdecoro
Cerquita del pueblo, pero en un lugar tranquilo, de trato personal, con habitaciones reformadas hace poco y un desayuno rico. Así reseñan los clientes este hotel recomendado para alojarse en Potes (hotelvaldecoro.com).
Arha
Está céntrico, sus habitaciones han sido renovadas y con spa en el que rematar el día en su circuito termal (arhapotes.com).
