Sí, nos encantan sus históricos tranvías amarillos, los pasteles de Belém, los coloridos edificios de la ciudad antigua, el estuario del Tajo, el puente colgante 25 de Abril o las vistas desde el castillo de San Jorge, pero si quieres ir más allá de la capita lusa, tal vez quieras conocer otras ciudades que quedan próximas.
ESTORIL
Distancia: 24 kilómetros (30’ en coche desde Lisboa)
En la conocida como la Costa Azul portuguesa, Estoril sigue teniendo ese halo de estilo aristocrático y de glamour de épocas pasadas, pero que vive el presente. Un paseo marítimo la une en poco más de media hora con Cascais, que se puede recorrer a pie o en bicicleta. A sus elegantes edificios, la ciudad suma el reclamo de su reconocido Casino, uno de los mayores de Europa, frente al que se encuentra un gran jardín, y sus campos de golf.
SINTRA
Distancia: 33 kilómetros (35’ en coche desde Lisboa)
Muy cerca de la capital portuguesa, Sintra merece una visita. Es Patrimonio de la Humanidad y se sitúa en un espectacular emplazamiento, entre bosques y manantiales. Recorrer su ciudadela vieja de calles intrincadas, admirar las fachadas de sus casonas del siglo XVIII y visitar la Quinta da Regaleira y el pozo de piedra en forma de espiral que se esconde en sus jardines te llevará unas cuantas horas. Y todavía te quedará pendiente el Palacio Nacional, el Palacio da Pena y el Palacio de Monserrate, de inspiración árabe, que también forman parte de su colección de monumentos imprescindibles.
CASCAIS
Distancia: 32 kilómetros (40’ en coche desde Lisboa)
Originalmente un pueblo de pescadores, adquirió en el siglo XVIII un estatus de destino de vacaciones de lujo para artistas y aristócratas atraídos por las tranquilas playas de arena dorada y su casco histórico idóneo para el paseo. Tranquila y cultural, es ahora anfitriona de festivales y conciertos veraniegos. Antes de dejar Cascais, es obligatorio visitar el pintoresco faro de Santa Marta decorado por azulejos blancos y azules, y probar sus exquisitos platos de pulpo y bacalao.
SETÚBAL
Distancia: 47 kilómetros (48’ en coche desde Lisboa)
La ciudad de Setúbal es una auténtica joya que ha conseguido mantenerse en secreto hasta ahora. Poco masificada y acogedora, Setúbal es un destino hecho para gourmets, pues su situación junto al mar regala una gastronomía marcada por frescos pescados y mariscos preparados de manera tradicional. Y por si no fuera suficiente, ahí están sus espacios naturales: el estuario del Sado y la verde Serra da Arrábida adentrándose en el mar.
SANTÁREM
Distancia: 82 kilómetros (1 hora en coche desde Lisboa)
Nada más llegar a Santarém, es fácil entender por qué recibe el sobrenombre de “capital del gótico portugués”. Sus iglesias de esta ciudad parecen competir en belleza unas con otras: fachadas cuidadosamente ornamentadas, retablos de gran valor y muros recubiertos del típico azulejo luso. En la visita no puede faltar una visita al mirador de Portas do Sol, que ofrece una excelente panorámica al río Tajo y su entorno.
CALDAS DA RAINHA
Distancia: 90 kilómetros (1 hora y 15’ en coche desde Lisboa)
A poco más de una hora de Lisboa, en la región Centro, espera una sorpresa en forma de ciudad balneario, que parece sacar de sus aguas termales su aura de calma absoluta. Sus propiedades curativas las difundió ya la reina Leonor, esposa de Don Don João II en el siglo XV. En ella hay que visitar los antiguos pabellones del Hospital Termal, reflejados en las aguas del lago del Parque Dom Carlos I, y su mercado diario. La ciudad también es la cuna de la cerámica de Rafael Bordallo Pinheiro, que adorna más de una calle.
FÁTIMA
Distancia: 126 kilómetros (1 hora y 30’ en coche desde Lisboa)
Mundialmente conocida por su complejo religioso conformado por colosales edificaciones como la capilla de las Apariciones o la moderna y circular iglesia de la Santísima Trinidad. Muy cerca puede visitarse un espectáculo subterráneo único: las cuevas de Mira de Aire, las más grandes del país. Entre sus bosques de estalactitas y estalagmitas se abren paso lagos de aguas.
ÉVORA
Distancia: 133 kilómetros (1 hora y 30’ en coche desde Lisboa)
Évora, con su histórica Praça do Giraldo, su catedral románica y gótica —la más grande del país—, su extraordinario templo romano o su escalofriante Capilla de los Huesos se ha ganado a pulso el título de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Este tesoro en el corazón del Alentejo no solo es un prodigio de la arquitectura, sino también un destino que despunta por sus jóvenes talentos culinarios. ¿Una recomendación? Visitar también Arraiolos, una cercana villa afamada por conservar su tradicional artesanía textil.