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Los fans del pop siguen en shock. Después de 17 años, Leire Martínez dice adiós a La Oreja de Van Gogh. Para muchos de los admiradores incondicionales esta marcha ha dejado la puerta abierta a Amaia Montero, la primera vocalista de la banda. Pero, ¿sabías que alguna de las canciones tienen un guiño especial a San Sebastián, su ciudad? A continuación, lo descubrimos.
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A las cinco en el Astoria - Cines Astoria
En 2008, La Oreja de Van Gogh lanzó al mercado el disco A las cinco en el Astoria, el quinto álbum del grupo y el primero en el que participó Leire Martínez. En este CD podemos encontrar canciones que son auténticos himnos como El último vals, que fue el single promocional, y Jueves, un precioso homenaje a las víctimas del atentado del 11 de marzo en Madrid.
En esta ocasión es el nombre del propio álbum el que es un guiño a San Sebastián, ya que hace alusión a los míticos cines Astoria, que se encontraban en el céntrico barrio de Amara. Estas salas se inauguraron en el año 1961 y tenían capacidad para 1500 personas. En 1989, fue remodelado y ampliado, de tal manera que, además de proyecciones, también empezó a albergar actuaciones musicales y de teatro. Por desgracia, en 2004 cerró sus puertas de manera definitiva.
Actualmente, en este lugar se encuentra el hotel Zinema 7, con biblioteca, restaurante, gimnasio y sala de reuniones. Este hotel ha querido mantener parte de la esencia de los cines, ya que sus habitaciones están tematizadas y dedicadas a las grandes estrellas de Hollywood. Además, la recepción está decorada con las butacas originales de los cines.
La chica del gorro azul - Monte Urgull
En el álbum el Viaje de Copperpot (2000) encontramos la canción La chica del gorro azul. Uno de los versos iniciales de este popular single reza tal que así. “De melocotón, se inventó una historia el sol para darle a tus mejillas su color. Fue la juventud. La que con su gorro azul te llevaba en bicicleta por el monte Urgull”.
El monte Urgull es uno de los rincones verdes más visitados de Donosti. Ubicado en uno de los extremos de la Bahía de la Concha, este paraje cuenta con caminos asfaltados rodeados de vegetación y miradores de postal a la ya mencionada Bahía de la Concha y al Monte Igeldo. Cada paso que se da por este pulmón de la ciudad es un pequeño viaje en el tiempo, puesto que se pueden encontrar pequeñas fortificaciones y parte de la muralla que protegía el centro histórico de los asedios en siglos pasados.
Inmortal - La isla de Santa Clara
“Tengo aquí bajo mi almohada tu fotografía frente a Santa Clara. Dice más de mil palabras y yo le contesto que también te amaba. Yo tengo abierta la ventana porque así se escapa el tiempo sin verte. Tengo tantas cosas, tengo todas en mi mente”. La canción Inmortal es una original declaración de desamor que nos descubre otro de los rincones con más encanto de San Sebastián: la isla de Santa Clara.
La isla de Santa Clara está en el epicentro de la Bahía de la Concha. Un lugar para desconectar disfrutando de sus piscinas de agua natural, su faro y los senderos con merenderos y cafés. Hace cuatro décadas este paraje fue declarado Centro Histórico de Interés Nacional, e, incluso, en el mes de septiembre tiene sus propias fiestas con comidas populares, concursos y desfiles de gigantes y cabezudos.
20 de enero - Las Tamborradas de San Sebastián
No es ninguna casualidad que La Oreja de Van Gogh eligiese el día 20 de enero para titular una de sus canciones más populares, que se puede encontrar en el disco Lo que te conté mientras te hacías la dormida (2003). Cada año en esta fecha se celebra en honor del patrón de la ciudad, San Sebastián, una tamborrada, que llena de música y percusión cada calle y rincón.
En 2010, la banda fue galardonada con el Tambor de Oro, el máximo reconocimiento de la ciudad que se les otorgó por haber llevado el nombre de San Sebastián a todos los puntos del planeta. Ese mismo año, Leire Martínez, ataviada con el traje regional, cantó la marcha de San Sebastián junto a los miembros de la Peña Anastasio.
Soñaré - Una declaración de amor al San Sebastián del futuro
Acabamos este viaje por San Sebastián con Soñaré, del álbum Dile al Sol (1998). En el estribillo de esta canción el grupo grita a los cuatro vientos su amor por la ciudad, su fuente de inspiración, el sitio al que quieren volver, sin importar las circunstancias y pase el tiempo que pase. “He soñado siempre con poder crear una máquina del tiempo y descubrir el futuro más lejano. Donde yo no voy a estar. Y poder volver a San Sebastián en el siglo XXVI en mi nave espacial”.