Una tienda donde venden auténticas y deslumbrantes telas africanas, otra para comprar las mejores lanas del país y aprender a hacerse con ellas un jersey o una bufanda –que ya se acerca el invierno–, los platos del chef y artista japonés Kiyoshi Yamaoka, las tarántulas vivas y los milpiés gigantes del InsectPark... Estas y otras ideas para una escapada a este pueblo madrileño.
1. VEN CON TU PERRO, AUNQUE SEA NEGRO
Cuenta la leyenda que el monasterio de San Lorenzo de El Escorial se construía a paso de tortuga porque un diabólico perro de color negro hostigaba a los obreros y que Felipe II hizo lo que hubiera hecho Herodes: mandó matar a todos los canes negros del lugar… Hoy, en desagravio a los perretes, San Lorenzo es dog-friendly y muchos de sus restaurantes y hoteles están encantados de admitir mascotas. Incluso hay visitas guiadas con perros. Todos los detalles en sanlorenzoturismo.es/con-tu-mascota.
2. LONGANIZA Y GEOGRAFÍA EN EL BOSQUE DE LA HERRERÍA
Uno de los lugares donde se puede ir a comer con Milú es el quiosco Fuente del Seminario(fuentedelseminario.es), en el bosque de La Herrería, que en otoño no puede estar más bonito y colorido. El quiosquero, Carlos Agudo, es geógrafo y explica a los clientes todo lo que hay alrededor con la ayuda de unos paneles informativos. El plato estrella no es de kilómetro cero: la longaniza de Graus. Pero eso no le importa a nadie, y menos a los perros. En otoño solo abre los fines de semana, si el tiempo lo permite.
3. HELADOS TODO EL AÑO
Hasta hace poco solo se podían tomar aquí buenos helados en Los Valencianos(turroneslosvalencianos.com). Y solamente en verano. Pero en mayo abrió la microheladería trashumante Campo a Través(@campoatraves_microheladeria) y ahora se puede disfrutar todo el año de helados suculentos y con menos azúcar, hechos con leche de cabras del Guadarrama que pastan en libertad. Y también de kéfir, que está brutal. Lo último: bollos elaborados con la misma leche. ¿Dónde? En San Agustín, 2.
4. INSECTPARK: MICRODIVERSIÓN ASEGURADA
A los niños les chiflan los helados, pero les gustan aún más los bichos del InsectPark(insectpark.es), un microzoo donde se lo pasan macro jugando al veoveo con insectos tropicales de increíble camuflaje, tarántulas vivas, milpiés gigantes y otras adorables criaturas que el naturalista Pedro Velasco ha reunido durante 40 años de expediciones científicas por todo el planeta. Aquí hay que volver en primavera, porque Pedro cría mariposas Graellsia, las reinas del Guadarrama, y las exhibe en una sala acristalada.
5. COCHERAS DEL REY: ASÍ SE VIAJABA EN OTOÑO AL REAL SITIO
Ni los niños ni los mayores se lo pasarán mal en las Cocheras del Rey(cocherasdelrey.com), escudriñando más de 500 objetos relacionados con las jornadas de la corte: carruajes, sillas de mano, trineos, baúles-cama y otros muebles de viaje que parecen salidos de un Ikea dieciochesco. Entre ellos, un escritorio-bidé con el que una cortesana viajaba a San Lorenzo para pasar la temporada de otoño, como los reyes. Este museo privado ocupa varios edificios de 1771 y es solo para grupos, con reserva previa.
6. MUCHO TEATRO
De 1771 es también el Real Coliseo Carlos III(comunidad.madrid/centros/real-coliseo-carlos-iii-san-lorenzo-escorial), el teatro cubierto más antiguo de España. Para conocerlo hay visitas gratuitas todos los martes y jueves a las 12.00, con un guía caracterizado como dicho rey. Quien prefiera la arquitectura moderna, visitará el Teatro Auditorio(teatroauditorioescorial.es),obra del estudio Picado de Blas, que solo tiene 18 años. Es como una maceta gigante de granito, con un pinsapo plantado en el patio.
7. AL MONTE CON UN JERSEY DLANA
San Lorenzo está en la sierra de Guadarrama y, por mucho calentamiento global que haya, en otoño conviene salir a pasear con algo de abrigo. Subir al monte Abantos es fácil, siguiendo un par de horas las marcas rojas y blancas del sendero GR-10 desde la presa del Romeral, siempre y cuando se lleve un buen jersey en la cintura para bajar. En dLana(dlana.es) venden las mejores lanas del país, de oveja merina trashumante y extensiva, y todos los días se reúnen manos expertas que nos enseñarán a tejerla.
8. DULCES FAMOSOS Y DULCES EXTRAORDINARIOS
Tampoco es mala idea, para evitar el hambre, echar en la mochila algunos dulces de Paco Pastel(pacopastel.com). Tiene tres establecimientos: en la plaza de la Constitución, junto al polideportivo Zaburdón y en el jardín de la Casita del Príncipe. Sus bizcotelas y sus torrijas son famosas fuera de San Lorenzo de El Escorial. Pero los vecinos del lugar, que son los que más saben, suspiran por sus palmeras de chocolate. Y también por los cruasanes de Pontón(pontoncroissanteria.es). Son lo mejor, dicen.
9. EL AGUACATE DE YAMAOKA
No es solo un aguacate, por más que así figure en la carta. Es una ensalada de arroz, alga wakame, aguacate y tartar de atún, con la que Taberna Yamaoka (Pozas, 31) se ha hecho un hueco en unos estómagos acostumbrados a los cocidos de 15 platos de El Charolés(charolesrestaurante.com). Allí, además de comer rico, sano y barato, es un placer hablar con Kiyoshi Yamaoka, el chef y artista japonés que ha decorado la taberna como un stand de ARCO, donde ha participado dos veces, y oírle contar su periplo por medio mundo hasta acabar en San Lorenzo hace 35 años.
10. ÁFRICA, A 250 METROS DEL MONASTERIO
Si Taberna Yamaoka te parece exótica, espera a ver TidaColyColores del Mundo(tidacoloresdelmundo.com), un comercio siempre a rebosar de telas africanas, artesanía y moda diseñada por una emprendedora senegalesa. A ella no le gusta llamarla tienda: “Es mucho más. Hay exposiciones, cuenta cuentos, música…”. ¿Y no son muy veraniegos estos tejidos? “No, también hago cuellos con telas africanas y forro polar, ponchos, chaquetones…”. Está en Cervantes, 7, a solo 250 metros del monasterio. Felipe II, tan impasible como era, enarcaría las cejas al ver a Tida y sus atuendos afrochic.