Si hay un destino completo por su belleza, oferta gastronómica, lujo y mucha diversión, ese es sin duda República Dominicana. ¿Te imaginas despertar con tu persona especial disfrutando del murmullo de las olas, el sol dorado acariciando tu piel y el aroma embriagador de flores tropicales flotando en el aire? Desde las arenas blancas de Punta Cana hasta los vibrantes ritmos de Santo Domingo, cada rincón promete momentos inolvidables en este edén tropical. Te contamos por qué descubrir este paraíso con Nautalia Viajes, un acierto seguro para disfrutar de una luna de miel de ensueño.
El encanto y la belleza de Santo Domingo
Para las parejas amantes de la historia y la cultura, Santo Domingo es una parada obligatoria. La Ciudad Colonial, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es el corazón histórico de la capital. Pasear por sus calles adoquinadas, rodeadas de edificios del siglo XVI, es como viajar en el tiempo. Podrás visitar icónicos monumentos como la Catedral Primada de América o el Alcázar de Colón, sumergiéndote en la rica herencia histórica de la ciudad.
Al caer la tarde, nada mejor que una cena romántica en alguna de las terrazas que rodean la Plaza de España, donde la vista se mezcla con la cálida brisa tropical. Los amantes de la vida nocturna también podrán disfrutar de una velada al son de la bachata y el merengue en alguno de los elegantes locales de la ciudad, brindando con un buen ron dominicano bajo las estrellas.
El lujo y la exclusividad de Punta Cana
Si lo que buscas es lujo y descanso absoluto, Punta Cana es el lugar ideal. Famosa por sus interminables playas de arena blanca y aguas cristalinas, esta región alberga algunos de los resorts más exclusivos del Caribe. Despertar con vistas al mar y disfrutar de servicios personalizados es parte de la experiencia que ofrece este rincón paradisíaco. Playa Bávaro es perfecta para quienes buscan un equilibrio entre relax y entretenimiento, mientras que Playa Juanillo en Cap Cana, más privada y tranquila, es ideal para quienes desean disfrutar de la intimidad rodeados de naturaleza.
Para los más aventureros, Punta Cana también tiene mucho que ofrecer. Actividades como el zipline más largo del Caribe o explorar el cenote Hoyo Azul en el Scape Park añaden emoción a la estancia, combinando perfectamente lujo y aventura.
Los paisajes impresionantes (y la naturaleza salvaje) de Samaná
Las parejas que desean desconectar del mundo y sumergirse en la naturaleza virgen encontrarán en Samaná su rincón perfecto. Esta región, ubicada en el noreste del país, es conocida por sus montañas verdes, playas apartadas y aguas cristalinas. El entorno invita tanto a la aventura como al relax, con actividades que van desde caminatas por la selva hasta románticos paseos en barco.
Uno de los espectáculos naturales más asombrosos de Samaná ocurre entre enero y marzo, cuando las ballenas jorobadas llegan a la bahía para aparearse. Observar a estos gigantes marinos saltar y nadar en su hábitat natural es una experiencia que deja sin aliento, convirtiéndose en uno de los momentos más memorables de cualquier luna de miel. Además, no puedes dejar de visitar la impresionante Cascada El Limón, a la que se llega tras una hermosa ruta a caballo o a pie, un rincón mágico rodeado de frondosa vegetación que invita a la desconexión total.
El ‘quiet luxury’ y la aventura marina de La Romana
Si lo que deseas es combinar exclusividad con aventura, La Romana es una excelente opción. Las playas de Bayahíbe y Dominicus, bañadas por las aguas del Caribe, son ideales para relajarse en un entorno sereno. Sin embargo, también es famosa por sus arrecifes de coral, un paraíso para los amantes del buceo.
Cerca de La Romana, el Parque Nacional Cotubanamá ofrece paisajes naturales con cuevas, bosques frondosos y manantiales cristalinos. Para una experiencia cultural, el pintoresco Altos de Chavón, una réplica de un pueblo mediterráneo del siglo XVI, es el lugar ideal para pasear entre calles empedradas y disfrutar de las vistas panorámicas del río Chavón.
Jarabacoa: El corazón verde del ecoturismo
Conocida como la "ciudad de la eterna primavera", Jarabacoa es ideal para parejas que prefieren la montaña. Rodeada de naturaleza exuberante, esta región ofrece actividades como rafting en el río Yaque del Norte o senderismo hasta el Pico Duarte, el punto más alto del Caribe. Las cascadas y piscinas naturales de la zona, como La Confluencia, invitan al relax en medio de un entorno natural espectacular (y muy instagrameable).
Una gastronomía que conquista los sentidos
Ninguna luna de miel estaría completa sin disfrutar su gastronomía. La cocina dominicana es una fusión de influencias taínas, africanas y españolas, lo que la convierte en una experiencia deliciosa. Platos como el sancocho, una sopa de carnes y vegetales, o el mangú, un puré de plátano verde, son parte esencial de la tradición culinaria local. Los mariscos frescos, acompañados de tostones crujientes, son otra delicia que no puedes dejar de probar. ¿Te lo vas a perder?