¿Quién no ha soñado alguna vez con revivir su primer amor? En torno a esta idea gira la primera serie original diaria producida por una plataforma de streaming en Europa. Una emotiva historia contada en 70 capítulos que ya se puede ver en Disney+ y cuenta en el reparto con un gran número de rostros conocidos: Andrés Velencoso, Natalia Sánchez, Celia Freijeiro, Nancho Novo, Olivia y Ángela Molina… La vida de todos ellos transcurre en Manterana, el pueblo de las hermanas Molina, al que, tras una larga ausencia, regresan para cuidar de su padre y hacerse cargo del negocio familiar. Después de años sin verse, los secretos y fantasmas del pasado regresan y cambiarán sus vidas para siempre.
La finca Las Sabinas, la finca Acebuche y el pueblo de Manterana, en los que transcurre la serie, son lugares de ficción, pero existen en realidad con otro nombre. Han sido recreados en entornos naturales de la provincia de Barcelona que combinan espectaculares paisajes de mar y montaña: Riells del Fai, Sant Andreu de Llevaneres y Sant Vincenç de Montalt. Tres localizaciones naturales y rurales donde se sitúa el mundo de las dos familias protagonistas.
Para llegar al pequeño pueblo de Riells del Fai, en el Vallés Oriental, y descubrir su patrimonio histórico y natural hay que adentrarse en el interior de la provincia. A unos 50 kilómetros de Barcelona y más cerca de Granollers, su entorno reúne cascadas, senderos de montaña, riscos y monasterios para disfrutar de un día (o un fin de semana) en la naturaleza, pero además aguas termales que animan la escapada.
SANT MIQUEL DEL FAI
La gran sorpresa de Riells es el conjunto de Sant Miquel del Fai, que forma parte del Espacio Natural de los Cingles de Bertí. El paso de los ríos Rossinyol y Tenes y la acción de la lluvia y el deshielo han ido modelado un paisaje geológico único, con singulares formaciones rocosas, cuevas de estalactitas y estalagmitas, pequeños estanques e impresionantes saltos de agua. La visita al conjunto se disfruta siguiendo un itinerario señalizado por una docena de puntos de interés, incluida una exposición y un audiovisual.
El recorrido comienza en el puente románico sobre el río Rossinyol y va descubriendo el santuario que, desafiando a la gravedad, fue lugar de culto habitado por monjes benedictinos desde el siglo X; luego continúa por la cueva de Sant Miquel, oculta bajo la roca, y la de Les Tosques, el salto del Rossinyol y la cascada del río Tenes, de más de 100 metros de altura, con un pasillo interior para pasar justo debajo de él y sentir el poder de las aguas.
A 15 minutos de Riells está Caldes de Montbui, la localidad famosa por su románico, pero, sobre todo, por sus aguas milagrosas que ya valoraron los antiguos romanos, pues se conserva un conjunto termal que se remonta a aquella época. Siguiendo el rastro de sus aguas con propiedades termales se llegará a los baños El Safareig, el Museo Thermalia, los lavaderos públicos y la fuente del León, donde brota a 74 ºC.
DEL VALLES AL MARESME
Entre el mar y la montaña, a 35 kilómetros de Barcelona, localizamos otro de los escenarios de rodaje de Regreso a las Sabinas: Sant Andreu de Llavaneres, elegido para situar en él la finca Acebuche. Se empieza por descubrir su barrio marítimo, que conserva todavía algunas casas de pescadores, y siguiendo la riera, se alcanza el casco antiguo, con una interesante ruta modernista, donde sus magníficas torres y casas de principios del siglo XX, legado de una época próspera y rica, descubren su pasado como lugar de verano de la burguesía barcelonesa.
El presente de Sant Andreu es el de sus playas, su puerto deportivo, su campo de golf y las rutas por sus bosques de pinos y encinas que llevan al cerro de Montalt o al cerro de Llorita, con vistas del mar excepcionales.
LA RUTA DE LAS 3 VILLAS
Solo unos kilómetros separan Sant Andreu de Sant Vicenç de Montalt, el pueblo de Manterana en la ficción de Disney+ y ambos parada, junto con Caldes d’Estrac, de la ruta Las 3 Villas, un itinerario natural señalizado que une las tres localidades costeras y se puede realizar a pie o en bicicleta. Para senderistas y ciclistas también aguarda la montaña del Montalt, que forma parte de la Cordillera del Litoral, y, además de un reto para subir a sus 595 metros de altura, es un mirador desde el que, en los días claros, se alcanza a ver Barcelona y el Parque del Montnegre y el Corredor.
En el casco antiguo, alejado de la costa, Sant Vicenç posee una colección de edificios notables, como la iglesia gótica, torres de vigilancia y masías del siglo XVI: Can Brunet, Can Mora, Can Coll, Can Rams… Un escenario inspirador, como las otras localizaciones de Regreso a las Salinas, para situar la historia y que han supuesto 20.000 kilómetros recorridos en rodaje. En un fin de semana de escapada son muchísimos menos.